La lista de investigados por corrupción en Petrobras pone a temblar a Brasil
El sistema político brasileño fue puesto en jaque con la decisión de la Corte Suprema de investigar por la corrupción en la estatal Petrobras a los jefes de las dos cámaras legislativas y a otros 32 parlamentarios y a 12 exdiputados, entre ellos cuatro exministros de la presidenta Dilma Rousseff.
La divulgación de la lista de sospechosos aforados que la Justicia ordenó investigar anoche impactó directamente en el Gobierno, ya que incluye a importantes excolaboradores de Rousseff y de su campaña electoral, y reveló que hasta la jefe de Estado fue citada en el escándalo.
Pero también agravó las ya tensas relaciones entre el Gobierno y el Congreso, ya que la lista incluye a importantes senadores y diputados de partidos oficialistas cuya relación con Rousseff pendía de un hilo y que acusan a la Fiscalía de hacerle juego al Ejecutivo.
A petición de la Procuraduría General de la República (Fiscalía), el magistrado Teori Zavascki, que será el juez instructor de los procesos en la Corte Suprema, autorizó anoche la apertura de investigaciones contra 49 personas, entre ellas 12 senadores, 22 diputados y 12 exdiputados de cinco partidos, en su gran mayoría de la base oficialista, por el escándalo en Petrobras.
LA MAYOR EMPRESA DE BRASIL
Los investigados, que sólo pueden ser juzgados por la máxima Corte al estar aforados, fueron citados como beneficiarios de las corruptelas en la mayor empresa de Brasil, por integrantes de una red de corrupción, algunos de los cuales colaboran con la Fiscalía a cambio de una reducción de penas.
Además de los presidentes del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, la lista incluye al expresidente brasileño Fernando Collor; y a cuatro exministros de la presidenta Dilma Rousseff: los senadores Edson Lobao (Minas y Energía) y Gleisi Hoffmann (Presidencia) y los exdiputados Mario Negromonte (Ciudades) y Antonio Palocci (Presidencia).
Igualmente figuran en la lista el senador Humberto Costa, que fue ministro de Salud durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, y la exgobernadora del estado de Maranhao Roseana Sarney, hija del expresidente José Sarney.
Las formaciones implicadas son el Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff; el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del vicepresidente Michel Temer, y los también oficialistas Partido Progresista (PP) y Partido Laborista Brasileño (PTB).
De la oposición tan sólo será investigado el senador Antonio Anastasia, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
ROUSSEFF, EN EL PUNTO DE MIRA
La decisión de la Corte Suprema, pese a que libró a Rousseff de un proceso, dejó a la jefe de Estado en el punto de mira porque la incluyó entre los citados en el escándalo que no serán investigados.
En una de las 21 investigaciones ordenadas, Rousseff es citada como beneficiaria indirecta de la red de corrupción, pero la Fiscalía alega que el jefe del Estado sólo puede ser investigado por actos practicados en el ejercicio de la Presidencia y que las irregularidades en las que se le menciona supuestamente ocurrieron antes de que fuera elegida para su primer mandato, en 2010.
La Corte, sin embargo, ordenó que se investigue al exministro Palocci, que fue coordinador de la campaña electoral de Rousseff en 2010, por supuestamente haber recibido recursos desviados de Petrobras para financiar las cuentas de campaña de la mandataria.
El escándalo en Petrobras se investiga desde hace casi un año y hasta ahora ha llevado a prisión a exdirectivos de la petrolera y a un grupo de empresarios que participaban en negocios con la estatal.
Según las autoridades, los empresarios obtenían contratos con Petrobras, inflaban los precios, repartían parte de esa diferencia con directores de la estatal y el resto lo distribuían entre los políticos, que lo recibían clandestinamente o por vía legal, como "donaciones" para sus campañas electorales.