Albert Pla: "Yo no necesito un presidente del Gobierno"
El cantautor Albert Pla (Sabadell, 1966) habla casi a cámara lenta. Sentado en un bar de la Gran Vía de Madrid, frente a una taza de café ya vacía, se piensa mucho lo que va a decir. Guarda silencios que se hacen eternos mientras se le dibuja una sonrisa pícara, imaginando, quizá, lo que le gustaría soltar pero prefiere callar.
Acaba de publicar su primera novela, España de mierda, en la que describe un país en una situación apocalíptica con trazos de realidad y ficción. Pla habla de corrupción, drogas y grupos terroristas que campan a sus anchas por todos lados.
Tras pasar por música, cine y teatro, el catalán afirma que se ha sentido cómodo escribiendo porque, aclara, no es muy distinto a todo lo que había hecho hasta ahora. "Descubrí lo de los guioncitos de diálogo y ya todo fue rodado", ironiza.
¿Qué salvaría de España? Leyendo el libro da la impresión de que sólo la comida…
¿La comida? ¡Qué va! Me quería reír un poco del empeño que tiene la gente de que cuando va a Segovia hay que comerse un cochinillo por narices y en cada sitio hay que cumplir con esos rituales gastronómicos pantagruélicos.
Si tampoco salva la comida. ¿Qué queda?
Segovia.
¿España es un país tan de mierda como lo dibuja? ¿Es exageración o de verdad la ve así?
Queda claro en el libro que está hecho una mierda, ¿no?
¿Lo ve así?
Sí. Creo que el mundo está hecho una mierda, no sólo España.
(Sigue leyendo después del vídeo...)
¿Cataluña tiene lo mismos defectos que ve en España?
Todos los países están jodidos. Es verdad que los españoles, aparte de estar jodidos y de ser medio tontos, chulean. Eso igual les distingue de otros países, porque están orgullosos, así que no hay posibilidad de rectificación ni de enmendar el asunto. Porque, claro, si eres tonto, haces todo mal y encima estás orgulloso… Mal empezamos.
En un momento del libro critica a Ciudadanos y a Podemos, como si no acabara de fiarse de ellos. ¿Les ve los mismos defectos que a la llamada ‘vieja política’?
¡Ya están aquíiiiiiiii! No los sigo tanto como para decir mucho, pero parece que se van a quedar con los demás, que están ahí, que ya son uno más.
Hace algo más de un año se metió en un lío por decir que mataría a los de Podemos “antes de que empezaran a hacer daño”. ¿Cómo lo ve ahora?
Ahora ya… el mal está hecho.
Dice que nunca ha votado. ¿Va a cambiar eso este mes?
Lo dudo.
¿Qué tendría que cambiar para que usted fuese a votar?
Que hubiera un político que planteara una manera de organizarse. Siempre me ha parecido una estupidez lo del rey, pero lo del presidente también. No creo que yo necesite un presidente del Gobierno.
Entonces, ¿qué propone?
Que la gente se organice de una puta vez.
Pero si acaba de decir que los españoles son medio tontos, ¿cómo se conjuga eso?
No vayamos a poner de titular que en España somos tontos, a ver si me la voy a cargar. Yo creo que la gente vive engañada por, en este caso, la clase política. Una persona que miente constantemente, que no hace nunca lo que dice y, cuando lo hace, lo hace cuatro veces más caro, no es un buen gestor para la sociedad. Pero si a 40 millones de tipos les parece bien, igual soy yo el tonto.
No va a votar y tampoco le gustan las manifestaciones. ¿Cómo quiere entonces que cambien las cosas?
¿Quién ha dicho que yo quiero que cambien las cosas? A mí me da igual que cambien las cosas, a mí como si se quieren matar todos entre todos, a mí como si quieren coger un cohete e irse todos a la luna o desplazar al planeta Tierra dos metros para allá. No tengo solución ni ninguna propuesta para el bien de la humanidad.
