Reacciones al discurso del rey: los políticos catalanes responden a Felipe VI
Los primeros que se han dado por aludidos y han contestado al primer discurso navideño de Felipe VI han sido políticos catalanes, que han aprovechado para exigir el derecho a decidir. El rey fue muy explícito sobre el tema, y dedicó a Cataluña un tercio de su mensaje, con 354 de las 1051 palabras que tuvo. Incluso pronunció la palabra Cataluña con todas sus vocales en cuatro ocasiones, algo que su padre nunca había hecho antes.
Para el PP el discurso demostró que Felipe VI es un "rey pegado a la calle" y que conoce "perfectamente" los problemas que tienen los españoles. El PSOE, también satisfecho, cree que fue "tajante" con la corrupción y que el rey hizo "una correcta descripción de los problemas o crisis que afectan a España". Solo UPyD comparte esa visión y considera el mensaje "reconfortante".
Por el contrario, el líder de IU, Cayo Lara, cree que el discurso fue "decepcionante, continuista y contradictorio", mientras el del Partido Nacionalista Vasco echó de menos alguna mención a Euskadi y le pareció que era un "discurso viejo". Podemos, también crítico, cree que su visión para salir de la crisis es elitista.
CATALUÑA
El rey pidió un "esfuerzo leal y sincero" para recuperar el entendimiento entre Cataluña y España, porque "los desencuentros no se resuelven con rupturas emocionales o sentimentales". Por el contrario, sí apeló a los "afectos mutuos y los sentimientos que compartimos" para llamar a la unidad. Y pidió respeto a la Constitución como "garantía de una convivencia democrática, ordenada, en paz y libertad”.
Eso es lo que dijo. Luego vienen las interpretaciones. Por ejemplo la de Antoni Duran i Lleida, líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso, que leyó en las palabras del rey una llamada al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, a abandonar el "inmovilismo" y a dialogar para buscar una solución política a la situación en Cataluña.
En declaraciones a los periodistas, ha sostenido que el monarca admitió implícitamente la existencia de un desencuentro que necesita una propuesta política basada en el diálogo: "Algunos hemos estado siempre dispuestos a dialogar. Otros no se han movido del inmovilismo, como el Gobierno central".
Al president de la Generalitat, Artur Mas, le ha parecido de agradecer que el rey haya reconocido que existe un problema en relación a Cataluña. Según ha señalado, hace dos años, cuando hubo las primeras manifestaciones masivas de catalanes para reclamar el derecho a decir, desde el Estado se "menospreciaron y se ridiculizaron" y ahora, ha dicho, "ya se admite que hay un problema en la relación Cataluña-España" que hay que resolver "dándole la oportunidad al pueblo catalán a decidir su futuro". Según el president, habrá respeto a Cataluña cuando el Estado "entienda y respete que los catalanes tienen derecho a decidir".
Otro catalán, el portavoz de ERC en el Congreso y también a la Alcaldía de Barcelona, no se tomó bien las peticiones de Felipe VI. "Nadie tiene que darnos lecciones de convivencia, aunque lleve corona", advirtió Alfred Bosch en declaraciones a los periodistas tras realizar la ofrenda floral en la tumba del expresidente de la Generalitat Francesc Macià, donde pidió al Rey que autorice un referéndum en Catalunya si realmente defiende la convivencia y pida la retirada de la querella por el 9-N.
Bosch se ha referido también a la parte del discurso del rey que trató sobre la corrupción, y ha considerado irónico que Felipe VI pida que no haya trato de favor a cargos públicos "cuando él es un cargo elegido de por vida legalmente irresponsable".
Al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, le ha gustado que el rey no se centrase solo en el aspecto económico en el tema catalán: "Quien no entienda que el problema entre Catalunya y España no es meramente económico tiene un problema", ha afirmado, tras reconocer que no pudo escuchar en directo el discurso y lo ha leído después por la prensa.
PP Y PSOE, MUY SATISFECHOS
El bipartidismo está muy satisfecho con el rey. Antonio Hernando, portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, ha destacado que el rey fue "muy tajante y determinante" con su mensaje contra la corrupción y ha alabado "la correcta descripción que hizo el rey de los problemas que afectan a España". Los socialistas consideran "especialmente significativo" que Felipe VI resaltara la corrupción como el principal problema de España.
"Fue muy tajante y determinante", ha dicho Hernando, que ha evitado, igual que el monarca, referirse a la infanta Cristina al explicar que el rey utilizó frases contra la corrupción "especialmente aceradas". Ha resaltado también la defensa que hizo el rey del mantenimiento y garantía del estado de bienestar "en tiempos de recortes". "Es importante que el rey manifieste esa garantía", ha precisado.
Para el PSOE, el discurso del rey "refleja el estado de animo" de muchos ciudadanos al hablar de "inquietud e indignación" y sobre todo de "ese tiempo nuevo" que deben protagonizar los españoles de hoy. "Sabe que mucha gente lo sigue pasando muy mal", ha agregado.
El vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, opina que el mensaje real ha demostrado que es un "rey pegado a la calle" y que conoce "perfectamente" los problemas que tienen los españoles: la corrupción, el paro y los valores constitucionales.
