"Esta historia había que contarla"
TRAILER "LA NOCHE DEL MUNDO"por elhuffingtonpost
"Hay muchas historias que se pueden documentar, pero esta había que contarla", recuerda Nacho Sacaluga, aún con emoción, un año después de grabar La Noche del Mundo en Argentina. Este documental, que dirige Sacaluga junto a Fernando Ávila, cuenta la historia del Pozo de Vargas en Tucumán, una fosa clandestina en la que durante la dictadura militar argentina (1976-83) fueron arrojadas un mínimo de 80 personas, algunas de ellas vivas.
El interés de estos dos españoles en la historia de los desaparecidos surge como proyecto de investigación de la Universidad Europea a raíz de la historia personal de uno de los miembros del equipo, Carolina Meloni, cuyo tío fue arrojado a ese pozo. "Aunque conocimos la historia por Carolina, los afectados son muchos más", señala Sacaluga. Por eso su película recoge los testimonios de seis familiares de los desaparecidos, de arqueólogos, jueces, forenses...
LA HISTORIA
La represión militar que derivó de la Operación Cóndor en los países del cono sur latinoamericanos fue enorme. Sólo en Argentina se calcula que hubo 30.000 desaparecidos, muchos de los cuales siguen en paradero desconocido. Además de los conocidos, "vuelos de la muerte", hay otros casos como el del Pozo de Vargas en Tucumán, el cual fue tapado por los militares dejando enterrados los restos de personas que "un día salieron a trabajar o a la universidad y nunca volvieron", cuenta el director.
Entrevista dentro del pozo de Vargas
A partir del año 2002 salta una chispa de esperanza para los familiares de estos desaparecidos. El Juzgado Número 2 del Tribunal Federal de Tucumán pone entonces en conocimiento los hechos y contacta con el Colectivo Arqueología, Memoria e Identidad de Tucumán (CAMIT), que comienza la búsqueda de estos desaparecidos. Tras varias catas de tierra en la finca de Vargas para encontrar la entrada, comienzan a excavar. En el año 2006 aparecen los primeros restos articulados. A finales de 2015 son 47 los identificados y se confirma que hay un mínimo de 80 cadáveres.
"LA VIVA IMAGEN DEL HORROR"
Además del duro trabajo durante el rodaje a temperaturas de 50º y la estrecha relación que se forjó entre el equipo, Sacaluga nunca podrá olvidar la primera bajada al pozo: "Cuando llegamos abajo en el ascensor y miramos alrededor... fue la viva imagen del horror, un suelo formado por restos óseos". "Era una sensación de falta de aire, difícil de digerir y de transmitir", señala.
Recuerda también las entrevistas con los familiares: "Fui consciente de que me permitían colarme en su intimidad, un recuerdo de hace 40 años que ha durado hasta ahora. Una historia humana de superación, de cómo han logrado seguir viviendo".
Rodaje dentro del pozo
MEMORIA HISTÓRICA
La postura de Sacaluga respecto a la memoria histórica es clara: "Cuando hay un muerto en circunstancias raras es cuestión de Estado, no hay justificación política que valga". Prioriza la "humanidad por encima de la política, me da igual España, Argentina o Camboya". Para él, que alguien no sepa dónde está enterrado un ser querido "es motivo suficiente para movilizar un país y que se busque a esas personas, dándoles el entierro que elija la familia". Pero sabe que, en España, esto "aún es complicado". "Parece mentira que viviendo en el país en el que vivimos, aún tengamos más desaparecidos que en Argentina", concluye.
El documental, producido por la Universidad Europea y la Fundación Inquietarte y cuya idea original es de Carolina Meloni, se proyecta hasta este domingo en la cineteca de Matadero de Madrid , será presentado el año que viene a los premios Goya y pronto iniciará la ruta de los festivales de cine.