Sevilla, Londres, China... destrozadas por el cambio climático: así imagina Greenpeace el futuro
El cambio climático es real y su avance, innegable. Si el planeta ya sufre olas de calor, inundaciones y montones de fenómenos debido a este fenómeno, provocado por la mano humana, dentro de unas cuantas décadas la cosa no irá sino a peor.
Con motivo del Día Mundial de los Océanos, Greenpeace ha lanzado una serie de imágenes (recogidas también en el vídeo que puedes ver arriba) que muestran un escenario distópico e inquietante, dentro de la campaña titulada Lo que pasa en el Ártico no se queda en el Ártico. En las fotografías se ven diversas zonas del planeta en este momento… y cómo serían tras los efectos del cambio climático. Sevilla sería un desierto, Londres un congelador y Miami estaría vacía, azotada por un mar bravío y constante.
Según la organización ecologista, estas son "fotografías evolucionadas para ilustrar los posibles impactos de un futuro cambio climático alrededor del mundo, inspiradas en las evidencias que muestran los efectos que la destrucción del Ártico podrían tener en el resto del mundo". Como explican, este 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, puede suponer una buena oportunidad para recordar que el océano Ártico es "probablemente el más delicado del planeta".
"La temperatura en el Ártico aumenta más del doble de rápido que cualquier otra región del mundo, la superficie total de hielo marino de verano ha disminuido sustancialmente durante los últimos 30 años, y su volumen se ha reducido de manera aún más acentuada. Esto significa que se intercambie más calor entre el océano Ártico y la atmósfera circundante y que la capacidad de reflejo del hielo (el conocido como efecto albedo de la superficie) se reduce en una espiral perniciosa. Esto se agrava con el deshielo del permafrost en las zonas de tierra, que provoca la liberación de gases de efecto invernadero como el metano, lo que acelera más el cambio climático global", relatan.
Todo ello haría que nuestras ciudades quedarán más o menos así: