Las Cortes de la incertidumbre
El 31 de octubre de 1850 una veintenañera Isabel II inauguraba solemnemente el Palacio del Congreso de los Diputados. El solar que había ocupado el antiguo convento del Espíritu Santo se convertía desde entonces en el corazón parlamentario de España. Un país que alegóricamente se abraza en el frontispicio a la Constitución rodeado por la Fortaleza, la Justicia, las Bellas Artes, la Armonía, el Comercio, la Agricultura, los Ríos y Canales de navegación, el Valor, las Ciencias, la Abundancia y la Paz.
Esa España ha inaugurado 165 años después en la misma Carrera de San Jerónimo su XI Legislatura de la actual etapa democrática. Y ha arrancado una nueva, incierta y alentadora época parlamentaria, que estará marcada por la fragmentación, la necesidad de pactos y el olvido del bipartidismo PP-PSOE.
El Congreso de los Diputados ha echado a andar con la elección del presidente de la Cámara, cargo que ostenta desde este miércoles el exlehendakari Patxi López. El socialista se ha convertido en el primer responsable de la Cámara Baja que no pertenece el partido más votado. Otro dato para los libros.
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EL NUEVO ARTE DE LA ARITMÉTICA
Su ascenso hasta el máximo sillón ha sido fruto de la nueva aritmética parlamentaria surgida tras el 20 de diciembre. López se ha impuesto en la segunda votación a Carolina Bescansa, la apuesta que ha presentado in extremis Podemos antes de que comenzara la sesión y con la intención de simbolizar su desacuerdo con el pacto entre PSOE, PP y Ciudadanos.
López ha conseguido la Presidencia en la segunda ronda de votaciones tras no lograr la mayoría absoluta en la primera, como marca el Reglamento del Congreso. En la definitiva ocasión ha logrado 130 votos -PSOE y Ciudadanos-, frente a los 71 de Bescansa -Podemos e IU-. El PP y el resto de partidos han depositado 149 papeletas en blanco.
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Villalobos, López y Navarro
Y es que en esta jornada se han experimentado muchas nuevas sensaciones. Los populares, que lograron 123 diputados en las elecciones, ni siquiera han presentado a un candidato al dar por perdidas sus opciones por su actual soledad política. No obstante, tendrán el mayor número de integrantes en la Mesa -tres de nueve-, al contar con la Vicepresidencia Primera (Celia Villalobos), la Vicepresidencia Cuarta (Rosa Romero) y la Primera Secretaría (Alicia Sánchez-Camacho).
La Mesa del Congreso era para muchos políticos un mero trámite, burocracia parlamentaria, un órgano desdibujado. Pero ahora cobra gran importancia, ya que tendrá que ordenar los debates sin el rodillo de la mayoría absoluta. El presidente del Congreso tendrá un papel mucho más activo en las próximas semanas junto al rey en relación a la búsqueda de un candidato que pueda lograr la investidura como jefe del Ejecutivo.
Asimismo, formarán parte de este órgano la socialista Micaela Navarro -una persona de la máxima confianza de la presidenta andaluza, Susana Díaz-, que ejercerá de vicepresidenta segunda, la podemita Gloria Elizo, como vicepresidenta tercera, los ciudadanos Nacho Prendes y Patricia Reyes -como secretarios- y el miembro de la lista de confluencia En Comú Podem Marcelo Expósito, también en una Secretaría.
"DIÁLOGO Y ENTENDIMIENTO"
De esta manera ha cristalizado esta primera votación en la Cámara Baja. Y cada uno lo ha intentado explicar a su manera. El PP ha vendido su retirada e incapacidad de victoria como un ejercicio de responsabilidad y una muestra de cesión para que le dejen formar Gobierno posteriormente. Los socialistas, en cambio, han remarcado que es posible alcanzar lo más alto con acuerdos. Desde Ciudadanos, se alegran de servir como mediadores de pactos entre los partidos constitucionalistas. En el otro extremo, Podemos habla de una gran coalición ya de facto que responde a los intereses de las élites económicas.
Consciente de la situación del país, López ha querido hacer en sus primeras palabras un alegato en favor del “diálogo y el entendimiento”. "Debemos saber gestionar las discrepancias y buscar en todas las ocasiones que nos sea posible más lo que nos une que lo que nos separa", ha subrayado ya como tercera autoridad del Estado.
