Estudiar mentes icónicas para combatir el estigma de las enfermedades mentales
Marilyn Monroe ha pasado a la historia como una de las actrices más icónicas de la historia de Hollywood. Pero detrás de esos rizos rubios y esa sensual voz se escondía una mujer muy compleja que probablemente sufría un trastorno de personalidad límite, según la periodista científica Claudia Kalb.
Los biógrafos y los comentaristas llevan mucho tiempo intentando darle sentido a la contradictoria personalidad de Monroe. La actriz "ansiaba tener amor y estabilidad", pero a menudo atacaba a quienes más le importaban.
"Lo que está claro es que Marilyn tenía algún problema de salud mental grave", afirma Claudia Kalb en su nuevo libro Andy Warhol Was a Hoarder [Andy Warhol era un acaparador]. "Sus síntomas incluían desde la sensación de vacío hasta la división de la identidad o la identidad confusa, pasando por la volatilidad emocional extrema, la inestabilidad en sus relaciones con los demás y una impulsividad que la condujo a su adicción a los fármacos y a suicidarse, justo los síntomas de una condición denominada 'trastorno de personalidad límite".
En este libro, Kalb va más allá de la imagen pública de ciertas personalidades famosas de la historia —desde Marilyn Monroe a Andy Warhol pasando por Charles Darwin o Albert Einstein— con el objetivo de ofrecer una noción de las complejas y fascinantes vidas interiores de estas celebridades basada en exhaustivas investigaciones.
En una entrevista que concedió la autora a nuestros compañeros de la edición estadounidense del HuffPost, habló sobre las alegrías y los retos que le había supuesto analizar minuciosamente informes médicos e históricos antiguos, sobre el posible síndrome de Asperger de Einstein y sobre si Darwin sufría trastorno de ansiedad, con la intención de combatir el estigma que rodea a las enfermedades mentales.
¿Para qué sirve diagnosticar una enfermedad mental de manera póstuma?
Mi objetivo era ponerle cara a algunas de esas condiciones sobre las que todos hemos leído u oído hablar alguna vez, una tarea que puede ser muy complicada. Quería humanizar las enfermedades mentales y explorarlas de manera que permitiera a las personas interesadas —o que buscaran información pensando en algún familiar o en sí mismos— aprender de una forma más accesible.
Lo más emocionante es ahondar en informes históricos, leer biografías, autobiografías y cartas. Se trataba de una investigación de triple enfoque: en ella se incluía toda esa información, además de estudios e informes médicos y entrevistas con expertos en salud mental. Así que la parte más emocionante fue la de desenterrar la historia. Por ejemplo, encontré estudios médicos del siglo XIX en los que se especulaba sobre la salud de Charles Darwin y sus posibles problemas de ansiedad y pánico. Es increíble ver resucitar a estos personajes así.
¿A qué dificultades te has enfrentado al hacer estos diagnósticos?
La principal dificultad es: ¿cómo se evalúa a una persona que no está viva? ¿Cómo se puede hacer de forma que tenga sentido y sea veraz y justo para la persona evaluada?
Quiero dejar claro que busqué informes médicos publicados sobre estas personas, así que todo lo que cuento en el libro y mi perspectiva se basan en las teorías de otras personas que estuvieron cara a cara con ellas. En algunos casos he dejado algunas cuestiones abiertas. En el caso de Darwin y en el de Einstein no hay consenso.
Lo más interesante, y difícil al mismo tiempo, de hacer diagnósticos, incluso con personas que siguen vivas, es que solo hay disponible una cantidad determinada de pruebas. Por lo tanto, lo normal es que los expertos busquen información y utilicen lo mejor que hayan encontrado para averiguar con qué enfermedad se corresponde. Evaluar la mente de alguien siempre supone un desafío, y mi objetivo es presentar a todo el mundo algunas teorías para desentrañar las increíbles vidas y enfermedades mentales de estos personajes.
Ya que la mayoría de las personas de las que hablas tenían mentes eminentemente creativas, ¿qué opinas de la relación entre la creatividad y las enfermedades mentales?
