La UE logra un acuerdo por mayoría para reubicar a 120.000 refugiados
Los ministros del Interior de la Unión Europea han logrado este martes un acuerdo "por amplia mayoría" para reubicar en los estados miembro a 120.000 refugiados llegados inicialmente a Italia y Grecia, según han informado fuentes diplomáticas a Europa Press.
El acuerdo ha salido adelante a pesar del voto en contra de Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía y la abstención de Finlandia. Cabe destacar el cambio de postura de Polonia, que hasta ahora se había mostrado opuesta al reparto por cuotas, pero que finalmente este martes se ha mostrado a favor del acuerdo.
Pese a que había una mayoría de países miembros a favor del reparto, los países del Este pidieron que se votara por mayoría cualificada en el consejo extraordinario de esa cartera celebrado en Bruselas. En la práctica, el resultado del voto supone a los países que han votado en contra del sistema de cuotas se les impondrá igualmente una cifra de refugiados a acoger.
Sin embargo, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha afirmado ya que su Gobierno no implementará el sistema de cuotas para el reparto de refugiados en los países de la UE: "Mientras yo sea primer ministro, las cuotas obligatorias no serán implementadas en territorio eslovaco".
LAS DOS FASES DEL PLAN
El proyecto inicial era reubicar a 120.000 demandantes de asilo procedentes de Italia, Grecia y Hungría, pero la negativa del Gobierno de Viktor Orban a ser considerado beneficiario de este programa ha obligado a rediseñar la propuesta. Así, se ha establecido un plan de dos fases que en la primera permitirá reubicar en los estados miembro a un total de 66.000 refugiados procedentes de Italia y Grecia, los países más afectados por la crisis migratoria.
Los 54.000 restantes previstos para el cupo húngaro quedarán en una especie de "reserva", de modo que serán reubicados en una segunda fase y procederán también de Italia y Grecia, siempre y cuando ningún otro estado miembro solicite en los próximos 12 meses acogerse al programa porque su capacidad de recepción se vea desbordada. En ese caso, la Comisión Europea (CE) puede presentar una propuesta de modificación de la decisión para tenerlo en cuenta.
Hungría ha pasado a ser considerado país de acogida para las personas con derecho a protección internacional, lo que se traducirá en una leve reducción de las cuotas asignadas inicialmente a cada estado miembro.
Así, en el documento del acuerdo, al que ha tenido acceso Europa Press, se atribuye a España la reubicación de 1.896 personas ahora en Italia y de 6.127 personas llegadas primero a Grecia. Eso sí, el peso que deberá asumir cada país de la Unión Europea para recibir a parte de los refugiados asignados a esta segunda fase no ha quedado definido en el acuerdo de este martes.
LAS CONDICIONES
El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, ha explicado que el reparto de 120.000 refugiados no implicará que las personas reubicadas en un país europeo específico puedan después ir a otro de su elección: "Lo que hemos acordado hoy es una pieza importante pero no más de una solución más amplia".
Maizière se ha referido también a que la Unión Europea (UE) debe de adoptar otras medidas para frenar o limitar el flujo hacia Europa, así como ayudas a los países con campamentos de refugiados, estrechar la cooperación con Turquía, mejorar la devolución de inmigrantes irregulares y evitar migraciones secundarias. Ello quiere decir, según ha indicado, que los refugiados "no pueden elegir a qué país van, sino que tienen que permanecer en el que les ha sido asignado".
"Si no cumplen este principio pueden ser devueltos inmediatamente al país al que ha sido reubicado, y los estados miembros están obligados a acogerlos de nuevo", ha subrayado el ministro alemán, que también ha añadido que los países "asumimos nuestra responsabilidad, pero la capacidad de acogida de la Unión Europea tiene límites".
EL LARGO CAMINO HASTA EL ACUERDO
El acuerdo alcanzado este martes supone todo un logro para una Unión Europea que ha sido incapaz, hasta ahora, de ponerse de acuerdo pese a la gravedad de la crisis migratoria. Así, los líderes europeos han estado reunidos de manera casi ininterrumpida desde el pasado domingo para intentar dar con un texto que todos los Estados puedan rubricar, algo que finalmente no se ha logrado.
Con todo, el camino hasta aquí ha sido largo. El pasado 9 de septiembre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó su plan para que la UE acogiera a 160.000 refugiados. Aumentó entonces en 120.000 el número de refugiados respecto al mes de junio, cuando se determinó una primera cifra. Sin embargo, el agravamiento de la situación provocó que Juncker decidiera incrementarla.
De poco sirvió su llamamiento formal, durante el discurso del Estado de la Unión, a que una UE "honesta" y "solidaria" diera pasos reales en esta crisis migratoria. La semana pasada la reunión de ministros del Interior de la UE terminó de nuevo sin acuerdo. Fue entonces cuando Alemania y Austria pidieron una cumbre extraordinaria para que no se esperara hasta octubre, fecha oficial, para retomar la crisis.
Finalmente, con la reunión de este martes y tras los cambios introducidos ante la postura de Hungría, los 28 han llegado a este acuerdo para una crisis que, de momento, no tiene vistas de resolverse fácilmente.