El lugar en el que se inspiró el bosque de 'Winnie the Pooh'
El 18 de enero se celebra el día de Winnie the Pooh en Estados Unidos para rememorar el nacimiento del escritor inglés A. A. Milne, el hombre que dio vida a nuestro oso adicto a la miel favorito en su obra epónima, Winnie the Pooh, que se publicó en 1926.
Fue el hijo de Milne —un niño llamado Christopher Robin— quien, con su osito de peluche, Winnie, sirvió como inspiración para crear el universo en el que habitan Piglet, Ígor, Tigger, Cangu y Rito. Todos estos personajes, basados en juguetes que tenía Christopher, vivían en un hábitat ficticio plagado de héffalumps y woozles al que llamaban Bosque de los Cien Acres.
El Bosque de los Cien Acres, como la mayoría de los componentes de la historia de Milne, también está basado en un elemento real de la vida del autor. El escenario que inspiró el hábitat de Winnie se encuentra en una reserva natural del condado de Sussex, al sur de Inglaterra, conocida como Ashdown Forest. Se trata de un bosque de unas 2.000 hectáreas en el que abundan los abedules y los pinos, ubicado a unos 50 kilómetros al sur de Londres. De hecho, muchas de las ilustraciones que hizo E. H. Shepard para Winnie the Pooh imitan el pintoresco paisaje de Ashdown Forest.
El Galleons Lap de Winnie the Pooh está basado en el Gills Lap de Ashdown Forest.
Gracias a un libro que acaba de salir, los fans de Pooh, Conejo, Búho y el resto de la pandilla podrán experimentar la magia de Ashdown. En su libro The Natural World of Winnie the Pooh [El mundo natural de Winnie the Pooh], Kathryn Aalto guía a los lectores en un recorrido visual por esta región inglesa con la ayuda de los bocetos originales de Shepard. Aalto pasa por la casa en la que Milne escribió los comienzos de Pooh y por los senderos que Christopher Robin recorría cuando era niño hasta llegar a Gills Lap, el equivalente real al Galleons Lap de Pooh. Todos esos lugares rezuman la esencia que nos evoca el Bosque de los Cien Acres.
De una manera u otra, muchos rincones mágicos de Ashdown Forest han quedado plasmados en el bosque de los Cien Acres. Puede que haya pasado el tiempo, pero los tesoros aún siguen en pie, ya sea en forma de puente o de arenal.
"El tiempo se detiene en el ficticio Bosque de los Cien Acres", escribe Aalto. "En nuestra imaginación, el bosque por el que merodeaban Winnie the Pooh y sus amigos era un lugar estático que solo visitábamos cuando éramos pequeños. Pero, en Ashdown Forest, obviamente, el paisaje, que vive y respira, ha cambiado".
El libro de Aalto está lleno de datos biográficos de la vida de Milne, de muestras del ingenio de Shepard en forma de ilustración e incluso de información sobre la flora y la fauna reales de Ashdown Forest. Aalto describe todas las áreas que rodean al bosque, Hartfield Village, la casa de Milne, y lo que aún queda de las partes de fantasía como las trampas de Pooh para los héffalumps y la casa de Ígor.
Los lectores más devotos disfrutarán de estas partes, especialmente de las reglas oficiales del Juego de los palos de Pooh:
Christopher Robin con Pooh, Piglet y Rito en el nogal original.
En honor al 90 aniversario del libro de Milne, que se celebrará este año, échale un vistazo a las fotos de Ashdown Forest que se muestran a continuación.
El libro de Kathryn Aalto puede encontrarse (en inglés) a través de Timber Press.
El puente de los palos de Pooh.
La casa de Ígor se alza entre los árboles de Ashdown Forest.
El camino otoñal de helechos que lleva al riachuelo que inspiró la expedición de Pooh al Polo Norte.
Frondosos campos de colza cerca de Hartfield.
Sorpresas que rodean al sendero que lleva al puente de los palos de Pooh.
Dentro del bosquecillo en Cotchford Farm.
Burros pastando en Cotchford Farm.
El puente de los palos de Pooh.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero