Jordi Sevilla: "Hay que rescatar a las personas para salir de la crisis"
Jordi Sevilla renuncia al sueldo de una empresa privada y regresa a la política perdiendo dinero. Ha aceptado que le vuelvan a examinar con lupa como coordinador del programa económico del “nuevo PSOE de Pedro Sánchez”, como le gusta resaltar al ex ministro de Zapatero, que dejó el escaño hace seis años con la sensación de que en su partido ya no era necesario. Regresa ilusionado, como si fuera su primer trabajo pero cargado de experiencia. “Restañar las heridas sociales y que nadie sienta que se le da la espalda” es la prioridad de las medidas que ha empezado a bosquejar después de observar el panorama desde la planta 49 de una torres de la Castellana y constatar que “es esencial rescatar a las personas para poder salir de la crisis”.
PREGUNTA - ¿Hay que reestructura la deuda española?
RESPUESTA - No está en el calendario ni entre las preocupaciones. El caso de Grecia es muy diferente. Ha tenido tres reestructuraciones con tres quitas y había una predisposición por parte de los acreedores, que son todo instituciones publicas, de incluir en el paquete de acuerdo global una nueva reestructuración. Eso tiene más sentido cuando estás negociando un rescate, no a palo seco como es el caso de España.
"El populismo de Tsipras está conduciendo a Grecia a un callejón sin salida".
P - Stiglitz y Krugman, dos Nobel en Economía, entre otros prestigiosos economistas, piden el voto para el NO en Grecia. ¿Está de acuerdo con ellos?
R - Comparto con Krugman y Stiglitz su activismo en contra de las políticas de austeridad, pero creo que están aplicando los prejuicios de los economistas americanos en contra del proyecto euro desde 1990. Sus artículos, un poco frívolos, no parecen darle la importancia que tiene el populismo de Tsipras,que está conduciendo al pueblo griego a un callejón sin salida. Tsipras cogió un país que estaba creciendo, creando empleo y reduciendo el déficit y seis meses después entra en suspensión de pagos, y no toda la culpa es de los acreedores. Hay que aplicar medidas de crecimiento y no solo de austeridad. Aunque el domingo salga el no, el lunes estarán otra vez sentados negociando porque llegar a un acuerdo es la única solución.
P - Pero con una deuda publica del 100% y privada del 200% del PIB, como sucede en España, ¿cómo se puede salir de la crisis?
R - Es una de las razones por las que es una irresponsabilidad del Gobierno decir que estamos blindados ante lo que pueda ocurrir en Grecia. España es el país con mayor déficit publico y mayor deuda externa y donde más ha crecido la deuda pública de la eurozona, lo que tiene mucho ver con la política que ha seguido Rajoy. Lo que pasó el lunes cuando los mercados desmintieron al Gobierno, bajando la bolsa y subiendo la prima de riesgo, debería llevarle a ser más precavido. Uno de nuestros compromisos principales es la estabilidad presupuestaria. He sido parte del único gobierno que ha tenido superávit presupuestario y ha reducido la deuda publica, el único. Tenemos que acabar la próxima legislatura por debajo del 3% de déficit y haber invertido el proceso de crecimiento de la deuda.
P - ¿Nos hemos olvidado de las personas?
R - Vamos a estar sufriendo las consecuencias de la crisis y de la ruptura social durante años. Pero vamos a devolver la esperanza a los ciudadanos de que lo público va a estar ahí cuando lo necesiten y no como ha pasado estos cuatro años en los que la gente se ha girado en busca de ayuda y lo único que ha recibido son recortes. Restañar las heridas es una de las tareas del próximo gobierno socialista de España, desde los desahucios al copago sanitario. Hay que rescatar a las personas para salir de la crisis.
P - Empleo ha vuelto a sacar dinero para la paga de julio de la hucha de las pensiones. Con la excusa de que el Fondo se acaba, este Gobierno las ha desligado del IPC. ¿Volvería el PSOE a vincularlas a los precios para que no sigan perdiendo poder adquisitivo?
