¿Tu frigorífico funciona? Entonces no guardes el pan dentro. Si lo que quieres es que tu pan aguante tierno más tiempo, envolverlo con plástico y guardarlo en el frigorífico es lo peor que puedes hacer.
Aunque suene contraintuitivo —ya que los frigoríficos se inventaron para ayudarnos a conservar la comida en mejor estado—, hay una explicación. Para entender por qué sucede esto, el blog de alimentación Serious Eats echa mano de la ciencia de la "retrogradación y la recristalización del almidón". Esta es la manera técnica de decir que, durante el periodo de vida del pan (que comienza cuando el pan empieza a enfriarse después de salir del horno), el almidón (que se reorganiza mientras el pan está en el horno) se reagrupará hasta alcanzar su estado original de cristalización. Por ese motivo el pan se pone duro o correoso. Y meter el pan en el frigorífico sólo acelera el proceso.
Entonces, ¿qué hay que hacer para que el pan se mantenga más tiempo tierno?
David Norman, desde Easy Tiger, su conocida panadería y cervecería de Austin (Texas, Estados Unidos), explica que es mejor comprar barras u hogazas de pan enteras en vez de pan ya cortado en rebanadas, ya que el periodo de vida del pan se reduce una vez cortado en trozos. Lo recomendable es cortar lo que vayas a comer y, si quieres que la barra te dure un par de días más, lo mejor es dejar el pan apoyado en la mesa por la parte por la que lo has cortado, según explicó Norman a a la web de recetas de cocina The Kitchn.
¿Y si compras el pan al por mayor? La mejor manera de evitar el proceso de recristalización es meterlo en el congelador: guárdalo en una bolsa o recipiente herméticos y luego deja que se descongele por completo antes de sacarlo del recipiente.
Para ver cuánto puede llegar a durar el pan, echa un vistazo a esta tabla elaborada por Eat By Date.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero
En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: después de hornearlas, entre uno y dos meses.
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En el frigorífico: de 3 a 5 días.
En el congelador: mejor no.
Buns In My Oven
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En el frigorífico: una semana.
En el congelador: uno o dos meses.
Richard Masoner / Cyclelicious/Flickr
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En el frigorífico: dos semanas.
En el congelador: uno o dos meses.
gagilas/Flickr
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En el frigorífico: entre 3 y 5 días.
En el congelador: uno o dos meses.
Paul Poplis via Getty Images
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En el frigorífico: un par de semanas.
En el congelador: uno o dos meses.
PM Images via Getty Images
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En el frigorífico: unos siete días.
En el congelador: un mes.
Snap Decision via Getty Images
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En el frigorífico: un día o dos.
En el congelador: uno o dos meses.
cobalt123/Flickr
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En el frigorífico: un día o dos.
En el congelador: tres o cuatro meses.
Lauri Patterson via Getty Images
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En el frigorífico: entre tres y cinco días.
En el congelador: de seis a doce meses.
Ursula Alter via Getty Images
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En el frigorífico: de tres a cinco días.
En el congelador: de cuatro a seis meses.
Another Pint Please.../Flickr
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En el frigorífico: de tres a cinco días.
En el congelador: de cuatro a doce meses.
Riou via Getty Images
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En el frigorífico: un día o dos.
En el congelador: un año.
I Believe I Can Fry/Flickr
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En el frigorífico: uno o dos días.
En el congelador: nueve meses.
Clive Streeter and Patrick McLeavy via Getty Images
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En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: dos o tres meses.
Phoebe_Lapine via Getty Images
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En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: de dos a seis meses.
variophoto via Getty Images
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En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: de uno a tres meses.
my_amii/Flickr
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En el frigorífico: tres o cuatro.
En el congelador: uno o dos meses.
Image Source RF/Chad Springer via Getty Images
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En el frigorífico: de tres a cinco semanas.
En el congelador: es mejor no congelar. Lo que puedes hacer es batir las yemas y las claras juntas y luego congelarlas. O congelar las yemas y las claras por separado.
Image by Catherine MacBride via Getty Images
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En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: hasta doce meses.
Tohoku Color Agency via Getty Images
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En el frigorífico: de dos a cuatro días.
En el congelador: las yemas no se congelan bien.
Andrew Unangst via Getty Images
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En el frigorífico: una semana.
En el congelador: no los congeles.
Fotosearch via Getty Images
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En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: una vez horneada, entre uno y dos meses.
Charles Islander via Getty Images
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En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: no conviene congelarlas.
Debbi Smirnoff via Getty Images
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En el frigorífico: tres o cuatro días.
En el congelador: después de hornearlas, entre uno y dos meses.
Photo by Jessica Goodman via Getty Images
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