La vida sigue igual para el Madrid (2-0)
Como era previsible, la calidad y la pegada del Madrid se impusieron con claridad ante el ímpetu del Sevilla, que aguantó apenas media hora. Dos goles de Cristiano Ronaldo, que comienza la temporada como acabó la anterior, sentenciaron a los hispalenses y otorgan el primer título del año, el de la Supercopa de Europa, al conjunto blanco.
El Madrid comenzó dominando el balón pese a no tener a Xabi Alonso, sancionado para este encuentro, pero con un gran Toni Kroos sosteniendo el centro del campo. El debutante, campeón del Mundo con Alemania, tuvo presencia de principio a fin y permitió que los de Ancelotti no sufrieran la ausencia del tolosarra.
El otro debutante, James Rodríguez, decepcionó en su primera actuación con la camiseta blanca. Estuvo nervioso y fallón, entregó varios balones al rival y sólo lució en un centro a Bale en el primer acto y un disparo que despejó Beto justo antes de ser sustituido.
Por lo demás, el Madrid es el mismo del año pasado. Un equipo bien posicionado, fuerte en defensa y feroz en ataque. Ronaldo está en gran forma y Bale parece cada día mejor. Sergio Ramos no es el defensa timorato del Mundial de Brasil y Modric ha subido enteros en el centro del campo. Hasta Casillas, cuestionado en los últimos partidos, demostró su clase despejando todo lo que se acercaba a su marco.
El Sevilla lo intentó en la primera mitad, sobre todo con Vitolo, que puso en problemas a Carvajal y Pepe en un par de ocasiones, y con Denis Suárez, una joven perla que Monchi se ha traído del Barcelona.
Pero el Madrid empujó y empujó hasta meter a su rival en su campo. Sobre todo con Bale, que tiró del carro en los primeros minutos. El galés, que jugaba en su tierra, demostró estar en gran forma y puso en apuros a Beto en un par de ocasiones.
De sus botas salió el primer tanto del partido. Un gran pase desde la banda izquierda que se convirtió en medio gol al volar hacia las botas de Ronaldo. El portugués se lanzó e impactó con su pierna derecha para anotar ante Beto.
Los de Ancelotti se marcharon al descanso pero Ronaldo parecía seguir sobre el césped cuando el árbitro pitó el inicio del segundo tiempo. El portugués agarró un pase de Benzema, se colocó el cuero y se sacó un zurdazo que dobló los guantes del portero del Sevilla.
En un abrir y cerrar de ojos, al Sevilla se le había hecho cuesta arriba y le quedaba todo un tiempo para remontar dos goles. Empresa casi imposible ante el equipo más en forma de Europa ahora mismo. El Madrid se ha reforzado bien y es, sin duda, el rival a batir este año. De momento, la vida sigue igual.