El arte como terapia: las obras de niños refugiados sirios en Madrid (FOTOS)
Wissam y Khaled tienen 14 años y mucho talento. Pero quizá no sea eso lo primero que salte a la vista en ellos. Los dos son refugiados sirios en un centro de Jordania. A Wissam tuvieron que amputarle la pierna derecha y Khaled sufre parálisis cerebral por falta de oxígeno al nacer, aunque tampoco es eso lo que les caracteriza. Lo que realmente identifica a estos dos chavales es un sentimiento común: la esperanza de salir adelante.
Ambos forman parte del grupo de niños y niñas que viven en el centro médico Bader Center de Ammán (Jordania) y que participan en un taller artístico organizado por la ONG Global Humanitaria.
Wissam, pintando una de sus obras.
Khaled y otras jóvenes, en el taller artístico de Bader Center.
La guerra civil en Siria ha obligado a más del 50% de la población a huir de su hogar. Unos cuatro millones de personas —entre ellas, la mitad niños— han buscado refugio en países vecinos, como Irak, Turquía, Líbano y Jordania, cuya situación ya era bastante compleja de por sí.
Un niño, junto a una tienda del campo de refugiados de Zaatari en Jordania.
Muchos de los niños que llegaron a Bader Center son víctimas de parálisis o amputación, pero a veces las peores heridas no se ven a simple vista. "Uno de los niños que llegó al centro tardó un año en volver a hablar por el trauma que había vivido", cuenta Marta García, de Global Humanitaria. Por eso surgió este proyecto que utiliza el arte como terapia, para dar la oportunidad a los niños de expresar sus sentimientos más profundos y canalizar así las escenas de horror que vivieron en la guerra.
El campo de refugiados de Zaatari (Jordania), en el que viven casi 80.000 personas, es el segundo más grande del mundo.
Sus pinturas han dado lugar a Little Hopes (Pequeñas Esperanzas), una exposición itinerante que ha viajado a España y que se puede visitar en el Colegio de Médicos de Madrid hasta el 30 de enero. Cada obra va acompañada de reflexiones de los jóvenes, a veces muy crudas y otras, más optimistas, pero que, en cualquier caso, no dejan indiferente.
A continuación, puedes ver algunas de las pinturas expuestas, que también se pueden adquirir a través de la web de la ONG:
'El viaje de la muerte: escapando de una y otra muerte' es el título que escogió Abd Allah para su obra. El joven, de 15 años, recuerda que estaba con su padre en casa cuando explotó una bomba. Perdió el conocimiento y cuando se despertó en el hospital, no sabía que había perdido una pierna.
'Sin hogar. Incluso al muñeco de nieve se le ha derretido de pena el corazón de vernos en la situación que estamos', reflexiona Abd Allah en esta pintura.
Iman tiene 15 años. Una bomba estalló junto al coche en el que iba montada con su familia. Dos de sus hermanos murieron. Ella perdió la pierna. En la imagen está pintando un cuadro que tituló 'Compartiendo la pena: necesito a alguien con quien compartir mi dolor'.
Posteriormente, las obras se expondrán en Barcelona, aunque, como recuerda Marta García, "el objetivo es venderlas todas" para así poder dar un futuro mejor a estos jóvenes cargados de resiliencia y de esperanzas.
Global Humanitaria también ha creado un breve documental en el que explica su labor con los refugiados sirios y nos anima a colaborar con el proyecto Ayúdales a Caminar: