72 horas después de la tragedia, las causas del siniestro se aclaran al mismo tiempo que impresionan. Este jueves conocíamos a través de los datos de la investigación que el copiloto del Airbus A320 de Germanwings siniestrado en los Alpes, Andreas Lubitz, había estrellado el avión con voluntariedad por causas que se desconocen. No dejó entrar al capitán bloqueando la cabina, inició el descenso, no respondió a ninguna llamada de la torre de control y respiró con normalidad hasta el momento del impacto.
Ante esta hipótesis, y a la espera de que aparezca la segunda caja negra para contrastar los datos técnicos de navegación, solo queda saber por qué lo hizo. ¿Qué llevó a este joven de 28 años a querer empotrar el aparato contra las montañas y llevarse por delante la vida de 150 personas?
Los investigadores alemanes han informado este viernes de que en uno de los registros llevados a cabo en los domicilios del copiloto se ha encontrado un parte de baja médica roto en el que se desaconsejaba que volara ese día. Según publica tanto el diario alemán Bild como el británico The Times, el copiloto sufrió una depresión severa en 2009, para la cual fue tratado y medicado durante año y medio con el conocimiento de Lufthansa, Germanwings y el regulador alemán de transportes (LBA). Su entorno cercano, con el que ha podido hablar el diario El Mundo, asegura que tenía muchos amigos, pero que era muy obsesivo, hasta el punto de tener toda su habitación llena de pósters de aviones.
La policía alemana concluye el registro tras varias horas en la vivienda del copiloto de Germanwings Andreas Lubitz en Düsseldorf y en la casa que compartía con sus padres en la localidad de Montabaur. La investigación sigue abierta.
Este viernes es la cuarta jornada de rastreo de la zona donde permanecen los restos del avión que cubría la ruta entre Barcelona y Düsseldorf. Las autoridades francesas volverán a utilizar los helicópteros desde la base de Seyne-les-Alpes para llegar a la escarpada montaña donde se estrelló el aparato provocando la muerte de sus 150 ocupantes.
La prioridad será buscar la segunda caja negra, para poder avanzar en la investigación. Los especialistas y forenses seguirán rescatando de la montaña los restos mortales de los ocupantes, que están siendo trasladados hasta un centro de campaña montado en Seyne-les-Alpes para su identificación.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo, los Reyes de España, el presidente francés François Hollande, y el primer ministro francés, Manuel Valls, participan en el gabinete de crisis conjunto que los gobiern...