Luena advierte sobre los vetos y Ciudadanos, sobre las prisas para el acuerdo
A pocas horas de que se retomen los contactos para la investidura del socialista Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, los partidos meten el acelerador: condiciones, vetos, líneas rojas. El secretario de Organización del PSOE, César Luena, ha advertido este domingo a Podemos sobre su veto a negociar conjuntamente con Ciudadanos, mientras que este partido, a través del secretario general del grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez, sobre las prisas para llegar a un acuerdo de algunos.
En un encuentro con alcaldes socialistas de la Comunidad de Madrid, Luena ha señalado que los socialistas no van a tolerar esos vetos. A su juicio, el balance de esta semana, en la que su líder Sánchez ha mantenido diversas reuniones para llegar a ese acuerdo, ha sido positivo, ya que "existen mimbres para que haya una alianza progresista para España". Ha especificado que la preocupación del PSOE son las políticas y "el proyecto de país", que no siga gobernando el PP y poder aglutinar a "las fuerzas del cambio, para que haya un Gobierno progresista".
Por su parte, Gutiérrez, que ha participado en una mesa informativa con militantes, ha indicado que "hace falta sentido de Estado y darle importancia a las líneas de trabajo y a las políticas que España necesita para solucionar sus problemas". En su opinión, "no es tiempo de sumas y restas, sino de sentido de Estado y diálogo" y ha avanzado que "serán necesarias entre tres y cuatro semanas de negociación", puesto que "lo importante no es ir deprisa o despacio, sino acordar las políticas reformistas que requiere España".
"Hay gente que está presionando para que estos tiempos se acorten; yo creo que no merece la pena, que llevamos más de cuarenta días con un inmovilismo del PP. No pueden venir ahora a presionar con que hay que acortar los plazos", ha señalado Gutiérrez.
17 VECES NO
Además, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha afirmado que el líder del PSOE se ha negado a dialogar con ellos hasta en 17 ocasiones, a pesar de ser la formación que ha ganado las elecciones.
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María Dolores de Cospedal -en el centro-, en un acto con las Nuevas Generaciones del PP en Madrid.
En un acto de Nuevas Generaciones, ha contrapuesto esta actitud con de querer "dialogar con los independentistas" porque ya lo han hecho para darles senadores.
"Es una forma curiosa de creer en la democracia" y es "faltar el respeto a los españoles que han ganado las elecciones", ha recalcado Cospedal, que ha comentado que el PP sigue ofreciendo diálogo para el acuerdo a Sánchez.
Ha subrayado que España necesita un acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos, tal y como sostiene el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y que ese pacto esté liderado por el primero de ellos para que se garantice el crecimiento económico y social.
LO QUE QUEDA POR DELANTE
Mañana el PSOE entregará a los grupos políticos con los que quiere alcanzar el acuerdo un documento en el que recoge las propuestas sobre las que pretende negociar en las reuniones de las comisiones negociadoras previstas esta semana.
Es un compendio de las principales medidas que recogió en su programa electoral, que tienen como principales ejes la política económica, la agenda social, la regeneración democrática, la lucha contra la corrupción y la reforma de la Constitución como vía para resolver la crisis de Cataluña.
La idea del PSOE es repartir entre los grupos el documento para de inmediato ponerse a trabajar con ellos en mesas de trabajo para explorar los puntos de encuentro.
También lo entregará a Podemos, pese a la negativa de su líder, Pablo Iglesias, a dialogar con el PSOE mientras mantenga abierta la negociación con Ciudadanos. Los partidos con los que los socialistas quieren negociar son Ciudadanos, IU, Compromís y PNV.
Además, tiene previsto reunirse esta semana en el Congreso con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, si bien ha dejado claro que no cuenta con el PP en sus negociaciones.
También lo quiere hacer en los próximos días con los dirigentes de ERC y Democràcia i Llibertat, con los que tampoco quiere contar para presentarse a la investidura.