La justicia egipcia ordena disolver Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes
El Tribunal Supremo Administrativo de Egipto ha ordenado este sábado la disolución definitiva del Partido Libertad y Justicia, brazo político del movimiento islamista Hermanos Musulmanes, y ha decidido además expropiar todos sus bienes, según informan fuentes judiciales.
La Justicia egipcia ya prohibió en septiembre de 2013 la actividad de Hermanos Musulmanes, aunque esta sentencia no mencionaba a su brazo político y, por tanto, dejaba la puerta abierta a una hipotética candidatura de Libertad y Justicia (PLJ) a las elecciones parlamentarias.
La corte, presidida por el magistrado Farid Nazif Tanagu, tuvo en consideración en su decisión, contra la que no cabe recurso alguno, las múltiples demandas judiciales que reclamaban su disolución, al menos una decena presentadas por figuras públicas que exigían dicha disolución.
El tribunal, que ha decidido también que los fondos del partido sean devueltos a las arcas del Estado, fundamentó el fallo en que Libertad y Justicia viola la Ley de Partidos, que prohíbe la existencia de partidos religiosos.
Entre las irregularidades más destacadas en las querellas figuran el hecho de que el 80% del PLJ, así como el proceso de toma de decisiones, esté controlado por los Hermanos Musulmanes. Además, según los demandantes, "viola la necesidad de velar por la unidad nacional y la paz social" y se le considera "una de las ramas de una organización terrorista", en alusión a la Hermandad.
El dictamen de este sábado bloquea por completo la actividad del movimiento islamista, cuyos miembros han sido detenidos e investigados en los últimos meses de forma masiva. Desde el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi, en un golpe militar que tuvo lugar en julio de 2013, las autoridades han tratado a los Hermanos como grupo terrorista.
LOS HERMANOS MUSULMANES, TAMBIÉN DISUELTOS
Esta sentencia se suma a los abundantes fallos judiciales que en los últimos meses han tratado de desmantelar por completo a los Hermanos Musulmanes y todas sus ramificaciones políticas, económicas y sociales. El pasado abril, otro tribunal prohibió a "cualquier miembro de los Hermanos Musulmanes" concurrir a las próximas elecciones parlamentarias, que están previstas para los próximos meses
El pasado mes de abril, 720 supuestos seguidores de los Hermanos Musulmanes, incluido su gran líder, fueron condenados a muerte por otro tribunal egipcio. El pasado junio fueron condenados casi 200 seguidores más, y también estaba incluido en esa lista el cabecilla, Mohamed Badia.
Precisamente el jueves 7 de agosto, un par de días antes de la disolución de Libertad y Justicia, un tribunal egipcio pidió al muftí de la República y máxima autoridad religiosa del país, Shauqi Alam, que reconsidere su oposición a la condena a muerte dictada contra el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, y otros catorce islamistas. Desde el derrocamiento de Mursi, las autoridades han perseguido a los miembros y líderes de los Hermanos Musulmanes, a los que han calificado legalmente de grupo terrorista. Los islamistas, por su parte, se niegan a reconocer el proceso político actual e insisten en la restitución como presidente de Mursi, que gobernó durante poco más de un año y lleva trece meses apartado del poder.
El general Abdelfatá Al Sisi, anterior ministro de Defensa y jefe del ejército egipcio, decidió abandonar sus cargos militares en marzo para poder presentarse a las elecciones y suceder a Mursi en el poder. Consiguió ganar los comicios y tomó posesión el pasado mes de junio.