¿Le interesa algo lo que está ocurriendo en Cataluña? ¿Cómo ve el proceso independentista?
No lo sigo. La verdad es que es confuso.
Pero, ¿cree que si Cataluña se independizara mejorarían las cosas?
No tengo ni idea.
Entonces le dará también lo mismo si Cataluña se independiza o no…
A mí si me dicen: ‘¿Te gustaría que Cataluña fuera independiente?’ Diría: ‘Sí, vale’. Pero nada más que eso. He vivido siempre así y pienso seguir viviendo y no es ninguna prioridad mía ni pienso luchar por eso.
En el libro dice que los mandatarios españoles siempre se cuidaron mucho de evitar la educación de los ciudadanos. ¿Sigue siendo así?
Sí. Se nota cada vez que abres un periódico, pones la tele, miras una valla publicitaria, entras en un banco, vas a comprar algo… En cualquier gesto.
(sigue leyendo después del vídeo...)
¿Cómo ve la Lomce?
¿Perdón? Esto no lo he pillado. ¿Lomce?
Sí, la nueva ley de educación, muy polémica. Muchos dicen que quiere desmantelar la educación pública, que da mucha importancia a la Religión…
Pero ellos lo han dicho desde siempre, no lo han ocultado. No entiendo a qué viene tanta sorpresa. Pues claro, el PP es un partido de derechas, conservador, con unos pilares morales que nunca han ocultado.
¿Qué es para usted la religión?
Una estafilla. Cuando te mueres no puedes protestar, así que no hay ningún cliente que vaya a decir: ‘Oiga, que esto no es así’. Venden un producto que no recibe quejas. Es muy buena idea.
En el libro, el protagonista empieza a echar cuentas después de un concierto y acaba viendo que pierde dinero. ¿Es así?
El 50% de las veces, sí. Y peor. Está cada vez más difícil y la cuenta que hice es real, no es inventado.
¿Qué tendría que cambiar para que esto no fuera así?
Los teatros, la gente que los dirige, los que los administran. Tendría que cambiar la responsabilidad de los teatros hacia la sociedad… Tendría que cambiar todo. De hecho, no creo que ya se haga ni teatro. Miras la Gran Vía y todo son franquicias yanquis. En Madrid y en Barcelona ya no se hace teatro. Sí, cuatro colgadetes en una sala alternativa, pero el teatro ya no mueve nada, ni a la juventud. No dice cosas porque no se le da la posibilidad a la gente de que vaya.
¿Quién tiene la culpa?
No es una cuestión de culpa. Es una cuestión de que es así. El mundo va cambiando. Mañana igual pegan una bomba atómica en Hollywood y se mueren todos los distribuidores y ya no pueden hacer más La Bella y la Bestia. No sé, igual se les queman todos los disfraces.
¿Cómo afecta el 21% de IVA?
Es complicado de llevar no sólo para el artista, que llena un teatro y no cobra, sino para el productor, el que contrata a gente para que eso se llene o se hagan actos culturales, que no puede llevar adelante porque pierde dinero. Y no sólo eso. Es que recibes una presión que más bien parece que estás molestando, tocando los huevines a este y al otro, más que proponiendo una obra de teatro.
(Sigue leyendo después del vídeo...)
Hay un momento del libro en que enumera a músicos y va contando todos los que murieron por sobredosis. ¿Cómo ha afectado la droga a la música? ¿Cómo está ahora?
En la música ha habido mucha droga y supongo que la seguirá habiendo. Eso, a algunos, les sienta muy bien. Conozco a drogadictos a los que les sienta muy bien la droga. Es más, ser drogadicto no quiere decir estar todo el día drogándote. Puedes utilizar las drogas para cosas buenas o para ocasiones. También es cierto que hay mucha gente que no lo ha pasado tan bien por las drogas.
En el libro imagina que los españoles intentan huir del país y se topan con las concertinas y las vallas que ellos mismos habían colocado. ¿Justicia poética?
