La Policía tunecina ha detenido a nueve personas por su presunta implicación en el atentado con rehenes que este miércoles costó la vida a 23 personas, 18 de ellas turistas extranjeros —dos de ellos españoles—. Fuentes de Seguridad tunecinas han confirmado que los sospechosos se hallan en dependencias policiales y están siendo interrogados para tratar de esclarecer quién ordenó el atentado.
El gobierno ha confirmado que cuatro de los detenidos están directamente involucrados en el ataque terrorista y los cinco restantes pueden tener conexiones con ese grupo yihadista, según informa la prensa local que cita fuentes oficiales.
Además, fuerzas especiales prosiguen con sus pesquisas en barrios del cinturón de la capital y en las zonas montañosas vecinas a la frontera con Argelia, un área militar cerrada en la que el Ejército tunecino lucha desde hace meses con grupos yihadistas provenientes del Sahel.
Fuentes tunecinas que pidieron no ser identificadas indicaron que las investigaciones apuntan en tres direcciones: la franquicia de Al Qarda en el Magreb (AQMI), el grupo radical local Ansar al Sharia e incluso alguna célula afín al Estado Islámico fundada por yihadistas tunecinos retornados de Irak y Siria.
El ataque empezó el miércoles cuando un joven de unos 20 años disparó una ráfaga de metralleta contra un grupo de hispanohablantes que se disponían a visitar el Museo del Bardo, aledaño al Parlamento y uno de los más importantes de Túnez. En la ráfaga murieron siete personas, entre ellas dos ciudadanos españoles, antes de que los terroristas tomaran una treintena de rehenes y se atrincheran en el jardín.