En concreto, ha recordado que el rey pidió ponérselo "imposible" a aquellos que quieren servirse de un cargo público y "no ponerse" al servicio de los demás; que la salida de la crisis se debe traducir en la creación de "más empleo"; y que "todos los españoles" tienen los "mismos derechos y deberes" reconocidos en la ley. "Es un rey pegado a la calle, que conoce los problemas de la gente y un rey del que todos los españoles nos podemos sentir legítimamente orgullosos", ha zanjado el dirigente popular.
Más allá de PP y PSOE, solo UPyD está satisfecho con el discurso. Rosa Díez encontró "reconfortante" el discurso por sus referencias a la necesidad de acabar con la corrupción y a que en la España constitucional nadie es adversario de nadie. Díez ha señalado en un comunicado que el mensaje ha sido el de un rey "de un tiempo nuevo", que se ha presentado "como un servidor", que ha dicho a los españoles que comprende sus problemas, que se ha mostrado "sincero y humilde" y que "se ha creído todo lo que estaba diciendo".
Díez ha enfatizado que Felipe VI ha descrito lo que significa la corrupción para España, al tiempo ha destacado que acabar con ella es "imprescindible para vivir en una España sana y limpia". La líder de UPyD ha estimado que el rey ha sido "mucho más realista" que el Gobierno al referirse a la economía y explicar que, "a pesar de que hay leves signos de recuperación, no llegan a las familias y cómo España necesita un empleo sostenible y de calidad". También ha considerado "acertada" la alusión a la España constitucional al subrayar cómo en las turbulencias en las que vivimos, nadie es adversario de nadie y que la suma de nuestras diferencias es lo que nos une.
DISCURSO VIEJO Y DECEPCIONANTE
Cayo Lara, de IU, cree que el discurso fue "decepcionante, continuista y contradictorio". "No se puede hablar de corrupción, paro y situación en Cataluña, cuando se obvia la necesaria independencia judicial, se asume la propaganda triunfalista del Gobierno y se oculta la vulneración de una Constitución agotada", ha dicho a EFE.
Para Lara, Felipe VI ha seguido la tradición familiar de ocultar que "esta crisis tiene responsables, que han creado desigualdad, pobreza y emigración". Y ha agregado: "La corrupción no se combate por dedicarle muchos renglones, sino respetando la independencia de la justicia sin ejercer presiones". También ha opinado que el discurso del monarca "se sitúa fuera de la realidad cuando defiende una Constitución agotada por la vulneración a que está sometida en sus derechos esenciales y que ya no es útil para resolver los problemas territoriales y una democracia de calidad".
El secretario general del PCE, José Luis Centella, ha criticado la defensa a ultranza que Felipe VI hizo de la vigencia de la Constitución que, según el dirigente comunista, "se encuentra superada por la historia". Para Centella, el primer discurso navideño del reinado aportó pocas novedades y la insistencia, en línea con las tesis del PP, en defender el texto de 1978 responde a que el monarca es consciente de que abrir el debate constitucional lleva pareja la necesidad de "dar al pueblo la posibilidad de decidir sobre la forma de la Jefatura del Estado".
De "contradictorias y vacías" califica el secretario general del PCE las palabras del Rey en relación con la corrupción, ya que entiende que para cortar con la corrupción sin contemplaciones -como dijo textualmente Felipe VI- debería empezar por la expulsión de la infanta Cristina de la línea sucesoria.
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, encontró "decepcionante" que el rey al hablar de Cataluña "la única nación que menciona es la española". "No se da cuenta de la existencia de realidades nacionales distintas en el Estado", ha censurado. Además, ha criticado que el rey, "una y otra vez, habló de la Constitución, lo que suena a viejo cuando la mayoría de los grupos hablan de su más que necesaria" reforma. "No ofrece su institución ni habla de buscar puntos de encuentro y de dar cauce a la opinión de la sociedad catalana", ha manifestado el portavoz del Grupo Vasco, que ha lamentado que la "Casa Real se ha vuelto a olvidar completamente de Euskadi" en el discurso navideño.
Sobre la corrupción, cree que "podía haber hablado de medidas, mencionando o no el asunto concreto de su hermana, pero sí podía haber mencionado qué medidas ha adoptado o piensa adoptar la Casa Real con respecto a este problema y de eso no hubo nada, fue el típico mensaje que ya habíamos oído otros años sobre este tema, con pequeños retoques", ha afirmado.
CÓMO HA VISTO PODEMOS EL DISCURSO
El líder de Podemos no ha ahondado en el contenido del mensaje del rey. Pablo Iglesias publicó un tuit en el que reconocía que compartía algunos aspectos del diagnóstico de Felipe VI, pero señaló que se equivocaba si pensaba que los responsables de la crisis la solucionarán:
Más explícito ha sido Íñigo Errejón, al que muchos consideran el cerebro del partido. El dirigente de Podemos ha criticado que el jefe del Estado no hiciese mención alguna a las mayorías que han sufrido la crisis, y considera elitista su visión para la mejora de la situación económica: