Túnez confía en que el atentado no dañe al turismo
Túnez teme que la violencia haga que se resienta el turismo, su gallina de los huevos de oro, sobre la que pivota la recuperación económica de un país en plena transición. Hoy supone el 7% de su PIB y da de comer a 400.000 trabajadores, según datos de Destino Túnez, la web de la embajada en España dedicada a orientar a los visitantes. De momento, el Ministerio de Exteriores de España no ha modificado su alerta de viaje. La última indicación que figura es del pasado 19 de enero y en ella explican que hay que "viajar con precaución", pero no aconseja que no se vaya.
El ministro tunecino de Asuntos Exteriores, Taieb Baccouche, ha pedido desde París a los turistas que no dejen de visitar su país. "Esto no tiene que disuadir a los amigos que quieran visitar Túnez en verano o en cualquier otra estación, sino que, al contrario debe incitarlos a apoyar a Túnez en su lucha contra el terrorismo", ha manifestado. Poco antes, en su mensaje a la nación, el primer ministro, Habid Essid, dejó claro que el atentado "cobarde" buscaba "hacer daño a la economía local", amedrentando a los turistas, como ya hicieron durante la primavera de 2012.
De momento, el impacto sobre los viajeros españoles se espera limitado, indican fuentes de la embajada tunecina en España. El puente de San José apenas se celebra en Madrid y Valencia y no es un momento de grandes visitas al exterior, confirman agencias como Granada Travel, radicada en el centro de Túnez. Jalel Gasmi, uno de sus agentes, explica que Túnez es un destino "amable y seguro" para los españoles, a un precio asequible, por lo que espera que no cunda el pánico. Para la Semana Santa las reservas "no iban mal".
En las últimas horas no se han recibido llamadas masivas para anular viajes previstos, indican también en la Asociación Andaluza de Agencias de Viaje. Compañías aéreas como Tunisair, con hasta cuatro vuelos semanales desde Madrid, dicen que "todo está normal", al menos en su delegación de Barajas.
SU OBJETIVO INICIAL ERAN LOS POLÍTICOS LOCALES
Fuentes de la embajada española en Túnez explican que, tras los primeros contactos de urgencia para informar de lo ocurrido en el atentado, que ha implicado a turistas españoles, varios asesores económicos de Túnez han conectado con la legación para insistir en que "se mantenga la buena imagen del destino". "Explican que la primera intención de los terroristas fue la de atacar el Parlamento, donde justamente se estaban tratando leyes que van a presionar a los yihadistas, y al no salir bien, se fueron al museo. Se desconoce si tenían esa intención desde el principio pero ellos nos explican que no necesariamente el turismo era el objetivo principal y que los extranjeros deben estar tranquilos y sentirse protegidos con el despliegue policial", añaden las mismas fuentes.
Según Destino Túnez, ya las revueltas contra el presidente Ben Ali hicieron que el turismo se redujese un 50% como media y, en el caso de los españoles, la bajada fue del 85%. La explicación está no en un mayor miedo, sino en que los españoles suelen viajar por todo el país, haciendo rutas y no sólo quedándose en los resorts de todo incluido. Entendían que la falta de movilidad no hacía interesante el viaje.
Túnez cerró 2010 con una cifra récord de llegada de turistas extranjeros: 6,9 millones. Estas visitas supusieron un nivel de ingresos de 3.522 millones de dinares (alrededor de 1.687 millones de euros al cambio actual), según datos del Ministerio de Turismo difundidos por Europa Press.
En 2014, la cifra de ingresos remontó hasta los 3.575 millones de dinares (unos 1.711 millones de euros), pero las llegadas de extranjeros agudizaron su caída hasta quedar ligeramente por encima de los 6 millones. En términos interanuales -comparado con 2013-, la caída fue del 3,2%. 2015 tampoco ha comenzado con mejores cifras, ya que en enero y febrero llegaron a Túnez 340.000 extranjeros, un 16,3% menos que en el mismo periodo de 2014.