10 muebles de corte clásico que siempre son un acierto
La gran mayoría de las siguientes piezas de estilo clásico o tradicional cuentan con siglos de historia, pero han sabido actualizarse para convertirse en elementos ideales para vestir cualquier ambiente decorativo, ya sea de corte clásico o contemporáneo.
El sofá Chester, un acierto asegurado
Es el clásico con mayúsculas, ideal para vestir cualquier espacio. Se trata de una pieza de origen británico, ideada para los clubs sociales de caballeros, de manera que estos pudieran sentarse rectos evitando posturas indecorosas. Se puede encontrar tapizado en cuero o en distintos tejidos, incluidos terciopelo o chenilla. Lo reconocerás por su aspecto mullido y sus característicos botones a modo de capitoné.
Esta pieza sofisticada y elegante se puede introducir en ambientes tanto de estilo clásico como contemporáneo. Atrévete a combinarlo con mobiliario de estilo actual para compensar su contundencia estética y crear de esta forma una estancia con singularidad y estilo en la que esta pieza funcionará como la auténtica protagonista del espacio.
Espejos de gran formato con marco de madera
Otra pieza imprescindible que, además, ayuda a multiplicar la sensación de luminosidad y a agrandar visualmente la percepción real del espacio. Con molduras muy elaboradas, de gran tamaño y con el marco pintado de blanco combina con cualquier estilo decorativo. Si lo colocas en la pared, frente a una ventana, consigues reflejar y multiplicar la luz que entra por ella.
Sillas clásicas de origen francés, estilo y elegancia
Las piezas clásicas de estilo Luis XV o Luis XVI, diseñadas en el siglo XVIII, encajan como un guante en ambientes de estilo clásico, mientras que en los de estilo contemporáneo, mezcladas con otras piezas actuales, aportan una pincelada de eclecticismo al ambiente.
La diferencia entre ambas sillas es fácilmente notable: las primeras se diseñaron siguiendo preceptos rococó y las patas son algo curvas, mientras que las Luis XVI, estilo influenciado por las excavaciones en Pompeya y Herculano, presentan una mayor simplicidad de formas y unas líneas más rectas.
Combínalas en el comedor con piezas actuales y rompedoras, actualiza su tapizado con telas atrevidas de colores intensos o dales una pátina plateada, negra o blanca, para dotarlas de un toque actual. También puedes decapar su madera, en este caso para conseguir un aspecto decadente.
Una cómoda, que no falte en el dormitorio
Ideal para almacenar y poner orden en la habitación, este mueble se ha ido adaptando a las distintas épocas, estilos y necesidades. Es una pieza práctica y decorativa, tanto en su vertiente más clásica como en los diseños más contemporáneos. Si cuentas con una cómoda antigua, trata de actualizarla mediante el uso de nuevas técnicas de pintura decorativa para muebles, como la pintura a la tiza, o cambiando los tiradores. Elígela en tonos de madera oscura si cuentas con la luminosidad suficiente en el dormitorio, o en un acabado natural y encerado para ambientes de dimensiones más reducidas o menos luminosos.
Lámparas de lágrimas, una pincelada chic para tu casa
Otro de los elementos que nunca pasan de moda son las lámparas de lágrimas. Para descubrir su origen debemos remontarnos al siglo XV, cuando se empezaron a utilizar lámparas colgantes con brazos de madera cruzados y candiles en los extremos, hoy sustituidos por bombillas en forma de vela. A partir de los siglos XVII y XVIII se empezó a introducir el cristal en su diseño para convertirlas en elementos más elaborados y sofisticados.
Si cuelgas una en una estancia con los techos altos, sobre la mesa de comedor o en el dormitorio, consigues un ambiente muy chic y sofisticado, en contraste con mobiliario y complementos de estilo actual.
Alacena, una pieza entrañable
Este mueble de gran volumen y estética inimitable, que transmite gran calidez en las casas de campo, puede convertirse en la pieza estrella del corazón de una vivienda también de estilo urbano.
Ideal para situarla junto a la zona de comedor, en ella se puede guardar todo aquello relacionado con los enseres de la mesa: vajillas, cuberterías, cristalerías y mantelerías. Las de frente de celosía o tela de gallinero aportan un toque más rústico al ambiente, mientras que las de madera sólida y opaca son piezas más neutras que encajan en múltiples ambientes.
Otra cosa que puedes hacer es reconvertir su uso tradicional e utilizarla como improvisada librería, para guardar la ropa del hogar o como original armario en un dormitorio infantil.
Chimenea, centro de miradas
Aquellos que cuentan con una chimenea en casa ya conocen la calidez que aporta, incluso cuando está apagada. Centro de miradas y elemento expositivo de excepción, aunque no esté en uso puedes decorarla utilizando complementos que sean fáciles de renovar con cierta asiduidad: velones, candelabros, espejos, cuadros… te ayudan a crear una composición única, muy personal. En función de la arquitectura de tu casa, puedes elegir distintos tipos de embocaduras: de madera tallada, de mármol o de obra, más depurada y minimalista para ambientes contemporáneos.
Aparadores, el elemento clave para un toque vintage
De complexión robusta, ayudan de manera inestimable a mantener el orden en el salón y el comedor. Puedes colocarlo contra la pared o, en espacios de generosas dimensiones, usarlo como elemento separador de ambientes. Procura mantener cierto equilibrio y proporción respecto a la mesa de comedor para crear un ambiente armónico y bien compensado. Utiliza el sobre como superficie decorativa, añadiendo lámparas simétricas a ambos lados o bodegones puramente artísticos en el centro.
Orejero, un sillón de lo más confortable
Como si te envolvieran, las butacas orejeras son todo comodidad, por lo que generalmente son el asiento más deseado de todos los habitantes de una casa. Nunca pasa de moda, tan solo necesitarás retapizarla cada cierto tiempo para cambiar su aspecto y actualizarla. De cuero envejecido o revestida en un agradable terciopelo de un tono atrevido, o cualquier otro tejido actual, la butaca orejera es en un elemento práctico y decorativo único. Coloca tu orejero para configurar un rincón de lectura junto a una mesita auxiliar y una lamparita de pie, como asiento de lujo junto a tu zona de estar, en tu dormitorio o en un vestidor.
Chaise longue, la pieza más universal
Desde los diseños más femeninos a los iconos que distintos maestros como Le Corbusier o Mies van der Rohe crearon en su momento, se trata de una pieza de gran presencia que, en función de su diseño, puede ser incluso escultórica al tiempo que confortable y decorativa.
Crea con una pieza de este estilo un rincón agradable y relajante, tanto en el salón como en una zona de lectura o estudio, en el dormitorio o junto a la chimenea. Inevitablemente se convertirá en la pieza ideal para disfrutar de momentos de relajación. Junto a una ventana, supondrá un elemento imprescindible para disfrutar de momentos de contemplación y descanso.