Cara a cara entre alemanes y griegos: "Tus corruptos han colaborado con los míos"
Grecia ha vivido las últimas semanas con gran intensidad. Parece que ha pasado mucho tiempo desde que el ‘OXI’ (‘no’ en griego) se alzó con una victoria del 62% en el referéndum o desde el primer lunes de ‘corralito’. Da la impresión de que el nuevo acuerdo que firmó Tsipras con el Eurogrupo, con medidas más duras aún que las anteriores, fue hace meses. Pero en realidad todo esto ha ocurrido en el último mes y medio. Este jueves, Atenas y los acreedores han pactado los detalles técnicos del tercer rescate, que costará 85.000 millones de euros y durará hasta julio de 2018. Una de las primeras consecuencias de la Gran Recesión es la división de opiniones públicas: ¿Qué pensará un alemán sobre la crisis griega? o ¿qué le diría un griego a ese alemán, que nunca ha vivido una depresión tan profunda como la suya?
El Huffington Post ha reunido los testimonios de griegos y alemanes que han querido dar su punto de vista.
Tim tiene 30 años y es alemán. Trabaja como técnico electrónico en Berlin y está casado con una chica española que dice sentirse cada vez "más alemana".
Sam, de 23 años, es alemana y estudiante. Ha viajado por todo el mundo y ha conocido otras culturas. Sigue la actualidad desde donde esté y tiene ganas de dar su opinión sobre lo que pasa.
María es ateniense. Es licenciada en Políticas y trabaja como guía turística en la capital helena. Ronda los 60 años y ha seguido los hechos del último mes muy de cerca, con preocupación. Cree que Grecia debe “estar de luto”, ya que su Gobierno y, en especial Tsipras, ha aceptado algo a lo que los griegos se negaron.
Tryfon vive en Atenas y tiene alrededor de 60 años. Es empresario y no le va nada mal. Su empresa turística va viento en popa. No votó a Syriza, pero tampoco le desagrada. A pesar de la situación económica que ha vivido su país las ultimas semanas, votó “no” en el referéndum.
Greg tiene nacionalidad griega y alemana, pero vive en Alemania. Tiene 28 años. Trabaja como community manager en la empresa del juego Drakensang Online. Se crió entre los dos países pero afirma sentirse “europeo”.
Konstantina Moudilou tiene 41 años y es una empleada pública de la isla de Cefalonia. Su familia y amigos han sufrido las consecuencias de la crisis estos últimos años.
Greg: No debemos olvidar que esta crisis la originaron los bancos americanos que tenían influencia sobre los bancos alemanes, franceses y griegos. No creo que ninguna población deba sufrir lo que muchos han sufrido, da igual que sean alemanes que griegos. Lo que me pone enfermo es la descripción tan bizarra que han dado los medios alemanes sobre la crisis en Grecia. Es verdaderamente repugnante cuánto odio se ha dirigido hacia la población griega media. No creerías lo que he llegado a escuchar de las personas de aquí. Un alemán medio cree que todos los griegos han recibido su dinero duramente ganado y que se lo llevan porque sí.
He hablado sobre la situación con muchas personas que nunca han visitado Grecia. Muchos de ellos no tienen ni idea de su estructura económica, por eso la comparan con Alemania. Tienen la noción de que lo que funciona aquí debe funcionar también en el país heleno. Un hombre discutía conmigo una vez sobre el tema y cuando le dije que Grecia era un país de 11 millones de habitantes con una fuerza de trabajo más pequeña que la alemana se quedó atónito. Admitió que siempre había creído que Grecia tenía, al menos, tanta población como nuestro país. En mi opinión, ese es exactamente el problema. Todo el mundo quiere tener voz y opinar, pero hay gente a la que no se puede tomar en serio por el desconocimiento que tiene.
Dudo que un alemán medio sea capaz de sostener los mismos recortes de austeridad a los que los griegos están sometidos. La mayoría de alemanes se quejan mucho, sobre todo acerca de los precios de productos y servicios. Pero si se compara, por ejemplo, el precio medio de comestibles aquí, es uno de los más bajos de la Unión Europea. Aún así, todavía se quejan, debido al desconocimiento y a que es una cultura a la que le gusta quejarse, ya que siempre se esfuerzan por lograr algo mejor, más barato y más rápido.
