Para las astronautas, tener la regla en el espacio es un (enorme) problema
Realizar una misión en el espacio durante varias semanas o meses es un gran reto, que se hace mucho mayor cuando eres mujer y te toca lidiar con la regla. Un estudio publicado el jueves 21 de abril en la revista npj Microgravity explora los problemas a los que se enfrentan las mujeres astronautas, así como las soluciones que adoptan.
"Una estación espacial es una lata de conservas", explica a la web Mashable Varsha Jain, "ginecóloga del espacio", autora del estudio e investigadora en el King's College de Londres. Poca agua, higiene complicada... Junto con Virginia E. Wotring, especializada en Farmacia y en Astronomía, del Baylor College of Medicine, Jain afirma en este análisis que muchas mujeres deciden suspender su menstruación durante el tiempo que dura su misión.
"Es muy importante comprender que se trata de una elección totalmente personal", señala Varsha Jain. "No hay ninguna norma por parte de la NASA o de la Agencia Espacial Europea".
Dejar de tener la regla
La mayoría de las mujeres prefiere suspender su período y, por cada blíster de 21 pastillas normales y siete de placebo, se saltan las placebo. De este modo, dejan de tener la regla, algo que, en general, no está contraindicado por los médicos.
No obstante, esta elección puede plantear algún problema, porque si la mujer va a realizar una misión de tres años, debe llevarse unas mil pastillas, lo que supone muchos embalajes y peso añadido al equipaje. Por otro lado, la pastilla anticonceptiva podría aumentar los riesgos de desarrollar "un coágulo de sangre en la pierna o los pulmones", prosigue Varsha Jain, aunque nunca ha ocurrido.
Además, las autoras aseguran que "la estabilidad del medicamento no ha sido testada para un tratamiento hormonal de una duración tan larga en el espacio ni con el impacto de las radiaciones del espacio".
Si las astronautas deciden tener la regla como sería natural, también se enfrentan a ciertos problemas logísticos.
Dificultades para lavarse
El sistema de gestión de desechos no resulta en absoluto apropiado para el sangrado menstrual, explica The New York Times. En la Estación Espacial Internacional, sólo hay un baño que tolera la sangre. El otro recicla la orina en agua potable.
Por otra parte, mantener una buena "higiene personal durante la menstruación en el espacio también puede ser complicado, por ejemplo por la escasez de agua para lavarse o por tener que cambiarse los productos higiénicos con la microgravedad", comentan las autoras.
Las dos especialistas del espacio esperan, por tanto, que se elaboren más estudios sobre el uso de otros anticonceptivos en el espacio, y que se informe mejor a las astronautas antes de partir a la misión.
En la actualidad, las mujeres astronautas siguen estando infrarrepresentadas en comparación con los hombres, como en la mayor parte de ámbitos técnicos y científicos. En estos últimos 50 años, apenas 50 mujeres han viajado al espacio, pero seguro que la cifra no dejará de aumentar.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición francesa de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano