La receta de los conservadores europeos para afrontar la crisis de los refugiados
Ha sido complicado, pero lo han logrado: los populares europeos han aprobado este miércoles su resolución sobre la crisis migratoria. Lo han hecho durante la que ha sido primera sesión del congreso que están celebrando en Madrid. Ha sido complicado más que nada porque durante el debate previo a la votación del texto se ha tenido que rogar hasta cuatro veces a los asistentes que guardaran silencio para que se pudiera escuchar a los ponentes.
Más allá de cuestiones logísticas, el motivo fundamental por el que ha sido difícil reside en que si hay algo que esta crisis ha evidenciado, han sido las diferencias tanto en el seno de la UE como entre los miembros del Partido Popular Europeo, tal y como ha admitido el presidente del PPE, el francés Joseph Daul. Durante la inauguración del congreso, Daul ha explicado que la cuestión migratoria se ha estado debatiendo en el seno de la formación "desde hace más de un año". Finalmente, este miércoles ha visto la luz una resolución conjunta en la que quedan agrupadas las diferentes percepciones y en la que se pide a la UE poner "todos los medios a su alcance para salvar las vidas".
Las diferencias que se han dado todo este tiempo y a las que ha aludido Daul han tenido, básicamente, dos nombres propios: el de la canciller alemana, Angela Merkel, y el del primer ministro húngaro, Viktor Orban, siendo la postura de éste último en la crisis migratoria muy criticada dada su poca disposición a colaborar y por las medidas que aprobó como el cierre de fronteras. "Cuando comenzó la crisis y hubo que acoger a los primeros refugiados, menos mal que tuvimos a Angela Merkel", ha ensalzado Daul. Ahora, en opinión del dirigente francés, "se ha acogido a muchas personas y no se puede aceptar a millones y millones sin que tenga alguna consecuencia".
De ahí que la propuesta popular europea pase por, en primer lugar, acometer una política fronteriza "más eficiente". ¿Qué significa esto? Básicamente preservar las fronteras exteriores de la UE, tal y como ha explicado el presidente de PPE. "Para que Schengen -el tratado que controla las fronteras de la UE- funcione, no podemos aceptar toda la miseria del mundo", ha sentenciado Daul. También abogan por implantar "rápidamente" instalaciones "calientes" en las fronteras externas de la UE y en terceros países. Para ello, defienden la revisión de la normativa de Dublín y la implantación, en la "mayor brevedad posible", de una lista común europea en los países de origen y de tránsito seguros.
INTEGRACIÓN DE LOS REFUGIADOS
Con la misma urgencia se exige cerrar las rutas de la inmigración ilegal, con una acción decidida frente a las mafias criminales que se dedican al tráfico y la trata de seres humanos, incluyendo condenas penales y la confiscación de sus beneficios.
Otros dos principios son básicos en la resolución aprobada: la intensificación del regreso de los emigrantes económicos que no tienen derecho al asilo y la mejor integración de los inmigrantes autorizados a quedarse en la Unión. De otro lado, en el documento se defiende la necesidad de tenerse en cuenta que las oleadas migratorias provocadas por las crisis en Oriente Medio y África afectan a países vecinos que "en términos generales son socios relativamente estables de la UE". Este punto se refiere a Líbano, Jordania, Argelia, Túnez, Marruecos o Turquía. Precisamente durante el debate y presentación del texto se ha aludido a la cooperación con el gobierno turco, poniendo énfasis en la necesidad de "resolver el problema juntos"
Con todo, tal y como ha explicado el eurodiputado español Esteban González Pons a los periodistas, con la llegada ya del invierno, "el flujo migratorio se cortará". "El problema no se acabará, porque no se trata de acabar con la inmigración, ni con los refugiados, sino de terminar con las guerras, luchar contra el cambio climático, contra la pobreza", ha explicado. "La buena noticia es que todavía está en nuestras manos una solución. La mala es que si dejamos pasar el tiempo, no la habrá".
