Exposición de Juego de Tronos: el trono de Hierro está en Madrid (FOTOS)
Luz demasiado tenue. Al lado de la entrada, un pedazo de cola de dragón. Enfrente, una boda que no va a acabar bien, aunque en Poniente nunca lo hacen. Y, a la izquierda, una monstruosidad alargada de 25 kilos de peso que parte caballos en dos.
Así se presenta al visitante la exposición itinerante de Juego de Tronos, que hace su cuarta parada del año en las naves del Matadero de Madrid, cargada con 75 objetos de todas las temporadas de la serie, incluida la quinta. Objetos únicos traídos del mismísimo set de rodaje.
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Esa es la razón más morbosa para ir a ver la muestra, que todo lo que hay expuesto ha sido llevado por los actores. Permite hacerse una idea de su complexión y puedes fantasear con si te podrías poner el vestido de Sansa o a qué altura te llegaría Daenerys. De cada traje suelen existir pocas réplicas, y de aquellos que sólo se emplean en una escena sólo hay una.
Cada prenda muestra desgaste, ya sea por el uso o porque están hechos así para resultar más auténticos. Así, la armadura de la Montaña, además de resultar asombrosamente gigantesca, está llena de grietas y marcas de las espadas que la han rozado. Los objetos del Norte están cubiertos de manchas y muy ajados. Los estandartes están sucios de barro y deslucidos por el uso.
SUBE AL MURO EN 4 DIMENSIONES
Hay casi tanto de los Martell como de los Stark y los Lannister. Este año se ha estrenado la quinta temporada de la serie, y Sevilla ha servido de escenario para el castillo de la familia de la Víbora Roja. Hay muchas armas y casi todas pesan lo que parece. Pero ninguna como la gigantesca claymore de Gregor Clegane, de 25 kilos y más de 1,50 metros de largo.
La gran novedad de este año es la réplica a tamaño real de un Caminante Blanco que sirvió para combinar el 3D con las imágenes de acción real en la escena de Sam el Mortífero. Y, sobre todo, la experiencia de realidad virtual en 4D que te permite experimentar lo que es subir al Muro. Te meten en el ascensor, te ponen las gafas, cascos, y... ¡hay que sentirlo! No se puede describir.
El sistema, que combina lo último en tecnología interactiva con gráficos de ordenador, permite mirar en todas direcciones y sentir el viento en la cara. Es importante no llevar gafas porque la experiencia no es la misma. Los desarrolladores son los responsables de los efectos especiales de Gravity y Facebook acaba de comprar los derechos del proyecto por 2.000 millones de dólares.
La visita, organizada por Canal+ España (que ahora está emitiendo la quinta temporada de la serie), es gratuita y ya hay más de 8.000 entradas reservadas; sólo es hasta el domingo 3 de mayo, así que date prisa si quieres verla. Este año han querido aumentar la interactividad a través de un espacio personal en la web donde colgar tus fotos y experiencias de Poniente. Te tienes que registrar en este portal y jurar lealtad a una casa a tu elección; aparecerá un vídeo especial del representante de tu familia noble y un código que tienes que dar durante el recorrido por la exposición.
¿Cuándo te lo pedirán? Como mínimo, en tus dos oportunidades para morir: un vídeo en el que eres abrasado por un dragón o una foto en la que eres un Caminante Blanco. También te puedes retratar sobre una réplica del Trono de Hierro, coger la espada de la Montaña y comprobar lo grande que es en una silueta a tamaño real...
MALA LUZ
Los peros: la luz es demasiado baja, muy ambiental pero inapropiada para exhibir cosas. Apenas se distinguen los objetos de las vitrinas, que no tienen iluminación propia. Los que sí la tienen son los trajes, pero los focos están pegados a la prenda e iluminan desde el suelo, de manera que resulta imposible acercarse a apreciar los detalles de las telas sin que te cieguen. Y merece la pena acercarse, porque asombran los cuidados detalles que ni siquiera se aprecian en la serie.
Especialmente destacable es el vestido de boda de Margaery, de un delicado azul plateado, que llevó a Vestuario más de 200 horas de trabajo. Está cubierto de rosas de tela y espinas que caen por el escote y la espalda en un intrincado dibujo que acaba en una cola larga que arrastra decenas de rosas más grandes. Todos los conjuntos son tan recargados y perfectos por delante como por detrás.
Merece la pena ir. Si eres fan, un loco de las celebrities o simplemente si tienes un rato libre, déjate caer por allí y prueba a subir al Muro, deléitate con los espectaculares ropajes... Además, es gratis.
