Muerte de Alberto Nisman: Encuentran muerto al fiscal argentino que acusó a Fernández de Kirchner de encubrir a Irán
El fiscal argentino Alberto Nisman ha aparecido muerto en su apartamento. Este hombre, que acusó hace apenas cinco días a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, de encubrir a los iraníes que estarían detrás del atentado perpetrado el 18 de julio de 1994 contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, debía comparecer en la tarde del lunes en relación con el caso.
Según las informaciones facilitadas por el diario argentino Clarín, Nisman presentaba un disparo en la cabeza cuando fue hallado en el cuarto de baño de su apartamento en Puerto Madero.
Estaba previsto que el fiscal compareciera este lunes ante la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados por su denuncia contra Fernández de Kirchner y varios miembros de su Gobierno en el marco del citado caso.
La diputada opositora Patricia Bullrich, una de las primeras en acercarse a la vivienda de Nisman tras conocer su muerte, explicó a la prensa que el fiscal le había revelado que había sido amenazado y que incluso había transmitido su preocupación a la Fiscalía General para que reforzaran su custodia. "Un fiscal muerto antes de dar un informe al Congreso en una causa donde hay terrorismo internacional me parece de una enorme gravedad", agregó Bullrich.
En un escrito de 300 páginas, Nisman señaló a la presidenta y a su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, entre otros cargos públicos, como autores y cómplices de encubrimiento agravado de los sospechosos iraníes, así como de otros delitos conexos, como obstrucción e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
EL GOBIERNO "FABRICÓ LA INOCENCIA DE IRÁN"
Nisman indicó que estos delitos tienen su origen en el plan del kirchnerismo de "acercarse geopolíticamente a la República Islámica y restablecer relaciones comerciales plenas de Estado a Estado para aliviar la severa crisis energética argentina, mediante un intercambio de 'petróleo por granos'".
"Este acercamiento, que en sí mismo nada tiene de ilegal y está fuera de cuestionamiento, fue considerado inviable mientras subsistiera la acusación efectuada por la Justicia argentina en eLa Fiscalía acusa a Fernández de Kirchner de encubrir a los autores del atentado en la causa AMIA contra los ex jerarcas del régimen iraní", ha recordado.
Por ello, "para despejar el obstáculo, y he aquí lo delictivo, la señora presidenta ordenó desviar la investigación, abandonó años de un legítimo reclamo de Justicia y buscó librar de toda sospecha a los imputados iraníes, contradiciendo su probada vinculación con el atentado". "Decidió fabricar 'la inocencia de Irán'", sentenció.
Nisman contaba con grabaciones de conversaciones telefónicas entre las autoridades iraníes y agentes de inteligencia y mediadores argentinos que, según el fiscal, demostrarían que Argentina suscribió un acuerdo con Irán que implicaría el encubrimiento de los sospechosos del atentado contra la AMIA a cambio de impulsar el comercio bilateral y el intercambio de petróleo por granos en un contexto de crisis energética en el país suramericano.
La oposición esperaba conocer hoy nuevos detalles durante la comparecencia de Nisman en el Congreso, mientras el gobierno se apresuró a cerrar filas en defensa de Cristina Fernández, y acusó al fiscal de mentir y de dejarse arrastrar por conflictos internos en la Secretaría de Inteligencia.
EL MAYOR ATENTADO EN ARGENTINA
El atentado contra la AMIA, que dejó 85 muertos y 300 heridos es el mayor ataque terrorista perpetrado en suelo argentino, a pesar de lo cual sigue sin resolver, principalmente, porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el expresidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el exministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.
En 2013, los gobiernos de Fernández de Kirchner y Mahmud Ahmadineyad firmaron un Memorando de Entendimiento (MOE) con el objetivo de "destrabar una causa que estaba absolutamente inmovilizada".
Además, el memorando permitía por primera vez a las autoridades argentinas interrogar a los acusados en el país sudamericano del atentado de la AMIA, algo a lo que Irán se había negado insistentemente.