La noche en que Madrid y Manuela Carmena sí pudieron
Nunca un segundo puesto supo tanto a victoria. Manuela Carmena, que consiguió 20 concejales en el Ayuntamiento de Madrid frente a los 21 de Esperanza Aguirre, fue aclamada al grito de "¡alcaldesa! ¡alcaldesa!" por la multitud que se congregó la tarde noche del 24M en la Cuesta de Moyano y que esperaba, eufórica, sus palabras. Las primeras fueron de agradecimiento "a todos y cada uno" de los que han hecho posible lo que describió como "algo extraordinariamente trascendente". Lo siguiente fue constatar el resultado: "En este momento es claro que ha ganado una mayoría por el cambio". Con el apoyo de PSOE, Ahora Madrid está en condiciones de sacar al PP del Consistorio de la capital, después de 24 años de Gobierno popular.
La magistrada de 71 años se acordó de la ciudadanía que con su "creatividad" y su "imaginación" han elevado la campaña de Ahora Madrid a un nivel inédito en poco más de dos meses. "Es impresionante la expresión de todo lo que puede hacer un colectivo, una ciudad, cuando está convencida de su fuerza y quiere utilizarla para cambiar, para que todo sea mejor", dijo, y la calle le respondió con ovaciones. En ese estilo tan suyo de acercar posturas y tender puentes, reflexionó sobre los que no han votado por "el cambio" y se impuso un reto: "Lo vamos a hacer tan bien que les vamos a seducir". Su otro gran desafío es "conseguir de verdad que Madrid sea una ciudad decente, una ciudad justa, equilibrada, pero que también sea una ciudad innovadora, dinámica y acogedora".
"Lo vamos a hacer para demostrar que podemos conseguir lo que queremos cuando todos somos capaces de unirnos. Por eso, no os tengo más que decir de nuevo, muchas gracias; la victoria es vuestra". Gritos de "¡Sí se puede! ¡Sí se puede!" volvieron a resonar con fuerza tras su intervención, igual que desde las ocho de la tarde. La ciudadanía que hace cuatro años salió a la calle a manifestar su indignación con la clase política el domingo coreó "¡que sí, que sí, que sí nos representan!".
Como en aquellas manifestaciones del 15-M de 2011 que nacieron en la Puerta del Sol, en la Cuesta de Moyano había gente de todas las edades. Ángeles Pérez, de 69 años, no podía ocultar que estaba "un poco cabreada con el PP, que tenía que desaparecer del mapa", cuando el recuento de votos, que en un principio ponía a Ahora Madrid en cabeza, dio un giro y empezó a reflejar la ligera ventaja de Aguirre. "¿La gente en qué está pensando?", se preguntaba al recordar que una señora le había dicho en el colegio electoral que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. "¡Hombre por dios! Además, esa señora [Carmena] en dos días mira lo que ha conseguido. La ves por primera vez y te das cuenta de que es auténtica. Yo lo tenía muy claro".
Una joven reconocía que no había podido evitar llorar al ver el escrutinio avanzar en favor del PP. Pero fue un llanto muy fugaz, decía. Enseguida se dio cuenta de que el cambio había ganado y celebraba en primera fila frente al escenario el resultado electoral. A su alrededor, todo era euforia. La gente se abrazaba a sus amigos al encontrarse. Los más jóvenes saltaban de alegría, entusiasmados. Sonaban las canciones que le han escrito a Manuela Carmena -temas pop, rock y hasta cuplé-, y sus fans bailaban a ritmo de El rún rún, la rumba de Ada Colau. Madrid celebraba cada punto que se anotaba su candidatura, pero también jaleaba, como propios, los avances de candidaturas populares en ciudades como Barcelona.
Algunos de los que intervinieron antes que Manuela Carmena son activistas de los que se han empleado a fondo contra los desahucios. Han estado detrás de las movilizaciones del 15-M. Han luchado por la Sanidad pública y universal, por la Educación, y contra la privatización de servicios como el agua. Ahora serán concejales de Madrid y no van a olvidar sus objetivos. "Menudo susto que les hemos dado", decía con gracia Guillermo Zapata. "Aguirre dijo el otro día: 'A quien le pique, que se rasque'. Pues nos hemos rascado bien", ironizaba Nacho Murgui, número dos de la lista. Pablo Carmona, de Ganemos Madrid, uno de los ejes de Ahora Madrid antes de que se uniese Podemos y sexto concejal de la candidatura, activó también unos cuantos "¡Sí se puede!" cuando dijo: "Nos retaron el 15-M, nos dijeron: 'Id a las urnas'. ¡Pues aquí estamos!". "Al final", añadió, "ha triunfado la decencia de la gente común frente a su decadencia".
