¿Por qué casi nadie quiere los Juegos de Invierno de 2022?
La ciudad anfitriona de los Juegos de Invierno de 2022 podría decidirse lanzando una moneda al aire.
Tras la decisión de la candidatura noruega de Oslo de retirarse por la carrera olímpica, sólo quedan las de Beijing (China) y Almaty (Kazajistán).
Pese a que el Comité Olímpico Internacional (COI) declaró que las razones por las que los noruegos se retiraban estaban basadas en "medias verdades e inexactitudes", lo cierto es que en los últimos meses ya se han retirado cuatro candidaturas: Estocolmo (Suecia), Cracovia (Polonia) y Lviv (Ucrania). Además, Saint Moritz (Suiza) y Múnich (Alemania), fueron retiradas tras rechazarse en referéndum.
Pero, ¿cuáles son las razones por las que sólo hay dos candidaturas? Una pista la podemos encontrar en la lista de condiciones que el COI puso a la candidatura de Oslo y que publicaron los medios noruegos. Estas eran:
A estas exigencias del COI se suman los exorbitantes costes que supone albergar unos Juegos Olímpicos y que provocan que, en muchas ocasiones, las instalaciones deportivas estén abandonadas tras la competición.
[Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, diez años después (FOTOS)]
Se estima que los últimos Juegos de Sochi (Rusia) costaron en torno a los 50.000 millones de dólares, mientras que los de 2010 en Vancouver (Canadá) ascendieron a los 7.000 millones, según publicó en 2013 el diario canadiense The Globe And Mail.