Tsipras acusa al Gobierno de España de querer derribarlo
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, defendió este sábado ante el comité central de su partido el compromiso alcanzado con el Eurogrupo y afirmó que las fuerzas conservadoras europeas "minaron" cada paso hacia un acuerdo para evitar que el ejemplo heleno creara escuela en España y Portugal.
Más concretamente, Tsipras ha acusado a España y a Portugal de formar un "eje contra Atenas" que ha intentado "derribar su gobierno" y hacer fracasar las negociaciones con el Eurogrupo para tratar de reestructurar la deuda del país.
"Nos encontramos con un eje de poderes, liderado por los gobiernos de España y Portugal quienes, por motivos políticos obvios, intentaron llevar al abismo las negociaciones enteras", ha declarado en un discurso ante el Comité Central de su partido, la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA).
"Su plan era, y es, desgastarnos, derribar nuestro Gobierno y llevarlo a una rendición incondicional antes de que nuestro trabajo comenzara a dar su fruto y antes de que el ejemplo de Grecia afectara a otros países, principalmente antes de las elecciones en España", ha asegurado.
ESPAÑA: "LOS PROBLEMAS NO SE RESUELVEN CON DECLARACIONES"
El secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, ha respondido a Tsipras que los problemas de su país "no se resuelven con declaraciones, sino con reformas".
El secretario de Estado español, en declaraciones a Efe, dijo que "España no es adversaria de nadie, sino al contrario: es solidaria con el pueblo griego como lo ha demostrado comprometiendo 26.000 millones de euros en un momento muy difícil para la economía de nuestro país en plena recesión".
"Por lo tanto, lo que pedimos al nuevo gobierno griego es responsabilidad porque creemos que los problemas de Grecia no se resuelven con declaraciones, sino con reformas, y eso es lo que esperamos que haga el nuevo Gobierno griego", ha dicho.
Mientras, el Ministerio de Economía ha negado tener "eje alguno con otros socios" de la Unión Europea. "Ninguna circunstancia de política interna ha interferido en la posición española en el Eurogrupo y no se ha articulado eje alguno con otros socios", han señalado fuentes del departamento a Europa Press.
En la primera reunión del Comité Central de Syriza tras el triunfo electoral del pasado 25 de enero, Tsipras aseguró que aún antes de empezar las negociaciones las "fuerzas conservadoras en Europa, en cooperación con el Gobierno de Samarás, nos habían tendido una trampa", con el fin de que la izquierda fracasara nada más asumir el gobierno.
LOS TEMORES DE FRANCIA, CHINA Y EEUU
Con ello aludió a que el conservador Andonis Samarás había firmado una prórroga de tan solo dos meses del rescate para lograr que un Gobierno de Syriza fracasara. Según Tsipras, el objetivo era causar una crisis financiera y el colapso inmediato del Gobierno.
Lo que no habían previsto estas fuerzas, añadió, era que Syriza acabaría logrando casi la mayoría absoluta en las elecciones, que se iba a formar un Gobierno en tiempo récord y que iba a obtener semejante respaldo ciudadano en las negociaciones.
El líder de Syriza sostuvo que el temor manifestado por Francia, China y Estados Unidos ante la inestabilidad política que podría haber generado una caída del nuevo Gobierno sirvió de ayuda para sacar adelante unas negociaciones.
"TRATARON DE LLEVAR A GRECIA AL ABISMO"
Según el primer ministro, en las negociaciones España y Portugal, "por razones políticas obvias, trataron de llevar a Grecia al abismo, asumiendo el riesgo de una evolución incontrolada, con el fin de evitar un riesgo político interno".
Tsipras insistió en que el plan de Samarás y el Partido Popular Europeo era el desgaste prematuro del Gobierno o su "rendición incondicional".
Todo esto, recalcó, debía ocurrir antes de que el trabajo del nuevo Gobierno pudiera comenzar a dar frutos, para evitar así que el "ejemplo griego afectara a las correlaciones en otros países, y sobre todo antes de las elecciones de noviembre en España".
"Intentaron empujarnos a hacer concesiones inaceptables, bajo la amenaza de la quiebra" para sembrar la decepción en la población y en las bases de Syriza, sostuvo.
El objetivo final, remarcó, era el fracaso del Gobierno o al menos que se formara un Ejecutivo "de dudosa legitimidad moral y política", siguiendo el ejemplo del ejecutivo tecnócrata de Lukás Papadimos, que gobernó interinamente tras la dimisión del socialdemócrata Yórgos Papandreu en 2011.