Tim: Las condiciones y la deuda son duras, pero igual no tanto como parecen. Estoy de acuerdo en que será más difícil para los griegos cuando se apliquen todas las nuevas medidas. Pero la pregunta es: ¿Y si no las aplicasen? ¿No sería peor? ¿Cómo saldrían de la crisis entonces? Sinceramente, no creo que Alemania o Europa quiera castigarlos por no aceptar las medidas propuestas pero, de verdad, ¿qué es lo que quieren hacer?
Konstantina (griega): Cinco años de crisis. Una crisis que tú, querido alemán, no has vivido y que dices que la hemos provocado nosotros por vivir por encima de nuestras posibilidades. No te creas todo lo que te digan. No me conoces, no sabes que trabajo desde los 18 años como la mayoría de los griegos de mi generación. Estudiaba a la vez. Yo he vivido por debajo de mis posibilidades: no he heredado una casa de mis padres, ya que fue destruida en la II Guerra Mundial. Miembros de mi familia han vivido con sus abuelos porque sus padres emigraron a Alemania a trabajar para que su familia sobreviviese. A los 4 años emigré con mis padres para que mis hermanos pudiesen seguir estudiando. ¿Quién puede recompensarme eso? Ahora, con estas nuevas medidas, tendré que trabajar hasta los 67 años, casi 50 años de trabajo. Aún así, antes de la crisis pedí un préstamo que pensé que podría asumir para tener una casa propia. Ahora me han rebajado tanto el sueldo que temo perder mi casa.
Hay un pequeño porcentaje de la élite griega que ha abusado de la situación, como en todos los países. Pero no soy uno de ellos. No es la mayoría de la que habláis cuando decís que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Pertenezco al gran porcentaje de griegos que no robaron. ¿Por qué, entonces, tengo que pagar yo? Mientras que los corruptos no han sido castigados, es más, siguen siendo protegidos hoy en día por nuestros y vuestros políticos. Yo también quiero que se devuelva todo lo robado, y que se castigue la corrupción independientemente de quién provenga. No puedo aceptar vuestras críticas, querido alemán, cuando tus políticos corruptos también han colaborado con los míos.
Tryfon: Los que más lo van a pagar a la larga son los alemanes. Es como cuando pones una rana a hervir en una cazuela. Ella nada pero no se entera de que va a acabar cocida y, al final, acaba muriendo. Eso es lo que está pasando con los pueblos como Alemania, pero no solo con los de Europa, sino con los de todo el mundo.
Greg (alemán): En un principio estaba seguro de que Tsipras no era como otros políticos: prometió lo que otros nunca prometieron y escuchó al pueblo. Admiro que dejase a la gente decidir en el referéndum. Aún así, el hecho de que ahora haya aceptado las medidas que han sido “impuestas” a Grecia me hace pensar que está empezando a ser como otros políticos: una marioneta más de las corporaciones.
Creo que el Grexit ocurrirá, solo es cuestión de tiempo. No necesitas ser un genio de la economía para saber que el euro no está funcionando para todos los miembros de la UE, las economías de los estados son muy diferentes. Grecia no tiene una industria poderosa como Alemania. Nunca ha sido un país industrial potente ni lo será, especialmente si forma parte de una moneda común. Países como Islandia o Argentina han quebrado y se han recuperado de depresiones profundas, pero esto solo fue posible cuando eran responsables de su propia economía. En el euro, esto nunca será posible. El principal problema es que muchos confunden el Grexit con la salida de la Unión Europea, y no es así.
Konstantina (griega): Teniendo en cuenta el hecho de que, desde el principio, Tsipras quería permanecer en el euro, creo que ha negociado lo mejor que ha podido y se ha visto forzado a sucumbir al chantaje de los prestamistas. Podría haber un Grexit bajo ciertas condiciones. Por ejemplo, si le hubiesen dado el tiempo necesario desde Europa para organizar una salida normal, sin los efectos catastróficos que tendría un Grexit repentino y a corto plazos sí que podría ser posible la salida del euro.
Tryfon (griego): La Unión Europea no lo ha hecho bien. También han pasado miedo. Los líderes europeos han tenido un afán importante de hacer ver que no pasaba nada si Grecia salía del euro. Están de acuerdo con un sistema monetario que nos envuelve a todos y que avasalla a los pueblos y a las personas. Claro que lo han hecho mal: ¿Qué hacen personas mayores, serias, que han trabajado toda su vida esperando colas en los cajeros por 60 euros? ¿Acaso es eso una Europa humana y democrática? Los griegos somos personas trabajadoras y se nos dio a elegir sobre lo que proponían los socios europeos. Se nos dio a elegir con la presión de que teníamos los bancos cerrados y no sabíamos cuáles eran las consecuencias de nuestra elección. Y fíjate por donde, a pesar de la presión para que saliese el ‘si’, el 62% de los votantes les dijo ‘OXI’ (‘no’ en griego).