R - En una situación de crisis no pasa nada por tirar del fondo de reserva, para eso está. Las medidas en las pensiones se están tomando a 20 años vista, con muchos más jubilados y menos activos pagando cotizaciones. Y claro que no da. Las soluciones que se están dando son recortar las pensiones o abrir el espacio a los fondos privados de pensión como complemento para quien pueda pagarlo, cuando el sueldo medio es de 1500 euros y a ver cómo llega para pagar la beca del niño, que me la han quitado, y el fondo de pensiones. Pero hay una tercera vía, que las pensiones no solo se financian con cotizaciones sociales, inyectar de alguna manera fondos públicos, bien sea vía presupuestos o a través de fórmulas específicas de las que soy más partidario, como crear cestas de impuestos especiales. Los franceses tienen la contribución social generalizada que es finalista para las pensiones y la Seguridad Social. Estamos debatiendo cómo recuperar el poder adquisitivo de un colectivo muy vulnerable y que durante la crisis se han convertido en un sostén de las familias.
P - Devaluación interna a base de bajar salarios. ¿Nos estamos convirtiendo en los chinos de Europa?
R - Ese es el riesgo y la razón por la que hay que cambiar el modelo de crecimiento. De lo que presume el gobierno es de estar consiguiendo ser competitivos a base de ser baratos, pero no podemos pensar que dentro de 20 años España seguirá siendo lo que es ahora porque continuaremos despidiendo gente y bajando salarios. Ese es un modelo que no funciona. Es uno de los grandes debates pendientes, como cambiamos el modelo de crecimiento hacía un modelo de valor añadido, que pasa por potenciar todo lo vinculado con la digitalización.
Pedro Sánchez y su equipo de expertos, entre los que se encuentra Jordi Sevilla
P - Más de 700.000 hogares sin ningún ingreso. ¿Cómo devolver a tantos parados al mercado laboral?
R - Estamos trabajando en varias cosas y yo personalmente me he manifestado a favor de la iniciativa legislativa popular de los sindicatos a favor de una renta mínima de reinserción. La crisis ha dejado mucha gente rota y no podemos dar media aspirina para un dolor intenso de cabeza. Hay que poner en marcha dos medidas, una de rentas mínimas de reinserción y otra de políticas de empleo de cualificación. Concentrar la acción simultanea de la renta y la cualificación, creo que es algo que no se ha hecho nunca y puede ayudar variar el signo de esa desigualdad creciente. Hay que cambiar el modelo de formación coimplicando a las empresas en los cursos.
"La crisis ha sido una coartada para una regresión en las políticas sociales".
P - Cada vez más mujeres en paro. ¿Serían las bajas de maternidad equitativas y obligatorias entre hombres y mujeres una solución?
R - La crisis ha sido una coartada para una regresión en las políticas sociales que se pusieron en marcha con los gobiernos de Zapatero y esta es una de ellas. Se ha dado marcha atrás en la presencia de mujeres en puestos directivos y consejos de administración y en el propio mercado laboral. O reconocemos como sociedad que no queremos resolver este problema, lo cual es inaceptable, o veo imposible hacerlo si no es por mandato imperativo. Hay muchas resistencias por parte de los hombres a realizar estos cambios, que puede ser entendible desde el punto de vista individual pero desde el punto de vista social a estas alturas me da vergüenza explicar las ventajas que representa incorporar a las mujeres al mundo laboral. Es tan obvio que hay que imponerlo. Absolutamente a favor de bajas equitativas, que ya estaba en la ley de Igualdad de forma progresiva pero se ha paralizado.
P - Otra vez el ladrillo ¿Es que no hay otra opción?
R - Estamos teniendo micro burbujas inmobiliarias, principalmente en el centro de grandes ciudades y no para uso residencial. Todavía hay más dinero que grúas. Tenemos el mismo stock pero algunos fondos extranjeros han descubierto que en algunas ciudades los precios están bajos y están comprando. Esto no significa que volvemos al ladrillo, que en su momento representaba el 10% del PIB español y tenia millón y medio de trabajadores más que ahora. No me parece mal que se construya, tiene que construirse más de lo que se hace pero no puede ser el principal motor la construcción especulativa. Hay que deglutir lo que tenemos, hay que reajustar el stock de viviendas invendidas, que está yendo con más lentitud de lo que creíamos. Y eso tiene que ver con la estabilidad financiera del sector bancario. Cuando uno de los principales activos de los bancos siguen siendo el sector inmobiliario, una depreciación de eso, afecta a su cuenta de resultados y a sus balances. En España hemos priorizado el sector financiero por delante de la economía real y la salida de la crisis ha hecho que se sacrifique más la economía real, mientras en otros países se ha hecho al revés.
