Asunta ingirió al menos 27 'orfidales' el día de su muerte
Asunta ingirió al menos 27 pastillas de orfidal el día de su muerte. Es lo que han determinado dos expertas del Instituto de Ciencias Forenses de la Universidade de Santiago de Compostela durante su intervención en el juicio por la muerte de la niña hallada muerta en septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña), en el que sus padres, Alfonso Basterra y Rosario Porto, son los únicos imputados.
Lo que no han podido determinar las expertas es si esta cantidad fue suministrada de golpe o en varias dosis porque, según han indicado, "desde el punto de vista toxicológico, no se puede saber".
Creen las expertas que el medicamento pudo haber sido suministrado durante la comida, algo que habría condicionado que el efecto no fuera tan rápido.
LAS IMPRESIONES DE LA FORENSE
Por otro lado, la forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que participó, junto a otra compañera, en el levantamiento del cadáver de Asunta ha señalado que su "impresión" es que la niña fue "colocada" allí "de una forma más o menos rápida".
Sobre si apreciaron signos de violencia, ha apuntado a las "lesiones leves" que atribuyó al "arrastre" del cuerpo: dos lesiones en la región dorso lumbar izquierda y otra en la región lumbar, por debajo; y una en el tercio distal de la cara anterior de la pierna derecha, además del "moco sanguinolento que salía por las fosas nasales".
A cuestiones del fiscal acerca de si sopesaron que hubiera sido atropellada, ha indicado que sí, pero que "duró muy poco tiempo". "La razón fue que con anterioridad estuvo allí el equipo el 112 y el médico, como la niña tenía la pierna ligeramente rotada hacia fuera, podría aparentar una rotura de cadera. Esa posibilidad la dejó ahí pero casi con seguridad comentó que podía no tenerla", ha explicado.
Así, ha recordado que "en aquel momento se trataba de una niña que había desaparecido, que aparece en el monte, que sus padres denuncian su desaparición", por lo que se ha preguntado: "¿un atropello?", para responderse a sí misma que "no", que "en seguida" se descartó y se sopesó entonces "una agresión sexual".
"Tratándose de una mujer, niña, adolescente, que desaparece de su casa, que sus padres supuestamente la dejan en casa y que aparece en el monte... Pensamos que alguien la pudo haber raptado, alguien que la mató y que la dejó allí. Era la hipótesis que tenía más fuerza", ha relatado.
Con todo, a continuación ha destacado que, como la ropa interior estaba "bien colocada", algo no habitual en agresiones sexuales, y debido a que no vieron "nada que indicara que hubiera sido agredida", también se vino abajo esta hipótesis.
PIDEN 20 AÑOS PARA LOS PADRES
Asunta Basterra, de 12 años, murió en la tarde del 21 de septiembre de 2013 y su cadáver fue localizado durante la madrugada del día 22 en una pista forestal del lugar de Feros, en el ayuntamiento coruñés de Teo.
Las pruebas practicadas determinaron que la muerte de la menor, adoptada cuando contaba menos de un año por Alfonso Basterra y Rosario Porto, se había producido por asfixia y que, anteriormente y durante meses, la niña había ingerido un ansiolítico, orfidal, que anuló su voluntad antes de ser asesinada.
Para los padres de Asunta, la acusación popular pide 20 años de cárcel por un delito de asesinato, una pena que la Fiscalía rebaja a 18 años de prisión. Mientras, las defensas, que mantienen que existe un plan para implicar a los padres, solicitan la libre absolución.