Estoy convencido de que va a pasar, sí. Algún día, cualquier tipo que lea este artículo se va a encontrar intentando subir a una valla si no se muere antes por un disparo de la Policía marroquí. [Risas].
¿Cree que vemos estos problemas como demasiados lejanos?
Yo no lo veo como un problema lejano, sino como una realidad. Medio planeta vive de puta madre mientras el otro medio vive como una puta mierda. Eso es así y no es justo. Hay unas desproporciones muy bestias y no nos damos cuenta de que estamos en una zona que no es de privilegio, sino de los que, con la fuerza de las armas y del dinero, guardan su riqueza.
¿A muchos les interesa que se utilicen las armas?
Cuando se pilla una red de cocaína no se pilla al cocainómano, sino al narcotraficante. Y tampoco se detiene a las prostitutas, sino a quien controla la red de trata de blancas. Entonces, no entiendo por qué con las armas no pasa. ¿Por qué no miran la marca de la bomba o de la escopeta que se ha cargado a este o al otro? No lo entiendo.
En el libro narra un atentado en una sala de conciertos. Macabra coincidencia con Bataclan. ¿Cómo vivió los atentados de París?
Yo estoy en guerra y soy consciente de ello. Vivo en un país en el que hay guerra. Quien no quiera entenderlo así se equivoca. Hemos hecho guerras contra Irak, contra Afganistán y ahora estamos en guerra. Que se entere todo el mundo. Un poquito de cada 21% del IVA se va para balas. Estamos financiando esto. Y si estamos en guerra, estamos en guerra y esto puede explotar. Lo perverso es que el Gobierno lo oculte y lo niegue.
(Sigue leyendo después del vídeo...)
No suele hablar muy bien de los Borbones. ¿Qué le parece Felipe VI?
No tengo opinión sobre los Borbones. Me parece que en España somos monárquicos hasta la médula. Creemos que lo más justo del mundo es que mi hotelito tiene que ser para mi hijo, así que el palacete del rey tiene que ser para su hijo. Si se lo ha montado mejor el padre de otro que el tuyo, jódete. Así que seguirá habiendo monarquía. Y quien me diga que es republicano, que no quiere al rey, pero defiende todo esto… me parece una chorrada.
¿Por qué?
Me parece una contradicción que estés en contra de la monarquía y, en cambio, estés a favor de dejar a tu hijo lo que es tuyo y de quedarte lo que tiene tu padre sin haber hecho nada por eso. Lo mismo que hace el rey. Yo estoy en contra de eso, pero parece que la gente no. Pues hijo, es que son monárquicos.
¿Podría definir a Mariano Rajoy en pocas palabras?
No lo conozco.
¿No?
Sé que es el presidente, que tiene cara de tontín. Pero no mucho más.
¿Y a Pablo Iglesias?
Si vas a seguir con nombres de estos, te voy a decir que están hasta en la sopa. Vale ya, tíos, apártate un rato, déjame vivir un ratillo, déjame en paz, colega, eres un pesado, un impresentable, apártate de una vez, que me estás cargando.
Entonces, Artur Mas…
Lo mismo de lo mismo.
Si pudiera elegir a una persona para que fuese presidente…
No eligiría a nadie. Tengo una compañía teatral en la que somos 10 y no tenemos presidente e incluso a veces decidimos las cosas con procesos no democráticos.
¿Por ejemplo?
Que nueve queremos una cosa y uno no lo quiere y gana el uno. Y todos estamos la mar de contentos y nos hemos cargado la democracia en un pis-pás. Y puede funcionar. Osea que no necesitamos ni presidente, ni democracia, ni forma de gobierno, porque cada uno sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer dentro del trabajo que estamos haciendo. No necesitamos un tío que venga a decirnos: ‘Yo te voy a dar…’ Es que no quiero que me des nada. Ya lo hago yo.
