El Madrid se ahoga en la orilla ante la Juventus (1-1)

El Madrid se ahoga en la orilla ante la Juventus (1-1)

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El Madrid se quedó en la orilla ante la Juventus y no estará en la final de Berlín ante el Barcelona. El esfuerzo de los blancos no tuvo recompensa pese a las ocasiones que tuvo el equipo en la primera mitad. El gol de penalti de Ronaldo quedó en nada con el empate de un ex de la cantera blanca. Morata mandó a casa al equipo que le vio crecer y será él quien viaje con los italianos a Berlín para verse las caras con el Barça en la final.

Los madridistas cerraron anoche la temporada, tras tirar la Liga el pasado fin de semana al empatar contra el Valencia y quedar a cuatro puntos del Barcelona, líder en la clasificación. Sin la Copa desde hace meses, la Champions era el clavo ardiendo al que se agarraban los blancos, que sucumbieron en su competición, en la que defendía título.

El Bernabéu se vistió de gala en la que parecía una de esas noches de la Copa de Europa en Chamartín. Desde el recibimiento al autobús del equipo, con miles de personas llenando las calles, hasta el mosaico antes del comienzo del partido, recordando a figuras del madridismo como Di Stefano.

Y el Madrid comenzó bien, apretando a los italianos con disparos de lejos y con jugadas por las bandas. Benzema, en un centro al área, recortó a un rival y envió muy alto el esférico. Cristiano, con un intento de falta que rechazó la barrera, por poco sorprende al portero Buffon.

La Juventus trataba de conectar con su tripleta atacante, en la que Morata y Tévez llevaban la voz cantante. Pogba, aún renqueante por su lesión, tardó en aparecer en juego y apenas dio sensación de peligro hasta los minutos finales.

Entonces James se metió en el área y cayó derribado por el infantil Chiellini, que pateó su gemelo cuando el colombiano encaraba la portería. La pena máxima la convirtió (esta vez sí) Cristiano Ronaldo, que ponía al Madrid en la final.

Teniéndolo todo de cara, con el público entregado, el Madrid no supo aprovechar la ocasión. Ni siquiera los contragolpes que surgieron después de que la Juve, obligado por el electrónico, se lanzara al ataque.

La Juve llegó al descanso viva, se tomó un respiro y saltó al campo con un objetivo claro: marcar un tanto. El primer aviso lo dio Marchisio, con un disparo con la derecha que salió lamiendo el poste derecho de Casillas.

El Madrid lo intentó de nuevo a la contra, pero siguió desaprovechando sus ocasiones y la Juventus supo aprovechar entonces la suya. Lo hizo Morata, tras un desbarajuste defensivo de los blancos en un saque de falta desde un costado. El balón colgado lo despejó Casillas, pero la defensa se tornó blanda y Morata recogió los frutos.

El exdelantero madridista bajó el balón con el pecho y, con mucha clase, pateó con la zurda picando la pelota y batiendo al portero del Madrid. No lo celebró, pero seguro que el chaval por dentro estaría disfrutando de uno de esos momentos de gloria que tiene el fútbol.

Y el Madrid se volvió a topar con sus fantasmas del pasado, esos jugadores que se marcharon a otros equipos y que fueron claves en las derrotas blancas. ¿O es que nadie se acuerda de Eto'o o de Morientes?

Pese a que todavía quedaban muchos minutos, el Madrid se quedó sin aire tras el gol rival. Lo intentó con Bale, que tuvo un par de ocasiones muy claras para empatar la eliminatoria (necesitaban dos goles para clasificarse) y también con la frescura de Chicharito, del que tiró Ancelotti buscando más pegada.

Entretanto, Casillas, pitado el pasado fin de semana y aplaudido esta noche, tuvo trabajo despejando un tiro de Marchisio que parecía la sentencia y otro de Pogba al final que también olía a punto final.

No fue posible. El partido terminó además como si fuera una broma macabra para el portero madridista, que regaló la última jugada con una falta de saque en un saque de banda. Ahí se acabó la temporada para el Madrid, que fió todo a la Champions y se quedó en la orilla. La Undécima tendrá que esperar.