Un Tribunal Constitucional dividido mantiene en prisión a Arnaldo Otegi
Un Tribunal Constitucional dividido ha avalado la condena de seis años y medio de prisión que el Tribunal Supremo impuso a Arnaldo Otegi, exportavoz de Batasuna, por intentar reconstruir la organización a través de Bateragune.
El recurso de amparo que presentó Otegi ha sido rechazado por siete votos a cinco, según han informado a la Agencia EFE fuentes jurídicas.
Otegi se encuentra en prisión desde octubre de 2009 por este caso, que afecta también a los dirigentes abertzales Miren Zabaleta, Arkaiz Rodríguez Torres y Sonia Jacinto García, quienes se sumaron al recurso.
Previamente, el Constitucional había rechazado por unanimidad la admisión a trámite de la recusación planteada por Otegi contra el nuevo magistrado del tribunal Antonio Narváez. Según el Tribunal, existe una "patente desconexión" entre el recurso de amparo presentado por Otegi y la actuación de Narváez en 2011 como fiscal del Tribunal Supremo en la demanda de ilegalización de Sortu como partido político.
Esa actuación de Narváez como fiscal era el motivo aducido por Otegi para pedir que se inhibiera de la decisión sobre el fondo del asunto, su recurso de amparo en el caso Bateragune.
Durante todo el proceso, el tribunal de garantías constitucionales ha rechazado en dos ocasiones la excarcelación de Otegi por la gravedad del delito por el que fue condenado.
EN LA CÁRCEL DESDE 2009
Otegi, que ingresó en prisión preventiva el 16 de octubre de 2009 por orden del juez Baltasar Garzón por el caso Bateragune, fue condenado por la Audiencia Nacional a diez años de cárcel, al igual que Usabiaga.
La Audiencia Nacional les condenó porque consideró probado que a través de la actividad que desplegaron entre 2008 y 2009 cumplían las instrucciones de ETA, y que Otegi y Usabiaga, además, "ostentaban la categoría de responsables y promotores" de una novedosa estructura que trasmitía las directrices de la banda terrorista.
El Tribunal Supremo (TS) rebajó el pasado mes de mayo de 2012 a seis años y medio la condena al considerar que deben ser penados por su pertenencia a ETA pero no en calidad de dirigentes.