Varios parlamentarios provida del PP rechazan votar la reforma de la ley del aborto
La aprobación de la reforma de la Ley del aborto está generando controversias en el seno del Partido Popular. Tres de sus diputados han anunciado que no votarán la toma en consideración de la proposición de ley que registró su partido el pasado 18 de febrero, no porque la consideren excesiva con las mujeres, sino porque les parece que se queda corta.
Lourdes Méndez, José Eugenio Azpiroz y Javier Puente, han hecho público su desacuerdo con esta proposición de ley, que obligará a las chicas de 16 y 17 años a informar a sus padres de que quieren abortar.
"El sentido del voto tiene que ser lo más específico posible para que el mismo voto manifieste el rechazo a una reforma que no cumple nuestro programa electoral, que no defiende la vida y que además creemos que tampoco es el momento de hacerlo", ha dicho Méndez.
La diputada cree que, con esta proposición de ley, "se ratifica la Ley Aído". "Lo único que hace es cambiar la titularidad del derecho del aborto de las niñas a los padres, lo que se valida la ley Aido. Es una validez política", ha añadido.
MENSAJE "PERVERSO" A LOS JÓVENES
"Existe el deber de modificar la Ley Aído. Pienso que nuestro partido no puede hacer manifestaciones a favor de la vida o decir que seguimos defendiendo la vida siempre que no haga lo que es posible, reformar la Ley Aído. Habría que traer una reforma algo más sustancial que la que se trae en el día de hoy", ha continuado Méndez.
La parlamentaria considera que habría que cambiar el actual modelo de plazos, y se debería pasar a una ley de supuestos. "El que aparezca o no la palabra derecho es una cuestión semántica pero lo que sí que está claro es que ahora una niña con su propia voluntad puede abortar y tiene la disponibilidad de la vida de un ser humano sin que exista ninguna causa", ha subrayado.
De esta manera, cree que se va a trasladar a las jóvenes un mensaje "absolutamente perverso", que tienen derecho a abortar y "que no pasa nada", "cuando existe un síndrome postaborto y muchas consecuencias".
NO SON SÓLO TRES
Méndez ha subrayado también que, aunque sólo públicamente se hayan manifestado tres diputados contra esta proposición de ley, hay personas incómodas en el grupo al considerar que "es un error político" no dejar libertad de voto en esta proposición de ley.
"Es un tema sensible y cuando se apela a la sensibilidad de todas las personas, el apelar a un consenso en un tema de estas características se llama a una inacción que, si no se hace nada, es consolidar la Ley Aído. El efecto de apelar a un consenso supondrá que se está imponiendo un proyecto ideológico al defendido a lo largo de la vida del PP, que es la defensa de la vida", ha reiterado Méndez.
En efecto, no sólo estos tres diputados del Congreso se oponen a esta reforma. Con ellos, otros cinco parlamentarios del PP, en concreto los senadores Gari Durán, José Ignacio Palacios, Luis Peral, Ángel Pintado y Ana Tormé, han firmado una carta enviada a sus compañeros de partido explicando su postura.
En ella, critican que no se les dé libertad de voto e insisten en el argumento de que la reforma asume como válida la ley Aído.
¿CAMBIARÁ ALGO?
No queda claro si el PP cederá a la presión de sus parlamentarios díscolos y modificará partes de la reforma de la ley durante la tramitación.
El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, admitió hace unos días la posibilidad de que su grupo parlamentario enmendara la iniciativa para dejar claro que "el aborto no es un derecho".
Sin embargo, fuentes del Grupo Popular citadas por la agencia Europa Press, aseguran que, ante la insistente negativa de los diputados provida a votar la reforma, ya no se plantean llevar adelante los cambios que les habían ofrecido, que iban, precisamente, en la dirección apuntada por el ministro, es decir, abolir el aborto como un "derecho" de las mujeres.
RECHAZO DE LA OPOSICIÓN
El PP se volverá a quedar solo en el Congreso para aprobar esta proposición de ley, ya que toda la oposición rechaza esta iniciativa, ya sea porque consideran que ataca los derechos de las mujeres, ya sea (los menos) porque también les parece que se queda corta.
Carmen Montón, portavoz de Igualdad socialista, ha rechazado entrar "en el mercadeo ni regateo electoral que propone el PP" con los derechos de las mujeres. "El único motivo que tiene el PP es la presión interna en su partido de los sectores más conservadores actuando como lobby ultra, la presión de la Conferencia Episcopal, que han negociado con ella la reforma, y la presión que más les importa, que es el cálculo electoral", ha añadido.
Por su parte, el portavoz parlamentario de Izquierda Plural, José Luis Centella; y su adjunto, Joan Coscubiela; han denunciado este martes el "fariseismo" y "electoralismo reaccionario y rancio" del PP y del Gobierno. "Son conscientes de que en el mejor de los casos no afectaría a más del 0,5% de las jóvenes y es que además, no se han leído la ley, cada vez es más evidente", ha señalado Centella.
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