Tim (alemán): No creo que esté fallando la Unión Europea. Es cierto que Europa siempre ha sido una unión económica y siempre ha tenido que ver con la economía. Al menos es la parte más importante de la comunidad. La parte social también es importante y puede que se tenga menos en cuenta. Pero eso no pasa solo en Europa, pasa en todo el mundo.
Konstantina (griega): Por supuesto que hay que reformar las instituciones. No funcionan de la manera correcta y mucho menos con justicia. Europa no debería tener únicamente una visión económica. Existen valores por encima de los números: solidaridad, justicia, igualdad, etc. Para que un pueblo respete las leyes, los gobiernos deben respetar estos valores. Cuando las leyes están en contra de la dignidad y afectan de manera negativa al pueblo, este no se siente protegido. En mi opinión eso es lo que les pasa a algunos ciudadanos europeos. Sé que los gobiernos griegos han sido corruptos, pero no logro entender por qué los prestamistas europeos quieren negociar con estos corruptos y no con el gobierno que el pueblo heleno ha votado.
Sam (alemana): Creo que la pregunta no es demasiado compleja. Claro que hay muchos fallos en este sistema europeo. Como sabemos, Alemania hoy en día es más fuerte que Francia en comparación con unos años atrás, cuando ambos teníamos partidos políticos fuertes que trabajaron juntos mucho tiempo. Ahora, debido los problemas económicos de Francia, Alemania puede hacer lo que quiera sola. No estoy segura de que los griegos puedan pagar al Fondo Monetario Internacional, esa sí que es una pregunta compleja.
Tryfon (griego): Llegué a pensarlo, como todos. Creo que todo esto le ha pasado a Tsipras y a Syriza por pensar que aún quedaba algo de humanismo en Europa. Él también tiene la culpa: no puedes llegar a un gobierno diciendo que no piensas firmar ningún acuerdo de este tipo y al final hacerlo. Yo sigo confiando en él, aunque ni le he votado ni le votaré. Por otro lado, tampoco estoy de acuerdo con el ala izquierda de Syriza. Ellos han votado ‘no’ en el parlamento porque tenían la seguridad de que la oposición votaría ‘sí’. Si no fuese así, tendríamos que haber visto cuántos de los que han votado ‘OXI’ lo hubiesen hecho.
Sam (alemana): Probablemente tuvieran un plan B, pero no creo que fuese suficientemente bueno. Que convocasen elecciones sí sería un buen plan B.
Tim (alemán): Esto no es un problema de la gente, es un problema de política y de finanzas. Dudo que los griegos y alemanes de a pie tengan algún problema unos con otros.
María (griega): Yo hablaba alemán, y ya casi lo he olvidado. Nunca he tenido mucha simpatía por los alemanes. Sé que hay algunos que nos apoyan y tienen un pensamiento humilde, pero no son la mayoría. Las encuestas dicen que la mayor parte de la población apoya al ministro de finanzas alemán, Schäuble, ¿cómo es eso posible con lo que nos están haciendo? Ellos pueden olvidar la historia, yo no. Tengo la impresión de que tienen un sentimiento de superioridad respecto a otros países que no va a cambiar. Para ellos, los griegos, españoles, italianos... somos inferiores, vagos, derrochadores...
Greg (alemán): Los alemanes siguen olvidando quién les ayudó después de la IIGM con los recortes de la deuda. La solidaridad comienza con la ayuda, la ayuda comienza con la empatía y también se puede sentir empatía si entiendes la situación. Sin embargo, para entender se requiere conocimiento. Desafortunadamente varios medios de comunicación han ayudado a fortalecer la ignorancia más que el conocimiento de la solidaridad.
Konstantina (griega): Si mis antepasados hubiesen causado destrucciones fatales en un país, mostraría mi apoyo a ese país y les demostraría que no soy como ellos. Nosotros apoyamos a los alemanes para que pudiesen ser un país fuerte económicamente. Creo que no se han dado cuenta de que, de nuevo, en esta guerra financiera tienen el papel del malo. De esta manera nunca podremos convivir. ¿Le gustaría a un alemán estar en mi lugar? Bien, a mi tampoco en el suyo. La única manera de que la Unión Europea sobreviva, es que el bienestar de todos esté sobre el bienestar de unos pocos. Creo que esa Europa sí que valdría la pena.