Veredicto del 'caso Asunta': Rosario Porto y Alfonso Basterra, culpables
Rosario Porto y Alfonso Basterra son culpables del asesinato de su hija Asunta, según ha concluido por unanimidad el jurado popular, que determina que ambos causaron la muerte de la niña, adoptada, sin que se pudiera defender.
El tribunal, que dictamina que Porto y Basterra idearon y ejecutaron el homicidio conjuntamente, no es favorable ni al indulto ni a la suspensión de la pena y todos los miembros han coincidido en que no han encontrado "hechos no probados".
El Ministerio Fiscal pide 18 años de cárcel para cada uno y la acusación popular, 20. Según informa El País, las defensas han anunciado que recurrirán pero, tras el veredicto, piden al juez que la pena para Porto sea de 17,5 años y de 12,5 para Basterra, al entender que no hubo alevosía.
El jurado popular ha estimado que los padres de Asunta le suministraron repetidamente, desde al menos tres meses antes de su deceso, un medicamento que contenía Lorazepam y que Alfonso Basterra retiró al menos en tres ocasiones de un despacho farmacéutico.
Han coincidido, además, en que comieron con Asunta el 21 de septiembre de 2013 y le suministraron una cantidad de medicamento que contenía este principio activo, con efectos sedantes, para posteriormente, cuando le hiciese efecto, proceder a la asfixia.
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La niña Asunta Basterra.
Creen los jurados que después de las seis y cuarto de la tarde de esa jornada, Rosario Porto llevó a Asunta a la casa familiar de Teo, utilizando su Mercedes Benz, y que en un momento comprendido entre las seis y media y las ocho, los dos asfixiaron a su hija por medio de la compresión, la cual le aplicaron sobre la boca y la nariz.
Piensan que ataron a la niña, nacida el 30 de septiembre del año 2000, por los brazos y los tobillos, por medio de cuerdas plásticas de color naranja, y que ésta 'no pudo defenderse de modo efectivo' porque estaba bajo los efectos del mencionado ansiolítico, que su madre tomaba, puesto que consumía Orfidal.
CUATRO DÍAS DE DELIBERACIÓN
El veredicto ha llegado después de casi cuatro días de deliberación, en la quinta jornada de debate entre los nueve integrantes el jurado popular, que han estado casi 40 horas analizando pruebas y testimonios para contestar a las 21 preguntas acordadas por las partes sobre los hechos.
Alfonso Basterra y Rosario Porto eran los únicos acusados del asesinato de su hija, que fue encontrada sin vida en septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña). Ambos, en la vista oral, se habían declarado inocentes y habían repetido, una y otra vez, que la pequeña, a la que adoptaron cuando era un bebé, era lo que más querían en el mundo.
Los dos declinaron, en la última sesión del juicio, hablar en el alegato final y, en el caso de Alfonso Basterra, rechazó tal opción con un tajante "nada que decir".
Los abogados de la defensa, José Luis Gutiérrez Aranguren y Belén Hospido, pidieron para sus clientes la libre absolución al considerar que no había pruebas de cargo y también que la instrucción hecha estuvo enfocada a culparlos directamente ya desde el inicio mismo de las indagaciones.
ASFIXIA POR UN OBJETO "BLANDO Y DEFORMABLE"
Asunta Basterra falleció entre las 16.00 y las 20.00 horas del día 21 de septiembre de 2013 por asfixia, sofocada con un objeto "blando y deformable", según recoge la autopsia, que determinó también que no había sido agredida sexualmente. En el momento de su muerte, además, tenía en su organismo una dosis "tóxica" de lorazepam -principio activo del Orfidal- que anuló su capacidad de defenderse.
En un momento próximo a su muerte -inmediatamente antes o después- el cuerpo de la niña fue atado y posteriormente trasladado a una pista forestal del lugar de Feros, donde fue "colocado" en el talud de una cuneta. Dos hombres que circulaban por la zona la encontraron pasadas las 1.00 horas del día 22.
Los análisis toxicológicos permitieron determinar que Asunta había sido sedada de forma continuada con dos benzodiacepinas en los tres o cuatro meses anteriores a su muerte, en los que registró varios episodios en los que acudió a clase con síntomas de somnolencia.
A raíz de las primeras indagaciones, que comenzaron la misma madrugada, la madre de la menor, Rosario Porto, fue detenida el día 24 de septiembre, tras asistir a la incineración de su hija. El padre, Alfonso Basterra, fue detenido al día siguiente, en el transcurso de un registro