"En atención a las circunstancias excepcionales porque atraviesa el país, momentos que aconsejan un retraimiento en la exteriorización de las alegrías internas, que se compaginan mal con la vida de sacrificios que debemos llevar, atentos solamente a que nada falte a nuestros hermano que velando por el honor y la salvación de España, luchan en el frente con tanto heroísmo como abnegación y entusiasmo, este Gobierno General, ha resuelto suspender en absoluto las fiestas de Carnaval".
Con estas frases la dictadura Franquista prohibió de un plumazo el carnaval, un periodo festivo en el que se habían refugiado muchas mascaradas, celebraciones de origen pagano anteriores al cristianismo.
Algunas de estas fiestas estaban tan arraigadas en la población que se celebraron a escondidas durante años. Recuperados o no, muchos carnavales viven hoy en día momentos de esplendor más allá de los disfraces.
El Carnaval de Mecerreyes se recuperó en los años 80 después de cuatro décadas desaparecido y cada vez son más los personajes los que se van sumando a esta vistosa fiesta que se celebra en un pueblo de Burgos y que gira en torno a un gallo.