Crónica de una mañana trágica en el Museo del Bardo de Túnez
Una tranquila mañana en el museo se ha tornado en una pesadilla para decenas de personas que, en torno al mediodía, se encontraban en el Museo del Bardo en Túnez. Tras protagonizar un tiroteo con las Fuerzas de Seguridad tunecinas a las puertas del Parlamento, dos terroristas armados con kalashnikov han entrado en el museo y han comenzado a disparar, causando la muerte a 20 personas e hiriendo a otras 23. Después, han sido abatidos.
Entre los fallecidos, además de dos tunecinos, hay 18 turistas de diversos países. Entre ellos, Antoni Cirera Pérez y Dolores Sánchez Rami, un matrimonio de Barcelona que había llegado a la capital tunecina a bordo de un crucero.
Son los dos españoles fallecidos de los que había informado pasadas las 19:30 horas desde Valencia el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien aseguró haberse enterado minutos antes de las dos defunciones. Sin embargo, a las 16:00 horas el primer ministro de Túnez, Habib Essid, ya había informado de que entre las víctimas no tunecinas, además de italianos, alemanes y polacos, también había españoles.
"Esto ha cambiado en media hora. No puedo descartar que haya más muertos ni heridos", se ha explicado Margallo, quien rechazaba entonces dar más datos sobre las identidades de los fallecidos.
EN BUSCA DEL PARLAMENTO
Todo comenzó al mediodía, cuando dos terroristas armados y uniformados trataron de asaltar el Parlamento de Túnez, donde se debatían medidas para luchar contra el yihadismo.
Cuando los atacantes se aproximaron a la entrada, los guardias de seguridad de la Cámara se percataron de que los uniformados no llevaban armas reglamentarias y, al pedirles que se detuvieran, se desató un tiroteo, tras el que los terroristas huyeron hacia el Museo del Bardo, una zona muy frecuentada por turistas que se encuentra frente al Parlamento.
Según han explicado diversos testigos, a medio camino entre ambos edificios, los atacantes dispararon a un autobús y después se introdujeron en el museo, donde, tras tirotear a varias personas, se atrincheraron con rehenes.
"ESTOY VIVO DE MILAGRO"
Todo la escena la vivió de cerca Josep Lluís Cusidó, alcalde socialista de Vallmoll (Tarragona), quien había viajado con su mujer a Túnez para celebrar su aniversario. "Han entrado dos hombres y han empezado a disparar; estamos vivos de milagro", ha relatado a varios medios de comunicación.
Cusidó se disponía a salir del museo cuando los terroristas comenzaron a disparar a la entrada del mismo. "Les he visto de cara, les tenía a diez metros disparando a todo lo que se movía", ha relatado el regidor catalán, que ha salido corriendo para refugiarse.
Según ha contado, su mujer ha logrado escabullirse en "un lugar seguro", mientras que él ha subido al tercer piso. "He visto por detrás que los terroristas me seguían e iban matando a la gente. Han empezado a caer muertos y cosas del techo. Estoy vivo de milagro", ha asegurado.
Él y su mujer han logrado escapar del museo. No así los numerosos turistas que los atacantes han retenido durante horas en el edificio, hasta que la Policía tunecina ha entrado y ha acabado con la vida de los terroristas.
"Siento mucha pena por mucha gente", ha dicho el regidor, quien asegura que conocía a alguna de las víctimas de haber coincido con ellas en el crucero en el que su mujer y él acudieron a Túnez de vacaciones para celebrar su aniversario de boda. "Esto costará mucho olvidar: ver morir gente, a la que he intentado ayudar y que ha muerto en mis brazos", ha concluido.