Ventajas de ser 'foodie': por qué los superalimentos son buenos para tu figura
¿Cómo te quedas si te digo que los aventureros del comer, esos personajes conocidos en el mundo (al menos en el de Instagram) como foodies, pueden ser más propensos a mantener la línea? Suena contradictorio, pues en las dietas, por lo general, se seleccionan una serie de alimentos y se destierran otros tantos que nos desvían del propósito del régimen; sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Cornell de Nueva York (miembro de la prestigiosa Ivy League), publicado en la revista médica Obesity, quiere demostrar que buscar el último ingrediente de moda y obsesionarse por los superalimentos es lo mejor que le puede pasar a la figura.
Según sus autores, los amantes de probar cosas nuevas demostraron tener masas corporales menos grasas por incorporar en su dieta una amplia variedad de alimentos: ya sea la comida coreana, la de Oriente pPróximo, las semillas de chía o el kholrabi.
Los nutricionistas ya manejan para las dietas la importancia de variar en la comida; de hecho, uno de los trucos que recomiendan a la hora de hacer régimen es incorporar todo tipo de verduras y hortalizas (dentro de las permitidas) a las ensaladas, "así evitas el cansarte de comer siempre lo mismo, aportas una cantidad de vitaminas y minerales más elevada y, además, ayuda a no ver la dieta como una losa", cuenta Valeria Castagna, especialista en Clínica Ravenna Madrid.
Además, los foodies suelen comer menos cantidad (a favor de la calidad) ya que acostumbran a hacer de las comidas todo un acto social, rodeados de amigos en torno a la mesa. Y no olvidemos mencionar que, al ser amantes de la comida, también están "más activos e interesados en mantenerse saludables y en conocer la tradición culinaria", según los resultados del estudio.
Los que arriesgan poco en sus menús, por el contrario, demostraron ser más fácilmente influenciables por la publicidad de comida con famosos, el diseño de los envases, la facilidad de preparación de la comida y su precio.
Al comer de todo, muy variado, estaremos educando a nuestro cerebro... o este a nosotros. ¿Sabías que, cuando pruebas algo fácil de digerir, un mecanismo de tu cerebro hará que la próxima vez que lo comas te resulte más rico al paladar?