Wimbledon: equipaciones de lujo sobre la pista

Wimbledon: equipaciones de lujo sobre la pista

El campeonato de Wimbledon es el más antiguo e importante que compone el circuito del tenis. Comenzó como una competición entre amigos en 1877 y actualmente se encuentra en la categoría de Grand Slam, a la altura del Open de Australia, Roland Garros y el Open de Estados Unidos. Pero de entre todos ellos, este es el más especial por mantenerse fiel a sus tradiciones: se juega sobre hierba de ocho milímetros, sus participantes deben de ir de blanco impoluto, no hay publicidad en las pistas, como aperitivo se sirven fresas con nata y los únicos colores que decoran las instalaciones del club privado que acoge el torneo, el All England Lawn Tennis and Croquet, son el verde y el morado. Wimbledon es la máxima expresión de la exquisitez que caracteriza a los ingleses y se jacta de ello durante los 14 días que dura el torneo.

En honor a su nueva edición, del 29 de junio al 12 de juio, STYLIGHT ha creado cuatro looks que se ajustan al dress code que impone Wimbledon, y también al de un fashionista. Anya Hindmarch, Isabel Marant, Givenchy y Moschino son algunas de las marcas que inspiran estos estilismos; en los que la estética se antepone a la funcionalidad. En esta competición, Victoria Beckham ya no será la única que marcará tendencia desde la grada.

JUGADORES

El tenis se caracteriza por ser un deporte donde sus participantes pueden llevar lo que mejor se adapte a su juego; esa es una de las grandes ventajas de jugar en solitario. Pero cuando participan en Wimbledon, solo pueden pensar en blanco: sus reglas sobre el vestir son muy estrictas y no todo vale. Los jugadores llevan tiñendo todo su uniforme de blanco desde 1963, y durante cada edición los jueces supervisan el equipo de los jugadores antes de los partidos, o incluso durante los mismos, como le ocurrió a Roger Federer en 2013. El siete veces campeón tuvo que cambiarse de zapatillas durante su partido contra Sergiy Stakhovsky.

Nuestro protocolo sobre la vestimenta no altera esta regla, pero añade una nueva: solo objetos de icónicos diseñadores. Hemos adaptado los musts de las marcas del momento —Azzedine Alaïa, Hermès y Bottega Veneta — a la equipación propia de un jugador de tenis. Con esta equipación de lujo, el estilo está servido en la pista.

Pieza deSTYLIGHT.es

Pieza de STYLIGHT.es

RECOGEPELOTAS

Solo unos afortunados han pasado el exigente filtro que impone Wimbledon para escoger a sus recogepelotas: seleccionan 250 de las 750 solicitudes que reciben. Durante el torneo se lanzan una media de 54.250 pelotas firmadas por Slazenger, marca oficial desde 1902, y son reemplazadas cada nueve partidos.

Pieza deSTYLIGHT.es

ESPECTADORES

El protocolo sobre la vestimenta también se aplica a los espectadores. Los que ocupan las butacas centrales deben de ir vestidos acordes a lo que marca el clásico estilo british. Los hombres: blazer, camisa y corbata; y a las mujeres se les aconseja llevar vestido. ¿El mejor ejemplo? Los Beckham, la pareja que nunca desentona en las gradas.

Pieza deSTYLIGHT.es

FRESAS Y PIMM'S

Wimbledon es también conocido por dar el pistoletazo de salida al verano: con él llegan las fresas con nata, otra de sus tradiciones. En 2014, se consumieron 142.000 de estos postres, lo que equivale a 1,5 millones de fresas y 7.000 litros de nata servidos. El plato se acompaña con una de las bebidas británicas más famosas, Pimm’s, un licor inglés aderezado con ginebra, naranja, limón, pepino, fresas troceadas y Sprite. A lo largo de las dos semanas que dura el torneo se sirven alrededor de 230.000 vasos de este líquido.

El Grand Slam se celebra en el club privado All England Lawn Tennis and Croquet, Y su presencia en el torneo se hace visible a través del morado y el verde, los colores de su escudo. Sus 22 pistas de tenis también acogieron las Olimpiadas del 2012. Para Wimbledon se acondicionan 19 pistas con un césped de la variedad rye-grass perenne de ocho milímetros y su acondicionamiento requiere más de 30 jardineros. El recinto también se cubre de la flor clásica del torneo, la Calibrachoa en color morado.

WIMBLEDON 2015

La final del pasado año entre Novak Djokovic y Roger Federer llamó la atención de 10 millones de espectadores de la BBC: siempre es interesante esperar hasta el final para ver qué ocurre en cada edición, y si ese último partido pasará al recuerdo. Tan solo cabe esperar que la lluvia no sea un impedimento, aunque sea otra de las muchas tradiciones que hacen tan especial este torneo.

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