Avión ruso: 7 incógnitas del accidente
El accidente del avión ruso de la compañía Kogalymavia sigue planteando muchas dudas a las que aún no se ha podido dar respuesta. El aparato estalló en el aire el sábado 31 de octubre en una zona montañosa de la provincia del Sinaí, en Egipto, con 224 personas a bordo. El suceso tuvo lugar 23 minutos después de despegar de la localidad turística de Sharm el Sheij, en la costa egipcia. Debería haber aterrizado en San Petersburgo.
Las cajas negras del Airbus A321 han sido localizadas y, de acuerdo con fuentes judiciales citadas por Reuters, las delegaciones egipcia y rusa que lideran la investigación del siniestro comenzarán a analizarlas. De ahí se podrán sacar conclusiones que pongan luz a la extensa oscuridad que rodea el accidente y, quizá, dar respuestas a preguntas de las que aún se desconoce la respuesta.
Rusia ha asegurado que el avión se destruyó en el aire, pero se mantiene la incógnita sobre las auténticas causas de la tragedia. La agencia de aviación civil, Rosaviatsia, ha afirmado que todos los indicios apuntan a que "la destrucción de la estructura de la avión ocurrió a una gran altura".
Según fuentes de transporte citadas por la agencia Tass, los expertos rusos encontraron en la zona fragmentos de las alas del A-321 que mostraban indicios "de impactos térmicos y físicos", lo que denotaría que el avión "pudo quemarse" mientras volaba. El aparato se habría partido en dos en el aire, según Oleg Smirnov, condecorado piloto soviético, debido a que "a 172 kilómetros por hora un avión como ese ya no vuela, sino que toma un ángulo crítico de ataque y entra en barrena". Todas esas explicaciones no responden a la gran pregunta ahora: ¿por qué?
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Un grupo insurgente vinculado a Estado Islámico en Egipto reivindicó haber derribado el avión ruso, según un comunicado que sus seguidores publicaron en la red social Twitter. Los yihadistas mostraron en un vídeo imágenes de un avión de pasajeros que explota en el aire y cae en picado, pero sin aportar evidencia alguna de que se pueda tratar del avión ruso siniestrado.
El Ministerio de Transporte ruso salió rápidamente al paso de esta reivindicación y calificó de "no verídicas" las informaciones que apuntan a la tesis del atentado terrorista. Tampoco expertos de seguridad consultados por la BBC creen en la hipótesis del atentado. El principal grupo armado asociado a Estado Islámico existente en la región es Provincia del Sinaí, que sí cuenta con misiles tierra-aire, pero éstos son incapaces de alcanzar la altura a la que volaba el avión -9.400 metros de altitud- antes de caer a plomo, según los datos de posicionamiento.
Sin embargo, en las últimas horas el Kremlin ya no se muestra tan tajante. "Ahora no se puede descartar ninguna versión", dijo el portavoz, Dmitri Peskov, preguntado por los periodistas acerca de si se contemplaba la posibilidad de un ataque terrorista.
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La Cadena Ser asegura que la única hipótesis viable ahora mismo para barajar la teoría del atentado pasa por la posibilidad de que el Airbus llevase un terrorista suicida a bordo o un artefacto explosivo. Diferentes expertos militares consultados por AFP no excluyeron en un principio la posibilidad de una bomba a bordo o de que el aparato hubiese sido alcanzado por un cohete o un misil mientras descendía como consecuencia de un fallo técnico.
Pero, aún así, hay elementos que no cuadran con esta teoría. "Si una bomba explota a una altitud de 10.000 metros, el avión se desintegraría por completo debido a la presión", indica un experto militar citado por el diario estatal Al Ahram.
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Restos del avión siniestrado.
La aerolínea descarta que el aparato sufriese un problema técnico de tal magnitud como para que se desintegrase en el aire y que la única causa posible es "una acción mecánica exterior".
"La única causa que puede explicarlo es una acción mecánica exterior en la aeronave", dijo a los periodistas el vicedirector general de la compañía Alexánder Smirnov. Agregó que "no puede haber tal conjunción de fallos del sistema que lleven a que el avión se desintegre en el aire". Un portavoz de la compañía ya había avisado de que el motivo no pudo ser un fallo o un incendio en el motor del Airbus.
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Restos del avión siniestrado.
La Cadena Ser cita a fuentes de los servicios de información españoles desplegados en el norte de África y en Oriente Próximo que afirman que el Airbus era un avión muy viejo que había tenido previamente titularidad libia y después turca. Es más, el copiloto se había quejado previamente del estado del aparato, según ha asegurado su esposa, Natalya Trukhacheva, en una entrevista en la televisión rusa NTV.
Durante la entrevista, recogida por varios medios, la mujer del copiloto -Serguéi Trukachev- aseguró que su hija "le llamó antes de que volara". "Antes del vuelo, se quejó de las condiciones técnicas del aparato dejaban mucho que desear", ha explicado Trukhacheva.
Un alto cargo egipcio había afirmado previamente que antes de que el avión perdiera contacto con los controladores de tráfico aéreo, el piloto había emitido por radio mensajes de que el avión estaba experimentando problemas técnicos y que intentaría aterrizar en el aeropuerto más cercano.
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Restos del avión siniestrado.
Pese a esos avisos del piloto, el ministro de Aviación Civil, Hossam Kamal, ha afirmado que no hay signos de que hubiera ningún problema a bordo del avión, y que el piloto no emitió ninguna llamada de emergencia antes de estrellarse. Las informaciones preliminares del accidente, sin embargo, indicaban que el piloto habría pedido realizar un aterrizaje de emergencia, según recoge la BBC.
"Hasta que tuvo lugar el accidente, nunca fuimos informados de ningún fallo en el avión, ni tampoco recibimos llamadas de emergencia", ha afirmado Kamal, quien añadió que el contacto con los controles de tráfico aéreo habían sido normales y que las revisiones previas al vuelo no habían mostrado ningún problema.
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Tres personas caminan entre los restos del avión.
La compañía aérea rusa MetroJet (Kogalymavia), propietaria del Airbus A321, debía dos meses de salario a sus empleados, informó el Servicio Federal de Trabajo, Rostru. Un portavoz del organismo confirmó a la agencia Ria Nóvosti que esta información se ha descubierto en la auditoría que se está realizando después del accidente. "En estos momentos se está determinando a cuánto asciende la deuda total", señaló el portavoz.
Agregó que en el curso de esta investigación también se va a supervisar si se respetaban las normas de riesgos laborales, entre otras acerca de las condiciones de trabajo de los pilotos, como periodos de descanso y exámenes médicos y psicológicos. El responsable de Rostrud Vsevolod Bukolov, que encabeza esta investigación, señaló que "en caso de encontrarse irregularidades en el cumplimiento de las normas laborales, se exigirán responsabilidades a los culpables".
Un avión de la compañía MetroJet