Helen Mirren conquista a todos en la cena de corresponsales de la Casa Blanca con su homenaje a Prince
La actriz británica Helen Mirren fue una de las pocas elegidas para compartir, la pasada madrugada, la cena de corresponsales de la Casa Blanca, en Washington. Y desde que se la vio en la alfombra roja quedó claro que ella iba a ser la triunfadora de la noche, hiciera lo que hiciese el presidente demócrata, Barack Obama.
Mirren apareció con un espectacular y elegantísimo vestido púrpura y un tatuaje (temporal) que imitaba el símbolo de Prince, fallecido la semana pasada. Homenaje doble que los corresponsales le supieron aplaudir.
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La actriz dijo que quería hacer honor al legendario cantante. "Admiro a los grandes artistas y él era un gran artista", explicó. También bromeó sobre el tatuaje. "Me encantaría decir que el propio Prince me lo hizo en 1988 o algo así, pero no, me lo he hecho yo en el baño esta mañana", confesó.
Su gesto, sutil pero efectivo, fue de lo más comentado en la cena, haciendo sombra a los chistes del presidente sobre sus adversarios políticos.
Rendido ante el acierto de la intérprete, Obama acabó por hacer un comentario que, por una vez, puso a sus oponentes y a sus partidarios de acuerdo. "Helen Mirren está aquí esta noche -dijo al auditorio. No voy a hacer ninguna broma sobre esto. Helen es sencillamente maravillosa".
