Tras los atentados de París en los que murieron 130 personas en noviembre, algunos líderes políticos tardaron poco en relacionar la llegada de refugiados con yihadistas y cuestionar la política de asilo.
Los ataques de este martes en Bruselas, en los que han muerto 32 personas, han servido a la primer ministra polaca, Beata Szydlo, como coartada para anunciar que Varsovia no acogerá a los 7.000 solicitantes de asilo que se comprometió con Bruselas.
"Después de lo que ha pasó en Bruselas ayer, no es posible que aceptemos ninguna cuota en absoluto", declaró la conservadora Szydlo en televisión.
Como recordó Amnistía Internacional tras el auge de los mensajes xenófobos y racistas que señalaban a los refugiados tras los atentados, es un error confundir y mezclar el aumento del número de refugiados con el terrorismo.
"Son dos cosas distintas, y sólo una de ellas constituye una amenaza. Los dirigentes europeos deben distinguir cuidadosamente entre ambas, y tener claro que lo mejor para la seguridad de Europa no es dar la espalda a una crisis global de refugiados, sino garantizar la entrada ordenada, organizada y humanitaria de personas que huyen de horrores similares", advirtió John Dalhuisen, Director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía.
Explosiones en Bruselas
Se ha alzado un perímetro de seguridad alrededor de la estación de Maalbeek, cerca del barrio donde se encuentran las instituciones europeas.
Un vehículo militar patrulla por la Rue de la Loi, cerca de la estación Maalbeek.
Ventanas rotas en el aeropuerto de Bruselas.
El humo se eleva de la estación de metro de Maalbeek, cerca del barrio de las instituciones europeas, tras una explosión.
Dos mujeres heridas en las explosiones del aeropuerto. Imagen de Georgian Public Broadcaster, fotografía de Ketevan Kardava.
Humo negro sale de uno de los edificios principales del aeropuerto.
Un hombre herido en el aeropuerto de Bruselas. Imagen de Georgian Public Broadcaster, fotografía de Ketevan Kardava.
Dos mujeres reaccionan tras las explosiones.
La gente evacua el aeropuerto.
Una víctima de la explosión en la estación de Maalbeek recibe los primeros auxilios.
Dos trabajadoras del aeropuerto, muy afectadas tras las explosiones y la evacuación.
Servicios de emergencias en las inmediaciones de Zaventem, lugar de las primeras dos explosiones.
Los pasajeros evacuados se arremolinan en las inmediaciones del aeropuerto con sus pertenencias.
La policía acordona la zona de la parada de Maelbeek-Maalbeek.
La policía acordona la zona de la parada de Maelbeek-Maalbeek.
115
Varios trabajadores de emergencias asisten a una víctima de la explosión del metro.