Aguirre critica en un libro la "indefinición" ideológica de Rajoy
Promete ser el lanzamiento editorial del año en la política española. Tras su dimisión como presidenta del PP de Madrid asediada por los casos de corrupción, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, saca a la venta el martes próximo un libro en el que directamente grita desde el título: Yo no me callo.
Para empezar, ha trascendido que la que fuera lideresa popular denuncia en la obra la "indefinición" ideológica del presidente Mariano Rajoy y la falta de renovación interna del partido, a lo que achaca la caída de votos de las últimas convocatorias electorales.
La actual portavoz popular en el Ayuntamiento de Madrid critica la "incapacidad" del PP para atraer a los jóvenes y generar ilusión y advierte contra el "recurso al miedo" en los mensajes electorales, una tentación en la que la propia Aguirre reconoce haber caído en las elecciones municipales. Ese azote del miedo se contrapone, reconoce, con la falta de ideas propias que planteó, haciendo del ataque constante a Ahora Madrid y a su candidata, Manuela Carmena, su única estrategia.
En materia ideológica, Aguirre se remite a 2008, cuando Rajoy definió en un discurso al PP como "un partido popular, moderado, abierto e integrador y no un partido de doctrinarios", a lo que el líder nacional añadió que "si alguien se quiere ir al partido liberal o al partido conservador, que se vaya".
"¿QUÉ ES EL PP?"
Entonces, se pregunta Aguirre en el libro, "si el PP no es un partido liberal ni es un partido conservador, ¿qué es?", señala la actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid en el capítulo 13 del libro -lo tienes al final de esta noticia-, avanzado por Espasa.
"Esta pregunta, para mí, está abierta desde entonces y como creo que la respuesta no está clara, también creo que esa indefinición es otra de las causas del abandono de votantes", continúa Aguirre.
Ha recordado que en el congreso de Sevilla de refundación del PP en 1990 se llevó a cabo una "ingente tarea" de elaboración de propuestas y programas, que fue continuada por la fundación FAES con documentos programáticos en áreas que abarcaban desde la defensa, la justicia, educación, sanidad, interior, política internacional y fiscal, entre otros. Una labor que, en opinión de Aguirre, "no ha tenido la continuación necesaria".
Como consecuencia, "la prueba más evidente" de que el PP lleva desde los 90 sin revisar sus ejes ideológicos, y sin renovar a fondo sus programas y estructuras internas, es que "hoy es muy difícil que los ciudadanos sepan con claridad" lo que proponen los populares en temas que van desde la defensa nacional hasta la educación, las pensiones, los impuestos o la energía.
Tras señalar que el partido no se ha renovado "ni en programas, ni en dirigentes ni en imagen ni en discurso", añade que desde 2012 e incluso desde 2014, cuando la recuperación económica empezó, "a lo jóvenes no les ha llegado" y sigue habiendo un 50 % de paro juvenil.
De ahí que el discurso "puramente económico" propagado en 2015 y durante la campaña "no ha calado entre los jóvenes", añade Aguirre.
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Mariano Rajoy besa a Esperanza Aguirre en un acto electoral, en diciembre de 2015.
RESIGNADOS
A Aguirre le "apena" ver en el PP "síntomas de resignación" ante la "marea de movimientos neocolectivistas", y considera que "el signo más evidente de esa decadencia" e incapacidad de generar ilusión es "el recurso al miedo", ya que "nunca se han formado mayorías sólidas con mensajes como: ¡Cuidado que lo que viene es mucho peor!".
En ese punto, hace autocrítica y reconoce haber "caído en la tentación de recurrir al miedo a Podemos", en lugar de explicar mejor a los madrileños qué se disponía a hacer como alcaldesa.
Aguirre también critica como signo más evidente de decadencia política e ideológica el "intentar constantemente adelantar a la izquierda por la izquierda, el miedo a los titulares de prensa, el miedo a ser de derechas" y, en definitiva, "ese centrismo acomplejado que intenta competir con los populistas en eso, en populismo".
"Yo no me callo", de Esperanza Aguirre