Nepal plantea prohibir el acceso al Everest a montañeros novatos por cuestiones de seguridad
Los alpinistas llevan años quejándose de que ya hay demasiada gente en el monte Everest, unas aglomeraciones que hacen que la escalada sea cada vez menos agradable y más peligrosa.
Precisamente la semana pasada, Junko Tabei, la montañera japonesa que en 1975 se convirtió en la primera mujer en conquistar la cima más alta del mundo, manifestó su preocupación a causa de los cientos de montañeros que tratan de escalar el Everest cada año.
Tabei declaró a The Himalayan Times: "Permitir el paso de un número tan grande de alpinistas en una misma temporada supone un alto riesgo para el ecosistema de la montaña y también para los mismos montañeros". "El Gobierno tiene que controlar estas multitudes", añadió la pionera alpinista en sus declaraciones.
Y parece que Nepal debía de estar escuchando. Esta semana, las autoridades del país anunciaron un programa que plantea la prohibición a montañeros principiantes de acceder al Everest, en un esfuerzo de reducir las aglomeraciones y aumentar la seguridad. Supuestamente, la prohibición también se extenderá a personas con discapacidades, a los ancianos y los que sean demasiado jóvenes.
Según el periódico The Guardian, Nepal ha informado de que sólo emitirá permisos para acceder al Everest a alpinistas de entre 18 y 75 años que puedan demostrar haber escalado montañas de más de 6.500 metros. El Everest alcanza los 8.848 metros de altura. A modo de referencia, el Teide en Tenerife, el punto más alto de España, tiene 3.718 metros.
"No se puede dejar que cualquiera vaya al Everest a morir. Si no están preparados física y mentalmente, sería como permitir legalmente el suicidio", manifestó esta semana el ministro de Turismo de Nepal, Kripasur Sherpa.
Además, añadió que "los discapacitados o los ciegos necesitan que alguien cargue con ellos, y eso no es ninguna aventura" y que "sólo aquellos que puedan ir por sí mismos serán autorizados".
Nepal solía limitar el número de montañeros que accedía al Everest, según explica The Telegraph. Hasta 1985, por ejemplo, sólo se permitía una expedición por ruta en dirección a la cima. Sin embargo, hoy no existen estas restricciones. Cientos de personas tratan de escalarlo cada año. En 2013, 658 montañeros consiguieron llegar a la cima.
Traffic jam on Mt. Everest pic.twitter.com/gL0G1rQrgl
— Internet Palace (@InternetPalace) June 12, 2015
[Atasco en el monte Everest]
Want to summit Everest? So do a million other ppl. Traffic Jam! #climb#adventurepic.twitter.com/ubStJrbddO
— TheCuriousCreature (@zamlos) May 30, 2013
[¿Quieres subir al Everest? Igual que otros tantos millones de personas. ¡Atasco!]
The world's highest traffic jam? On Mount #Everesthttp://t.co/Xo5Vnj91Ctpic.twitter.com/SZYquithX2
— BBC News (World) (@BBCWorld) May 28, 2013
[Mayor número de ascensiones al día por año. ¿El atasco más largo del mundo? En el monte Everest.]
#Everest traffic jam, April 21 2015. Comical and potentially tragic. #mountainspic.twitter.com/ipJt9jRp4C
— Zorba the Geek (@zorbathegeek) April 24, 2015
[Atasco en el Everest, 21 de abril de 2015. Cómico y potencialmente trágico.]
Las aglomeraciones en el Everest se han convertido en una seria cuestión de seguridad, sobre todo si tenemos en cuenta varios accidentes graves ocurridos en los últimos años.
"El hecho de que tantísimos montañeros, muchos de ellos principiantes adinerados, hayan conseguido alcanzar la cima en los últimos años supone que, cada mes de mayo, varios cientos de personas intenten imitarlos, lo que deriva en embotellamientos muy peligrosos de montañeros", explicó el alpinista Andy Cave en 2012.
Cada año mueren muchas personas intentando escalar el Everest. En 2012, por ejemplo, al menos diez perdieron la vida en la montaña. Ese mismo año, el surcoreano Song Young-il sufrió una ceguera momentánea causada por el resplandor de la nieve, así como delirios e hipotermia después de verse forzado a esperar durante horas al paso de cientos de montañeros, mientras intentaba descender de la cima. Su compañero murió durante el descenso.
"Había muchísima gente", comentó Song Young-il a The Telegraph. "Entre trescientas y cuatrocientas personas, así que quedamos atrapados en medio del atasco. Tuvimos que esperar a doscientos metros de la cima y quedamos cegados por la nieve. Esperamos durante cuatro horas. No podíamos ver nada".
En el pasado ya hubo varias propuestas de limitar el número de personas en la montaña, como la de aumentar el precio, ya astronómico de por sí, que hay que pagar para acceder a la escalada.
Muchos montañeros veteranos también han presionado para prohibir el acceso a alpinistas novatos, que son considerados un lastre por depender de los guías sherpas y por su incapacidad para ayudar a otros montañeros que se encuentren en apuros. Hasta ahora estas sugerencias habían caído en saco roto.
Además, el presidente de la Asociación Nepalí de Montañismo (NMA), Tshering Sherpa, expresó sus dudas a The Guardian sobre si la nueva prohibición en Nepal será, de hecho, puesta en práctica. Según declaraciones del mismo, estas normativas ya han sido debatidas en el pasado, pero "los planes anteriores fueron cancelados debido a las presiones de organizaciones de derechos humanos y de embajadas extranjeras". Sin embargo, el Gobierno nepalí ha insistido en que está decidido a establecer nuevas restricciones.
"La cima del Everest debería conservar su dignidad, como una cuestión de honor, por lo que el ministro está trabajando para establecer ciertos límites", declaró esta semana Mohan Krishna Sapkota, secretario interino del ministerio de Turismo, para el diario digital Stuff.co.nz.
Según informa la BBC, Nepal gana "millones de dólares al año gracias a la industria alrededor del Everest".
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Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The WorldPost' y ha sido traducido del inglés por Diego Jurado Moruno