Blatter, favorito ante el Príncipe Alí en unas elecciones FIFA marcadas por el escándalo
El actual presidente de la FIFA, Joseph Blatter, es el candidato que parte con más opciones de imponerse en las elecciones a la presidencia de la FIFA, en las que se mide al Príncipe Alí Bin Al-Hussein, pese a haber vivido 48 horas convulsas por las investigaciones y detenciones de siete miembros del organismo, dos de ellos vicepresidentes (Eduardo Figueredo y Jeffrey Webb), que no han impedido que los comicios sigan adelante entre caviar y coches de lujo.
Después de que la justicia suiza, en coordinación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y gracias a un 'topo' del FBI, detuviera el miércoles en Zúrich a algunos directivos acusados de corrupción, el mandatario suizo, de 79 años, continúa como favorito a repetir en el cargo que ostenta desde 1998, cuando sucedió al brasileño João Havelange, pese a que parecía que terminaría su carrera como máximo mandatario de la FIFA al final del cuarto mandato.
"Sé que mucha gente me tiene por responsable de las acciones y de la reputación de la comunidad global del fútbol, sea la decisión sobre la sede de un Mundial o un escándalo de corrupción. Pero nosotros, o yo, no podemos vigilar a cada uno todo el tiempo. Si la gente quiere hacer algo malo, también intentarán esconderlo", declaró este jueves ofreciéndose a enderezar la situación.
En caso de ser reelegido, sería el quinto periodo de Blatter al frente de la FIFA, cargo que ha ocupado durante los últimos 17 años, y que en los últimos ya ha estado salpicado siempre por la sombra de las malas acciones, sobre todo en las adjudicaciones a Rusia y Catar de los Mundiales de 2018 y 2022, principalmente sobre el segundo, que finalmente se disputará pese a la oposición de las ligas europeas en fechas invernales. De momento, la Comisión Ética de su organismo le eximió en su momento y ahora los investigadores han indicado que no está acusado de nada.
LOS APOYOS POLÍTICOS
De todos modos, la UEFA solicitó el aplazamiento de las elecciones al entender que no es el mejor momento para que se celebren e incluso su presidente, el francés Michel Platini, pidió en la víspera la dimisión de un Blatter, al que apoyó en las anteriores elecciones, pero con el que anda enfrentado ya desde hace tiempo. Por ello, el organismo continental apoya al otro candidato, el Príncipe Alí Bin Al Hussein, aunque no en su totalidad, con federaciones representativas como la de Rusia, donde hasta el presidente del país, Vladimir Putin ha mostrado su confianza en Blatter, o la de España, donde Ángel María Villar es un hombre afín al suizo.
Tal y como publica este viernes El País, el escándalo de los sobornos está provocando un choque diplomático entre dos de las grandes potencias del planeta (Rusia y Reino Unido, donde el primer ministro Cameron ha pedido la cabeza de Blatter) que podría derivar en asuntos financieros que van más allá del organismo y con los grandes bancos de Wall Street de por medio.
DERROTARLE, CASI UN MILAGRO
El príncipe jordano se quedó como el único obstáculo del actual presidente después de que los otros dos aspirantes, el holandés Michael van Praag y el exfutbolista portugués del FC Barcelona y Real Madrid Luis Figo se retirasen la semana pasada. Tercer hijo del Rey Hussein de Jordania y actual vicepresidente de la FIFA, es además de presidente de las federaciones de Jordania y de la WAFF (Federación de Fútbol de Asia Occidental).
La candidatura de Alí Bin Al Hussein pretende que las federaciones, jugadores, entrenadores, árbitros, aficionados y patrocinadores tengan más poder en el organigrama, del mismo modo que pretende restaurar la credibilidad de la FIFA. Además, denunciaron este martes el ofrecimiento de 47 votos conseguidos de manera ilegal como prueba de transparencia.
Todo hace indicar que Joseph Blatter volverá a ocupar el sillón presidencial, salvo sorpresa. Pese a todo lo sucedido el miércoles, las Confederaciones de África y de Asia ya han dejado claro públicamente que le votarán, y parece lo mismo con el voto americano y de Oceanía, lo que convierte en casi milagroso que su rival pueda evitar que obtenga las dos terceras partes de las papeletas de los 209 asociaciones miembro que se encargarán de decidir si el fútbol mundial sigue su camino o decide cambiar.
EL ESCÁNDALO GENERALIZADO
Siete dirigentes de la FIFA fueron detenidos el miércoles en Suiza a petición de la Justicia estadounidense, que solicitó su extradición para juzgarlos por presunta corrupción. La operación fue llevada a cabo por la Policía suiza en el lujoso hotel Baur au Lac en los Alpes, donde los dirigentes se reúnían.
Los cargos que la Justicia de EEUU presenta contra los dirigentes del fútbol mundial giran en torno a la "corrupción generalizada durante las dos últimas décadas", en relación a las adjudicaciones de sedes para la Copa Mundial y a los acuerdos de mercadotecnia y derechos de explotación televisiva.