'Floga', el yoga que te quita el miedo a volar
El último palabro del hipsterismo británico apenas tiene cinco letras: hablamos del floga, un acrónimo de fly (volar) y yoga. A pesar de que, por su nombre, podrías pensar que estamos hablando de hacer yoga de altos vuelos, la historia es mucho más sencilla: esta nueva moda trata de aprovechar los minutos previos al embarque para hacer algunos estiramientos y posturas de yoga que eviten la tensión y los nervios que muchos padecen a la hora de coger un avión.
Las salas de yoga en aeropuertos se han convertido así en la perfecta cura antiestrés (adiós, Lexatin, adiós), bien sea para afrontar el vuelo con calma o para descargar las tensiones del día a día, aprovechando esos minutos de espera obligada antes del embarque.
Uno de los primeros aeropuertos en incorporarlo fue el de Chicago (Estados Unidos), en la Terminal 3 del O’Hare. Con suelo de bambú, provee esterillas y vídeos explicativos con clases motorizadas. En el Fort Worth de Dallas hay todo un estudio de yoga perfectamente equipado y el de San Francisco, a falta de una sala, tiene dos (en las terminales 2 y 3).
A este lado del charco no somos ajenos a la moda: Helsinki (Finlandia) fue la primera capital en contar con una sala de yoga abierta a todos los pasajeros; en Heatrow (Londres, Reino Unido), por el contrario, solo está disponible para los viajeros de la sala VIP de la alianza SkyTeam. Gatwick (también en Londres) cuenta con una sala de yoga con instructora incluida, la yogui-instagramerShona Vertue (26.000 seguidores).
En España, de momento, no hay noticias del floga. Y no será por falta de espacio en las nuevas terminales de El Prat, Adolfo Suárez Madrid Barajas, Alicante… Seguro que pronto podremos hacer la postura de la Flor de loto antes de coger el próximo vuelo.