Mujeres de Argelia y Túnez lanzan una campaña por la libertad de vestir minifalda
La campaña «Mi dignidad no está en el largo de mi falda», difundida a través de Facebook, ha sacudido Argelia y amenaza con convertirse en otra batalla de la larga lucha que las mujeres árabes libran desde hace años por sus derechos. Ya ha saltado, por ejemplo, a Túnez, donde esta misma mañana se ha llevado a cabo una manifestación de apoyo a sus compañeras argelinas.
Cuando el supervisor de la Universidad de Argel impidió a una estudiante de Derecho entrar en el examen, no intuyó que su decisión desencadenaría una revuelta en toda regla.
La página, que ha logrado más de once mil «me gusta» en apenas una semana, fue creada por la productora Sofía Djema, después de que el pasado 9 de mayo el citado supervisor impidiera a una chica presentarse a un examen porque llevaba una falda que dejaba sus piernas al descubierto.
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Fundamentó su restrictiva decisión en el «código ético» de la universidad y fue respaldado por el vicerrectorado, que invocó la norma que obliga «a vestir de forma decente» y calificó de menor el incidente.
«La mujer argelina ha sido víctima de la violencia y la tradición arcaica, (aunque) ella siempre ha tratado de encontrar un equilibrio con todo para existir», explica un comentario, colgado en el «muro» de la campaña en Facebook. «Más de treinta han luchado y hoy todavía muchos de nosotros nos preguntamos si es necesario luchar...», agrega.
PIERNAS IRACUNDAS
La campaña se ha convertido en un fenómeno nacional después de que miles de jóvenes argelinos, tanto hombres como mujeres, se hayan sumado e inundado la página y la red con «selfis» de sus tobillos y canillas desnudas para protestar contra lo que consideran un enorme retroceso.
Djema, que ha asegurado a la prensa que su objetivo «es mostrar lo que tienen que sufrir las mujeres (argelinas) a diario», ha abierto un álbum titulado «piernas iracundas» en el que anima a todo el mundo a enviar fotos de la parte inferior de la rodilla.
«La polémica no es más que el reflejo de los profundos problemas que padece Argelia, problemas económicos, sociales, culturales y religiosos», ha explicado Asmaa, una de las jóvenes que han decidido lucir sus piernas en la web.
«Es la forma de vestir, pero también si vas o no a la mezquita, o el problema que hay ahora con el consumo de alcohol. La sociedad argelina se islamiza cada vez más, día a día, sin que nadie haga nada», ha advertido la joven.
LEGALIDAD DE LA VENTA DE ALCOHOL
Asmaa alude así a la decisión adoptada el pasado abril por el primer ministro argelino, Abdel Malek Sellal, de suspender la nueva ley para la venta de alcohol, a la que se oponen con fiereza los movimientos islamistas.
Estos emprendieron en febrero, cuando entró en vigor la nueva normativa, una batalla en las redes socialespara tumbar una legislación que consideraban demasiado permisiva.
Presionado, Sellal envió una carta al ministro de Comercio, Amara Benyounes, en la que argumentaba que se necesitaban más estudios y consultas con las partes implicadas, después de que el último pusiera en marcha la ley sin consultar al Gabinete, según aseguró el diario digital «Tout Sur l'Algérie».
Asmaa y otros muchos jóvenes creen que el Gobierno debería de ocuparse con el mismo celo de otros asuntos más graves, como la violencia y el creciente acoso en las escuelas e institutos del país o los insultos obscenos a las mujeres en la calle.
Según un reciente informe publicado por responsables locales, solo en 2014 se denunciaron más de 40.000 casos de violencia en escuelas argelinas.
UNA EDUCACIÓN MUY AVANZADA
El estudio, obra del inspector general del Ministerio de Educación, Mejadi Messaguem, refleja que el acoso lo sufren tanto alumnos como profesores, pese a que Argelia «tiene uno de los sistemas educativos más avanzados de la zona».
Messeguem no solo habló de violencia, sino también de episodios de vandalismo y consumo de alcohol y drogas entre los estudiantes argelinos.
«La situación social se ha deteriorado en Argelia, especialmente para las mujeres», advierte Asmaa. Por eso, una iniciativa tan simple como enseñar el tobillo en internet «es algo tan importante, aunque puede parecer tonto».