Los grandes de la moda se reinventan en Nueva York
Se cumplían dos décadas de la primera vez. La primera vez que se desfila en Nueva York es un cambio radical en la vida de cualquier diseñador. Si además consigues triunfar durante dos décadas como lo ha hecho Custo Barcelona, ese momento se recuerda con alegría. Custo Dalmau fue el primer español en desfilar en la pasarela neoyorquina; tras él, muchos vieron en Estados Unidos un mercado por explorar y sobre todo, posible.
El domingo más frío del año (y el segundo día más frío en Nueva York desde 1905) Custo calentaba el ambiente desde Chelsea Piers. Máxima expectación para la celebración y sobre todo ante su anunciado cambio. No cambio de modelo pero casi. Frente a los rosas, amarillos, naranjas mezclados de forma insoportable, tonos más neutros para un otoño/invierno en el que, cuenta el diseñador, "los hijos de mis primeros clientes se tienen que ver reflejados".
Modelos de Custo Barcelona sobre la pasarela de Nueva York.
Lo cierto es que el desfile fue una apología de negros, marrones, crudos, granas… y algún tímido rosa para romper la paleta de colores. Negro combinado con azules marino o verde botella, vestidos largos, minivestidos, transparencias, toques lenceros y la resurrección de la cazadora bomber de los setenta, en terciopelo con lentejuelas. Un chándal elaborado y casual combinado tanto para ellas como para ellos con pantalones de campana, y minivestidos lenceros o maxivestidos de inspiración romántica.
Y todo ello teñido del "no color", como lo define el propio Custo, el "negro" del que él siempre ha huido, pero que da nombre a uno de los vestidos más famosos del mundo, el little black dress. "Para que el renacimiento sea evidente nos hemos atrevido con algo que no habíamos hecho nunca. Siguen existiendo los colores, pero el hilo conductor es el negro, es un poco lo que ensambla la colección", explicaba Custo a la prensa.
Detrás del nuevo mensaje de la firma también está, contó el catalán, la voluntad de "lanzar un mensaje de contemporaneidad, de alta calidad. Partimos de los clásicos Custo pero con un giro a la contención". Contención rota por las redes sociales que le lleva a repensar "esto de las pasarelas". Ya no es lo mismo: "Antes un desfile servía para presentar una colección, una creación a los expertos en moda, a las revistas, a los clientes y compradores. Ahora comprador es cualquiera que ve algo en la redes sociales, le gusta y lo compra inmediatamente".
Es la nueva cultura de compra de los millenials, que en el caso de Estados Unidos en 2016 gastarán más que sus padres, los baby boomers —la generación más consumista de la que se tenía registro hasta el momento—. Las redes sociales han cambiado la forma de comprar, y por supuesto la forma de producir. Las colecciones tienen que estar preparadas para ser compradas en días. El millenial compra y lo quiere ya, para antesdeayer. Quizá por ello las colecciones "tendrían que ir de acuerdo con la temporada y no seis meses por delante".
Para disfrutar de Rebourn en Nueva York, muchas caras conocidas. Todos los amigos de Custo Dalmau quisieron arroparle en un momento tan especial, como Risto Mejide y Laura Escanes (que subió a desfilar), Jordi Mollà y su incondicional Fiona Ferrer.
Custo no fue el único que se reinventó. Otros diseñadores apostaron también por volver a sus orígenes con un elemento en común: ¡el plástico! Renace el minimalismo de Narciso Rodríguez y Vera Wang y renace el plástico como sustituto de bordados y pieles. Nuevas generaciones de consumidores que quieren ropa diferente a precios asequibles sin renunciar a estar de moda.