Se trata de un área de estudio muy interesante. Parece que hay algún tipo de relación entre ciertas condiciones y la creatividad; y la noción de que tu cerebro puede funcionar de manera diferente y destacar de maneras muy creativas parece ir ligada a determinados trastornos emocionales.
Resulta fascinante y refleja la realidad de que el cerebro y la mente pueden ser increíblemente preocupantes y emocionantes al mismo tiempo.
Veamos un ejemplo práctico: ¿qué fue lo que te llevó a decir que era posible que George Gershwin podría haber padecido trastorno por déficit de atención e hiperactividad?
Esta teoría es fruto de un vínculo casual con un psiquiatra de Nueva York que había estudiado piano en la Escuela Juilliard, el doctor Richard Kogan. Este psiquiatra estudia las mentes de los compositores, así que esta teoría deriva de su hipótesis.
Los detalles biográficos que reveló demostraban la exuberancia, el nerviosismo y la inquietud de la infancia de Gershwin —que se metía en peleas y de vez en cuando robaba comida de las carretas de las calles de Nueva York— y esa "energía suya" es la imagen que tiene la gente hoy en día del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. En sus escritos, afirmaba que las ideas se le ocurrían muy fácilmente. El sonido le daba energía, y Rhapsody in Blue surgió del sonido y el movimiento de un tren. Todas las cosas que le vinculaban al movimiento y a la energía parecían imitar algunas de las características del trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Kogan baraja la hipótesis de que si Gershwin estuviera vivo aún, con el comportamiento que mostraba —y con la atención que se le presta ahora al trastorno de déficit de atención e hiperactividad—, se le habría diagnosticado algún trastorno, probablemente el de déficit de atención e hiperactividad.
El compositor George Gershwin mostraba algunas conductas características del trastorno de déficit de atención e hiperactividad, según descubrió en su investigación la autora Claudia Kalb.
¿Y qué me dices de Einstein, piensas que pudo haber padecido un trastorno del espectro autista?
En realidad, el espectro autista es muy amplio. Y Einstein presentaba características afines, como empezar a hablar más tarde que los demás niños, el aislamiento social y estar siempre en su mundo sumido en sus pensamientos. Mostraba ciertos rasgos que habrían hecho saltar las alarmas si hoy estuviera vivo; seguramente le habrían hecho pruebas para detectarlo.
Incluso de adulto, Einstein tuvo problemas sociales. No le importaba su aspecto. Estaba tan inmerso en su mente que a veces era demasiado cortante con la gente, algo que le perjudicó en más de una ocasión. Era muy desorganizado en sus conferencias y clases. Era un genio, pero no era precisamente un experto a la hora de interactuar con la gente.
En este caso, parto del trabajo de un doctor británico experto en autismo, Simon Baron-Cohen. Según él, existía la posibilidad de que los síntomas de Einstein encajaran dentro del espectro autista con el síndrome de Asperger. También afirma que parece haber cierta conexión entre este tipo de autismo y la genialidad científica.
Albert Einstein, fotografiado en las calles de Berlín (Alemania) en 1922. Es incuestionable que tenía una mente brillante, pero además era muy desorganizado, uno de los signos que podrían situarlo en el espectro autista.
¿Crees que echar un vistazo a estos personajes icónicos y a sus perfiles psicológicos únicos puede ayudar a combatir el estigma que rodea a las enfermedades mentales?
Por supuesto. Espero que sirva para reducir el estigma, porque pienso que se puede ganar mucho al explorar estas condiciones y sacarlas a la luz de una manera que la gente pueda comprender y con la que se pueda identificar para ser capaces de ver en ellas aspectos de sí mismos o de sus familiares o amigos.
Quiero hacer llegar a la gente el mensaje de que el cerebro es increíblemente maravilloso y complejo. Se puede ser un genio y conseguir muchas cosas, se puede luchar y se puede llegar a lo más alto en la vida. Creo que dice mucho de nuestra forma de ser como humanos. Estamos juntos en esto y espero que el hecho de fijarnos en personas famosas que probablemente conozcamos de manera superficial para comprender sus vidas internas sirva para aumentar la empatía y para que nos identifiquemos con estas personas de verdad.
Esta entrevista ha sido editada para su mejor comprensión.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.