¿Cómo se defendían las mujeres hace 60 años? Así ha cambiado la defensa personal (VÍDEOS)
Sobre el tatami, una joven con un mono de pantalón corto patea sin piedad a un chaval con camiseta de tirantes, tumbándole en el suelo y ejerciendo sobre él distintas llaves. A su alrededor, más chicos y chicas les observan, mientras una de ellas sigue practicando ejercicio en una máquina de pared. Todo podría parecer una escena normal y cotidiana, hasta que se retrocede a los títulos de crédito del vídeo: año 1947, rezan. El blanco y negro de las escenas, el crujido nostálgico del sonido de fondo y los looks de sus protagonistas dejan claro que las peleas del tatami ocurrieron hace más de 65 años.
El vídeo, titulado Judo Jymnastics, trata de mostrar cómo eran las técnicas de defensa personal de las mujeres allá por los años 40. Todo en un entorno controlado, para que las féminas pudieran aprender a luchar en condiciones casi de laboratorio. Entonces esas técnicas ¿son efectivas? ¿Y se siguen usando en el siglo XXI?
Juan Romero Pons es Director Nacional de la Federación Internacional de Combat Hapkido en España, un sistema de defensa personal funcional y práctico creado en Estados Unidos que busca que sus técnicas se adapten a situaciones reales de amenaza o agresión. Romero Pons es también director de la Academia de Defensa Personal de Valencia, donde inicia a muchas mujeres en la defensa personal. Como explica por correo electrónico a El Huffington Post, "las técnicas de autodefensa que se ven en este vídeo actualmente aún siguen enseñándose en muchos cursos de Defensa Personal", afirma. Sin embargo, asegura que "el problema es que estas técnicas (excepto dos) no son realistas. Son técnicas que si una persona (mujer u hombre) tratara de aplicarlas bajo el estrés y la imprevisibilidad de una situación agresiva real, prácticamente no tendría ninguna posibilidad".
Es decir: los años cuarenta no están tan lejos de la defensa personal de hoy en día, aunque es cierto que aquellas viejas técnicas han cambiado un poco para adaptarse aún mejor a las situaciones (de ataque, de estrés, de agresividad) a las que hay que enfrentarse en el mundo real. Romero Pons cree que "como cualquier campo de la ciencia o la tecnología, la autodefensa no para de avanzar y de mejorar su operatividad y eficacia. Estudios sobre cómo se generan las agresiones, psicología, anatomía, biomecánica, didáctica, etc. nos llevan a otro tipo de técnicas más fáciles de aprender y de aplicar eficazmente en situaciones reales".