Abrigos para gallinas: costura por una doble buena causa

Abrigos para gallinas: costura por una doble buena causa

Nicola Congdon y su madre, Ann, han decidido ponerse a tejer por una buena causa. Estas dos mujeres inglesas han comenzado a vender abriguitos para gallinas rescatadas de instalaciones donde las mantenían enjauladas y van a donar lo que recauden a un centro de niños huérfanos con sida en Sudáfrica.

Nicola, amante de las aves, explica que los jerséis no sólo son adorables, sino que además ayudan a las gallinas a aclimatarse tras haber sido rescatadas, ya que muchas pierden las plumas por el estrés sufrido en las jaulas.

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Las gallinas han tenido problemas para adaptarse al frío después de haberse pasado la vida confinadas en jaulas diminutas.

"Es importante que la gente se sensibilice con las condiciones precarias en las que viven las gallinas ponedoras y los problemas que sufren cuando salen de esos centros", contaba a la web de noticias Mashable. Por eso, Congdon y su madre, que tienen 60 pollos y la mitad son aves rescatadas, se han pasado los últimos seis meses tejiendo.

"A las gallinas les encantan", explicaba a la cadena británica SWNS la joven de 25 años, que asegura que se sienten muy cómodas con los jerséis porque se ajustan perfectamente a su cuerpo, si bien los expertos señalan que las aves en condiciones normales no necesitan capas adicionales para entrar en calor.

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Nicola Congdon en la cocina de su casa, donde cose con su madre.

La vida de estas gallinas ha cambiado de forma radical y ahora están perfectamente cuidadas. "No las dejo sin atender, pero está bien darles libertad siempre que haya alguien vigilando por motivos de seguridad", cuenta por correo electrónico a la edición estadounidense de The Huffington Post. "Yo misma suelo hacerlo durante 30 minutos. Así socializo con ellas y se animan".

Desde que los medios se hicieron eco de su labor, afirma Congdon, ha recibido encargos desde distintos rincones del mundo, incluidos Canadá.

"Nos han preguntado mucho por los jerséis y ya hemos vendido un montón. Al público le encanta la idea por lo inusual que es y los compran para regalárselos a familiares y amigos", cuenta al HuffPost. Normalmente, la gente suele pagar 5 libras (unos 7 euros) por cada prenda.

Todos los ingresos por las ventas de abrigos irán a parar a Project Primrose, una ONG de ayuda a los niños con sida del orfanato Ubuntu, situado en una de las zonas más pobres de Sudáfrica.

Quien esté interesado en realizar alguna donación o en contactar con Nicola puede hacerlo a través de su correo electrónico: nicola@projectprimrose.com.

Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido adaptado del inglés por Marina Velasco

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