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El timo de la estampita: casi todas las denuncias por ofensa religiosa son archivadas

El timo de la estampita: casi todas las denuncias por ofensa religiosa son archivadas

Desde que en 1995 se introdujo este artículo en el Código Penal, solo ha habido una condena en firme y otra está recurrida ante el TC. La cultura, principal víctima de este arma legal que usan asociaciones ultracatólicas para obtener protagonismo.

Lalachus muestra la 'estampita de la vaquilla' durante las CampanadasRTVE

Polémico campanazo. Asociaciones ultracatólicas han denunciado a la pareja de presentadores de las Campanadas de RTVE, Lalachus y David Broncano, así como al presidente de la Corporación, José Pablo López, por un supuesto delito de odio y otro contra los sentimientos religiosos. ¿El motivo? Mostrar durante la retransmisión del fin de año una estampa del Sagrado Corazón de Jesús con la cabeza de la vaquilla del Grand Prix.

Antes de comerse las uvas y dar la bienvenida al 2025, los presentadores enseñaron los amuletos que habían llevado a la madrileña Puerta del Sol para recibir el año nuevo. En el caso de Lalachus, la cómica mostró en pantalla esta estampita para expresar a modo de gag su simpatía por la mascota del programa de Ramón García, igual que también se ha utilizado anteriormente esta imagen de forma mediática y en redes sociales para 'divinizar' a figuras del deporte o incluso de la política. 

Sin embargo, HazteOír o Abogados Católicos han considerado que esta broma resulta una ofensa para los creyentes y que vulnera el artículo 525 del Código Penal. Dicho artículo sanciona las expresiones de “escarnio” de los dogmas, creencias o ritos de una confesión religiosa que se realizan para ofender los sentimientos de sus miembros.

En concreto, señala:

Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican.

2. En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna.

Para estas asociaciones ultracatólicas, la utilización de la imagen religiosa "denota un claro menosprecio y burla hacia los ritos y símbolos del catolicismo y supone una vejación, una injuria y un ultraje hacia los sentimientos religiosos y las creencias católicas". Por eso, desde Hazte Oír están recogiendo firmas para que el presidente de RTVE "ponga fin a todas las colaboraciones" con LalaChus. Ya van por 31.000.

El ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, salió rápidamente este miércoles en defensa de la cómica y aseguró a través de una publicación en X, antes Twitter, que el Gobierno reformará el delito contra los sentimientos religiosos. Una promesa que el Ejecutivo arrastra desde hace un tiempo pero que se materializaría en 2025 como parte del Plan de Acción por la Democracia que Sánchez incentivó tras su reflexión de cinco días. 

En concreto, según fuentes del Gobierno a El HuffPost, se buscaría dar a este delito "una redacción homologable a los países de nuestro entorno y de atender a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en materia de difamaciones y su encaje legal".

Desde que en 1995 se introdujo este artículo en el Código Penal, solo ha habido una condena en firme y otra en primera y segunda instancia, que está recurrida ante el Tribunal Constitucional (TC). El único condenado fue un joven que, a raíz de la denuncia de una cofradía, tuvo que pagar 480 euros de multa por publicar en Instagram un fotomontaje de un cristo con su propia cara. Aceptando la pena, el condenado se libró de una posible multa 4,5 veces superior, que era la que pedía la Fiscalía en aquel caso.

  Imagen del 'Santo chumino rebelde'Álex Zea / Europa Press

El otro caso pendiente de ser revisado por el Constitucional es el de una mujer que acudió a una manifestación por el Día de la Mujer con la imagen de una vagina de plástico ataviada como si fuera una virgen. Por este hecho, Elisa Mandillo fue condenada a pagar 2.700 euros por “la evidente intención de ridiculizar y burlarse de forma gratuita de una tradición católica fuertemente enraizada”.

Todos los demás casos han sido archivados o ni siquiera han sido admitidos a trámite. El conocido artista Javier Krahe fue denunciado en 2004 por la receta de un 'cristo al horno', una acusación que llevó a la primera denuncia por delito contra los sentimientos religiosos. Krahe fue finalmente absuelto, al igual que el actor Willy Toledo por supuestamente insultar a figuras religiosas en Facebook.

El mundo del arte también ha sido objeto de numerosas denuncias de organizaciones ultracatólicas. Como Abel Azcona por una obra que utilizaba hostias consagradas para formar la palabra "pederastia"; o el drag canario Sethlas, que para su actuación en el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria se vistió de virgen. 

En el teatro, el escritor Íñigo Ramírez de Haro fue denunciado en 2004 por su obra Me cago en Dios y en 2007 Leo Bassi se disfrazó de papa en una de sus representaciones. Por ello, el italiano fue víctima de numerosas amenazas de muerte e incluso un hombre llegó a dejar bajo una butaca del teatro una bomba casera hecha con una botella. Más recientemente, en 2022, Vox denunció la obra ‘Poder i Santedat’ del dramaturgo valenciano Manuel Molins y dirigida por Paco Azorín. La obra se presentaba con un llamativo cartel en el que aparecía un papa besando a un niño en la boca.

En el apartado de la comunicacón, cabe recordar que recientemente El Gran Wyoming y Dani Mateo, ambos de El Intermedio de LaSexta, fueron denunciados por un chiste sobre el Valle de los Caídos, al igual que los editores de la revista Mongolia por una viñeta en la que podía verse un Belén donde el niño Jesús era el emoticono de un excremento y se leía: "¡Ha nacido el hijo de Dios! ¡Igualito al padre!".

  Portada de la revista Mongolia
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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es jefe de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es