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Unas palabras que han retumbado en los muros del Congreso ante la inestabilidad política del país y ante el desafío separatista catalán. Estas Cortes se han bautizado justo un día después de que en Barcelona tomara posesión como presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que está decidido a proclamar en 18 meses la independencia de esta comunidad.
“Esa es la esencia misma de nuestro país, la esencia misma de la democracia", ha remarcado López, quien ha dibujado su forma de entender la nación: "España no es un mapa ni una identidad, es el pacto ciudadano por la libertad y por el progreso colectivo".
DE LOS REYES CATÓLICOS A LAS RASTAS
Ahora toca pasar de las palabras a los hechos. El nuevo Congreso ha vivido la llegada de los emergentes, pero también las formas han despertado el malestar y los abucheos de algunos de los presentes en la bancada popular y la fría mirada de los socialistas.
Podemos ha buscado innovar con la fórmula para prometer las actas de diputados y han aprovechado sus primeros segundos de gloria para pedir un cambio en la Constitución y defender la "diversidad" y la "soberanía" de "los pueblos del Estado". Gran expectación había entre los periodistas cuando le ha llegado su turno al líder morado, Pablo Iglesias, quien ha aseverado: “Prometo acatar esta Constitución y trabajar para cambiarla. Un país para su gente”.
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Nuevas retóricas, nuevos tiempos, viejos amigos, nuevos enemigos. Las estatuas de mármol blanco de Carrara de los Reyes Católicos han presenciado cómo Rajoy se quedaba mirando las rastas del diputado de Podemos Alberto Rodríguez, mientras la exdiputada de UPyD Irene Lozano se sentaba junto a su nuevo compañero Patxi López, los representantes de CDC se quedaban aislados en el gallinero - ¡ay, aquellos tiempos con Duran i Lleida!- y Bescansa llevaba a su bebé a las votaciones.
Esta ha sido una de las imágenes más icónicas que nos dejará este miércoles 13 de enero. Una fotografía que ha causado polémica. Para Podemos se trata de una reivindicación de la conciliación familiar, y en las filas de los otros partidos algunos diputados se han quejado de que no haya hecho uso de la guardería que tiene la Cámara Baja.
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Errejón, Bescansa y su bebé
A LA ESPERA DEL REY
Entendimiento y diálogo pedía López, pero sus señorías han salido del hemiciclo cuatro horas después sin saber quién gobernará el país. Por el momento, la máxima del nuevo presidente del Congreso no ha calado entre los principales rivales políticos.
López se reunirá este jueves ya con Felipe VI, al igual que el también elegido presidente del Senado, Pío García-Escudero, para comunicarle la constitución de las Cortes Generales. Entonces el calendario quedará en manos del monarca, quien debe convocar una ronda de consultas con los representantes de los grupos parlamentarios para proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno.
En los pasillos de la Cámara Baja, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confiado en llegar finalmente a un acuerdo con el PSOE y Ciudadanos. Es la hora del “sentido común”, ha señalado, a la vez que ha reivindicado un pacto para dar estabilidad a España en los próximos cuatro años.
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Alberto Rodríguez y Mariano Rajoy
También ha recibido muchas miradas el líder del PSOE, Pedro Sánchez, quien espera conseguir una gran coalición “progresista” y un acuerdo con C’s y Podemos si fracasa Rajoy en la investidura. A tenor de las declaraciones y los gestos en la Cámara Baja, los miembros del PSOE y de Podemos no parecen acercarse con demasiado cariño - y más tras las fallidas negociaciones por la Mesa-. "Si alguien ha puesto tierra de por medio a la posibilidad de un cambio en este país ha sido Pedro Sánchez", ha lamentado Iglesias tras prometer su cargo.
“Declaro constituido el Congreso de los Diputados. Se levanta la sesión”. Así ha puesto López final a la jornada y principio a una legislatura, que puede pasar a la historia por sus novedades pero también por la brevedad si no se llega a ningún acuerdo. Algunas de sus señorías ya piensan que tendrán que enfrentarse de nuevo a las urnas a finales de mayo.
Por el momento, retornan los debates, las propuestas legislativas, los rifirrafes, los corrillos en los pasillos, las declaraciones, los votos a favor y en contra y las charlas tras los plenos con croquetas en Casa Manolo.
Madrid vuelve a ser Madrid.