La degradación de Venecia (FOTOS)
Dos personas practicando sexo en el Puente de los Descalzos, uno de los cuatro que cruzan el Gran Canal; turistas orinando papeleras; personas que encienden hornillos para calentarse un plato de pasta; un señor que se lava en los canales; personas tomando el sol en bañador tumbadas en la calle; un tipo saltando al canal desde el famoso (por polémico) puente diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava; bicicletas, coches y motos accediendo a callejuelas de la ciudad, pese a estar totalmente prohibido.
Venecia ya no es, junto a París, la ciudad del amor y la cultura. A tenor de las imágenes que está reproduciendo estos días el diario Corriere del Veneto, se asemeja más a una zona degradante, invadida de turistas, en la que se puede hacer casi de todo.
Las imágenes han llegado a las más altas esferas de la ciudad. Y no, como es lógico, para bien. La secretaria de Estado italiana de Patrimonio, Actividades Culturales y Turismo, Ilaria Borletti Buitoni, ha planteado abrir un debate sobre la posibilidad de regular los flujos turísticos: "Es necesario comenzar con un serio y constructivo debate que dé a Venecia los instrumentos para gestionar lo que es su fuente de desarrollo económico, y evitar que esto no vaya en detrimento del patrimonio único y cultural de la ciudad".
"Venecia está muriendo y el problema tenemos que afrontarlo inmediatamente, no se puede esperar más", lamenta Borletti.
Los altos precios de Venecia, tanto en alojamiento como en restauración, provoca que muchos turistas se busquen la vida para ahorrar costes. También lleva a que sea un destino de visita veloz para evitar, de esta forma, dedicar dinero a pernoctar en la ciudad.
CUPO DE TURISTAS Y TICKET DE ENTRADA
El presidente de la región del Veneto, cuya capital es Venecia, Luca Zaia, ha abierto la posibilidad de organizar "un número programado de turistas" para evitar las masificaciones y ha rechazado la opción de aplicar una tarifa de ingreso a la ciudad: "Tenemos la obligación de garantizar el acceso a todas las clases sociales. La idea de una Venecia solo para pocos ricos es vergonzosa".
Claudio Scarpa, presidente de Federalberghi, asociación de hosteleros de Venecia, opina de forma opuesta. A su juicio, "sería justo que todos los visitantes pagasen un ticket". "Los turistas que vienen a pasar el día en Venecia sin quedarse a dormir cuestan mucho más en cuestión de servicios y dejan menos. Es justo que paguen un ticket", afirma.
Actualmente en Venecia existe una tasa de alojamiento para los visitantes que va de 1 a 5 euros cada noche, dependiendo de las estrellas del hotel.
Según los datos de Federalberghi Venecia, de cada 10 turistas que llegan a la ciudad de los canales, 7 no se quedan a dormir y aportan sólo el 30 % de la facturación turística total a la ciudad.
Marco Michielli, vicepresidente de Confturismo, Asociación que reúne a restauradores y hosteleros, subrayó como desde hace años se pide "reglamentar el acceso a Venecia" y recordó que "la Serenissima" con tan sólo 50.000 habitantes "soporta cada día una media de 60.000 turistas y días en los que se llega a los 100.000".