P - ¿Cómo cambiar la percepción ciudadana de que político es igual a corrupto?
R - La corrupción tiene que ver con la condición humana. Es totalmente posible que haya un país decente con unos representante decentes. El aparato y la maquinaria de la justicia está funcionando, hace 5 años esto sería impensable. Es un esfuerzo que se ha hecho. El punto que más me sorprende, si miras la corrupción que conocemos es que en el 70% de los casos tiene que ver con la contratación administrativa en comunidades y ayuntamientos. Algo falla y habría que activar mecanismos para evitar casos como la Púnica, los EREs, o lo que sea. Si tenemos durante años una adjudicación irregular en los EREs y el consejero no se entera, algo falla en el mecanismo. No solo me preocupa sancionar sino también prevenir. Cambios en los procedimientos administrativos y transparencia son el principal freno contra la corrupción.
"No creo que sea bueno que se prohíba pasar del sector público al privado".
P - ¿Habría que acabar con las puertas giratorias?
R - No, en absoluto. Solo hay que cumplir la ley y exigir unos requisitos para las puertas giratorias. Ya sean dos, cinco o mil años de incompatibilidad. No creo que sea bueno que se prohíba pasar del sector público al privado o viceversa, lo que hay que controlar es que no haya irregularidades. Nos quejamos de que los políticos no sirven para nada más que para ser políticos y en cuanto encuentran empleo en el sector privado siempre se critica. Un diputado que deja de serlo a los 30 años, ¿ya no puede trabajar en otra cosa?
P - ¿Qué ha aprendido en los seis años que ha trabajado en PwC?
R - A tener otra perspectiva. Yo trabajaba en la planta 49 de una de las torres de Madrid y el Madrid que se observa desde allí no es el mismo que el que se ve a ras de suelo. He aprendido a ver todos los problemas con varias perspectivas y esa plurivisión me ayuda a entender más al otro, que también tienes sus razones. Ha complejizado mi manera de ver los problemas.
P - ¿Ha constatado que el poder económico está por encima del político?
R - Yo creo que están en paralelo con determinados momentos en que se cruzan como la doble hélice de ADN. Una de las cosas que me ha sorprendido es que hay mucha distancia entre lo público y lo privado, poca conexión, poca empatía. Salvo que tengas un problema concreto y vayas a hablar con el ministro, te lo resuelva o no. Desde el mundo privado se entiende mal lo publico, parece un arcano que no entiendes como funciona. Y desde el publico se entiende mal las motivaciones del sector privado, que no son siempre llegar hasta el final de la maximización de beneficios. Las empresas están evolucionando mucho y están incorporando responsabilidad social corporativa y conciencia de que deben formar parte de la solución de los problemas en la sociedad.
P - Sin embargo, la brecha salarial es cada vez es más grande
R - Aquí es un tabú hablar del sueldo de los privados y absolutamente legítimo exigir que los representantes públicos cada vez hagan más trabajo, con más dedicación y transparencia, por menos dinero. Nos hemos metido en que a ver quien gana menos y se rebaja el sueldo más en lo público. Y en lo privado, como es privado, nadie dice nada cuando una buena parte de las desigualdades que tenemos en este país tienen su origen en desigualdades salariales en el sector privado, sobre las que creo que la sociedad tiene mucho que decir.
Hay que trabajar sobre la conciencia empresarial. Se ha aceptado un modelo en el que el sector privado generaba desigualdad y ya vendría el Estado a corregirlo a través de políticas redistributivas y eso está saltando por los aires. Las políticas redistributivas cada vez redistribuyen menos, son más transferencias entre las clases medias, en las que los muy ricos y los muy pobres quedan fuera del modelo. Cuando en las empresas muestran preocupación, yo siempre digo que lo que hay que hacer es ofrecer trabajo estable y pagar bien a los trabajadores.