EMOCIÓN Y EUFORIA POR EL CAMBIO
"Estoy muy emocionado. Llevábamos muchos años luchando en muchas direcciones en Madrid para que hubiera un cambio de Gobierno y creo que lo hemos conseguido. Esta ciudad ha conseguido por fin que florezca toda esa energía, toda esa fuerza, y toda esa necesidad de cambio", decía un joven que confía en que con el apoyo del PSOE Ahora Madrid pueda gobernar.
Dos mujeres contaban que habían vivido la noche "con mucha esperanza, mucha alegría y mucha euforia". "Hace cuatro años, cuando salía a pedir un cambio, la gente me decía que para qué salía, si no sirve para nada. Y sí que vale, vale para esto", decía una de ellas, que veía el resultado de Carmena como "un adelanto para las generales".
"[Carmena] nos ha devuelto la ilusión. El cambio es necesario y con Manuela ves que le importa la gente", contaba Premel Fudalej, un joven polaco de 27 años mientras esperaba los primeros resultados. Junto a él, Irene Piedrabuena, de 25, confesaba que esta es la primera vez que confía en una política: "Creo que es posible la regeneración democrática de parte de un partido así, que viene de la movilización ciudadana".
LA CANDIDATURA DE LA GENTE COMÚN
Hasta hace apenas dos meses, cuando Podemos anunció que Manuela Carmena sería su candidata a las primarias de Ahora Madrid, la magistrada era sobre todo conocida en el entorno judicial. Abogada laboralista durante 15 años, después fue jueza otros 30, cofundó Jueces para la Democracia y ejerció como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Carmena tampoco era ninguna extraña entre los defensores de los Derechos Humanos. Ni entre los presos que protegió de abusos y a los que ayudó a reinsertarse con proyectos como su tienda de ropa para bebés, confeccionada en cárceles y centros de reinserción.
Muchos de sus compañeros en la candidatura de Ahora Madrid la conocieron, sin embargo, cuando la plataforma ya estaba montada y el programa electoral redactado. Pudo haber recelos en algunos sectores al principio, pero la candidata oficiosa de Podemos -que se ha demarcado siempre del partido- consiguió 9.734.00 votos, el 63,54% de las primarias, y se convirtió en cabeza de lista. Nadie duda hoy de que sin ella al frente, la amalgama que es esta candidatura no habría logrado los resultados de este domingo.
La conquista de Carmena ha sido un fenómeno sin precedentes en la política reciente. Ahora Madrid, con pocos medios para hacer campaña, se ha convertido en la segunda fuerza más votada porque su candidata ha hecho partícipe del proceso a la¡ciudadanía y la ha fascinado con la sensatez de sus propuestas y esa forma de hacer política tan poco habitual, que defiende la limpieza, la participación y el diálogo, y rechaza la confrontación y el circo mediático. Ilustradores, pintores, publicistas, y músicos la adoptaron como musa y empapelaron la red y las calles con sus retratos. Pero no hacía falta ser artista para ser sensible a los encantos de la abuela por la que muchos querrían ser adoptados. Como ella misma recordó al salir a celebrar su victoria, "muchas personas en su casa, con un poquito de cartón y mucha imaginación han hecho camisetas, pegatinas", y con su empuje, han hecho posible lo que nadie en Ahora Madrid podía imaginar.
Esta mujer consiguió despertar algo mágico en Madrid, algo "milagroso" según ella misma. Las emociones positivas como la ilusión, el asombro, y la excitación que activaban, convirtieron a la candidata en un meme que se hizo viral. Los muros de Facebook y Twitter no hablaban casi de otra cosa. La conversación política en la calle giraba en torno a ella. En WhatsApp circulaban muchos "ojalá" y "nueva alcaldesa". Los medios de comunicación se hicieron eco del evidente idilio con Carmena.
Pablo Iglesias, el líder de Podemos, se acercó la noche del domingo a la Cuesta de Moyano para valorar los resultados de la candidatura en la que también participa su partido justo antes de que cerrase la noche Carmena. "El cambio es irreversible", anunció. La gente le contestó: "¡Presidente, presidente!" cuando pidió: "Que no se acabe esta primavera que nos va a llevar en volandas a noviembre para ganar al Partido Popular". El mundo mira a Madrid, dijo, porque "hace un año nadie pensaba que esto pudiera ser posible". Algunos se vinieron arriba y corearon "¡Madrid será la tumba del fascismo!" y "¡No pasarán!".
Pero las voces que más se oían eran las que interrumpían a Iglesias y gritaban al unísono: "Manueeeeela, Manueeeeela, Manueeeeela". No era la noche del líder de Podemos, que abrevió antes de desaparecer: "Os dejo con vuestra futura alcaldesa".
Cuando salió ella, la calle estalló en otro enorme "¡Sí se puede!".