Extienden 420 bragas en la playa de Copacabana en protesta contra violaciones
420 violaciones cada tres días y 50.000 ataques sexuales contra mujeres por año. Así viven las mujeres en Brasil. Por eso, este lunes se extendieron 420 bragas en Copacabana, la playa más emblemática de la ciudad brasileña Río de Janeiro, en una protesta para representar la cantidad de violaciones sexuales que se producen en el país.
La protesta ha sido organizada por Río da Paz, una ONG que se ha caracterizado por sus llamativas manifestaciones contra las diferentes formas de violencia en la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de agosto. La exposición permaneció durante todo el lunes para que las miles de personas que pasean cerca de la playa se enterasen de lo que pasa en el país. Junto a las bragas fueron expuestas también enormes reproducciones de imágenes del fotógrafo Marcio Freitas para la exposición Nunca me callaré.
Las fotografías, de dos metros de alto por dos de ancho, fueron hechas para un ensayo sobre la angustia sufrida por mujeres que son víctimas de abuso, en el que participaron una veintena de modelos. "Tan importante cuanto combatir el abuso contra la mujer es exigir acciones preventivas del poder público. Cada día se hace más necesaria la implementación de políticas de educación y protección", afirmó el presidente y fundador de Río de Paz, Antonio Carlos Costa, al explicar el motivo de la exposición.
Según el militante, tales políticas tienen que ser dirigidas especialmente a comunidades de baja renta, "donde se encuentra la mayor parte de las mujeres en estado de vulnerabilidad social".
Esta protesta en Copacabana se produce quince días después de que numerosas personas denunciasen la circulación de un vídeo en las redes sociales en el que una adolescente de 16 años aparece desnuda y desmayada, mientras que el autor de la grabación afirmaba que fue violada por treinta personas.
Este caso de violación colectiva, que ha conmocionado a Brasil y ha generado numerosas protestas, ocurrió en una barriada pobre de la zona oeste de Río de Janeiro. Tres de los acusados por el crimen fueron arrestados, entre ellos, el novio de la víctima, quien quedó en libertad por falta de pruebas.
Pese a que la menor dijo inicialmente haber sido violada por 33 hombres, los investigadores han establecido hasta ahora que el crimen fue cometido en momentos diferentes por unos doce hombres, primero por un grupo integrado por entre siete y nueve miembros de una banda de narcotraficantes y después por otro de tres personas.
Los detalles del crimen comenzaron a ser aclarados gracias al testimonio de los tres detenidos y a los datos extraídos del celular con el que fueron grabadas las imágenes transmitidas por internet, en el que al parecer fue encontrado un vídeo con imágenes más impactantes que el divulgado en las redes sociales.